𝐈𝐋𝐋𝐔𝐒𝐈𝐎𝐍 [JJK] ˢᵃᵗᵒʳᵘ ᵍᵒʲᵒ

26

Airi Igarashi se desvaneció de la realidad en un parpadeo y volvió a materializarse a unos metros de Suguru Geto, en lo alto de un edificio. Ojos púrpuras observaron el distrito de Shibuya con indiferencia, ojos que contenían los secretos de la realidad misma observaron la vuelta de Ryomen Sukuna cuando su más fiel seguidor le dio once dedos otorgándole un control temporal sobre su contenedor.

Suguru Geto junto a sus hijas se giraron hacia el lugar de donde provenía la creciente energía maldita y palideció cuando notó el retorno del Rey de las Maldiciones. Suguru escupió una maldición y materializó una maldición voladora para llevarse a sus niñas mientras su compañera se encargaba del grado especial.

En el momento en el que las tres firmas de energía maldita se alejaron lo suficiente para que Airi tuviese un mínimo de libertad para sus hechizos, creó una potente barrera impenetrable desde fuera y que absorbiese toda la energía maldita dirigida a ella fortaleciéndola. Pues tanto la maldición como la hechicera sabían que ninguno se retiraría hasta que la muerte encontrase a uno de ellos. 

Detrás de Ryomen Sukuna hubo una ráfaga de viento y la última Igarashi apareció. Su subordinado se tensó y ojos cereza se movieron para observar los púrpuras y el miedo se reflejó en ellos.

Las maldiciones no olvidaban.

Las maldiciones antiguas nunca podrían olvidar el dolor que esos Ojos podrían causar.

Nunca olvidarían el poder de los Ojos de Diamante aunque la humanidad ya lo hubiese hecho.

-Airi Igarashi. -Sukuna se giró y observó con una sádica sonrisa a la mujer. -¿El Bastardo tiene algún otro mensaje para mi?

-¿Qué quieres decir? -la sonrisa de la maldición se ensanchó aún más.

-Los Ojos del Bastarde fueron uno de los objetos malditos más codiciados por una razón. Con ellos, se puede negar la técnica de Illusion y usar sus hechizos. Incluso acceder a las memorias del Bastardo. -los ojos de Airi parpadearon sorprendidos ante la nueva información.

-¿Por qué habría de creerte?

-Tú has absorbido sus Ojos, deberías saberlo. Sinó, ¿cómo sabrías crear esta barrera?

-...

-¿Sukuna-sama?

-Esta no es una barrera común, Uraume. -los ojos del albino se abrieron. 

-La misma que Haruki Igarashi usó ese día.

-Así es. Una de las variaciones de Realidad Alterna, ¿verdad, Airi Igarashi? -la mujer parpadeó cuando la información que había absorbido del Ojo de su antepasado volvió a tomar forma en su mente. Su cabeza explotó de dolor y sus propios ojos tuvieron que apagarse ante el torrente de información que había empujado a su subconsciente durante su lapsus mental.

Ryomen Sukuna no esperó, no cometería el mismo error de subestimar a los mortales otra vez como había hecho con el Primer Igarashi.

-Partir. Corte Perfecto. Deshacer. -tres ataques simultáneos fueron lanzados ante la Igarashi mientras Uraume y Sukuna saltaban; uno hacia atrás para escapar y el otro hacia delante para asestar un golpe.