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-Espera, ¿¡grado especial!?

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-Espera, ¿¡grado especial!?

-Eso es increíble. ¡No me digas que eres esa Igarashi!

-¿De qué hablas, Kugisaki?

-Eso. ¿Cómo es que Airi es más famosa que yo? -suspiré ante la mención que hizo Satoru.

-Nobara, cuéntales si quieres. -dije al ver que la chica me lanzaba una mirada para pedirme permiso.

-Gracias, sensei. Airi Igarashi, del clan Igarashi. Son poseedores de la técnica de los ojos de diamantes. Esta técnica permite adentrarse en la mente de los oponentes. La única hechicera que queda del clan es Airi y, por lo que escuché, hace tres años derrotó a quince maldiciones de grado uno saliendo sin un solo rasguño en Estados Unidos.

-Increíble. -dijo Yuji con los ojos brillando. Sonreí en respuesta.

-Cierto. -asintió el azabache.

-Luego me cuentas los detalles. -me susurró el albino. Asentí en respuesta. Con eso, los tres se giraron para verme. Tan solo sonreí en respuesta y un silencio se instaló entre nosotros.

-Una pregunta. -dijo Itadori. 

-Dime.

-Según Nobara, Igarashi-sensei es más poderosa que Gojo-sensei ? -los dos nos miramos. Fue mi amigo el que respondió.

-¡Por supuesto que no!

-¿Eh? -sinceramente, esa no era la respuesta que esperaba. -¡Claro que no!

-¡Que sí!

-¡Que no!

-Sí.

-No.

Antes de que pudiésemos seguir discutiendo como dos niños, Megumi habló.

-¿Por qué no os batís en un duelo?

-Verás, mi querido Megumi...

-No soy tu querido.

-Como decía, no quiero dejar a Airi lesionada. -ante eso, casi recibió una patada de mi parte por no ser su técnica del infinito.

-¿Quieres probar cuan "lesionada" me dejas? -pregunté algo indignada. Casi había pasado una década desde que me fui de Japón y Gojo parecía no haber cambiado.

-Bien. 

Cinco minutos después, los chicos estaban sentados en el suelo en una esquina del patio y Satoru y yo en el centro. Con una mirada, entendí que iba atacarme. El albino había desaparecido en cuestión de segundos y ya se encontraba delante de mí. Ni me inmuté y dejé que me golpeara. Cuando se mano tocó mi brazo, noté que tenía activada su técnica. Sonreí levemente y él hizo ademán de retroceder. Pero era demasiado tarde, ya había utilizado la mía. Había convertido el infinito en nada más que una ilusión. Cogiéndole del brazo con mi otra mano, hice una llave de karate dejándole en el suelo.  

-¿A quién ibas a lesionar, eh? -dije burlona. En el fondo, escuché unos aplausos proveniente de los estudiantes.

-Agh, eso dolió. -se limitó a contestarme cuando deshice la llave. 

-Eso te pasa por retarme. -le dije mientras se levantaba. 

-Lo tendré en cuenta a la próxima.

-¡Eso ha sido increíble! ¡No he visto a nadie derrotar así a Gojo-sensei ! -reí en respuesta a las exclamaciones del pelirrosa.

-Mañana comenzaremos un riguroso entrenamiento. -dije. Vi como sus caras eran de felicidad para mejorar.

-No os fieis. Sus entrenamientos son básicamente ir al infierno. -dijo el albino. Ante eso, los chicos cambiaron su cara. Le lancé una mirada hastiada.

-No hacía falta que lo dijeras. -él se encogió de hombros y sonrió. Arqueé una ceja.

𝐈𝐋𝐋𝐔𝐒𝐈𝐎𝐍 [JJK] ˢᵃᵗᵒʳᵘ ᵍᵒʲᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora