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Me adentré en los pasillos del Colegio Metropolitano de Tokio hacia mi habitación con una postura de tranquilidad perfectamente inventada

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Me adentré en los pasillos del Colegio Metropolitano de Tokio hacia mi habitación con una postura de tranquilidad perfectamente inventada. Ignoré por completo la energía de Satoru y los demás en el campus y me encerré en mi habitación. Un sello colocado y un hechizo para disimular la energía maldita del sello para que Satoru no me molestase. Él sería el único que podría detectar algo mal en mí, Shoko normalmente no irrumpía en mi habitación y mandaba un mensaje si quería algo por lo que no debía preocuparme de mi mejor amiga. Inspiré cuando la puerta estuvo asegurada y exhalé lentamente. Me adentré a mi habitación y deshice la ilusión que mantenía el Ojo de Diamante de Haruki Igarashi invisible. Caminé hasta mi cama y saqué el Ojo ahora visible de debajo de mi almohada. Observé cómo la luz solar que entraba por mi ventana reflejaba el profundo morado del ojo con algunos toques violeta. Un Ojo de Diamante perfecto, el único en su especie, pues nadie podría lograr llegar al poder que Haruki Igarashi había tenido en sus manos. Ni en lograr conseguir esos Ojos completamente lilas.

Suspiré. 

Los antiguos pergaminos eran casi ilegibles y lo poco que había en ellos solo alababan el poder de los Ojos de Diamante de Haruki, diciendo que podría hacer desaparecer montañas y secar mares con ellos. Cosas que parecían ser sacadas directamente de un cuento de hadas, pero no podía negar que los Ojos del primero eran poderosos. 

Demasiado para este mundo.

Pues deshacer la manipulación en el tejido de la realidad no debería ser posible. No con solo un Ojo. Solo aquello ya demostraba el grado de poder de Haruki.

Y solo pensar en que el otro Ojo aún estaba desaparecido hacía que quisiese tirarme de los pelos por el estrés. Ni hablar de lo que habría ocurrido si no supiese que los Ojos de Haruki aún existían y se hubiesen usado más inteligentemente, inutilizando mi técnica y pudiendo haberme matado con ello. Lo mismo ya le había ocurrido a Satoru, quien también pensaba que su técnica era perfecta y lo hacía intocable. 

Oh mierda, mierda. No, no, no debía pensar en cosas que no habían ocurrido. Solo serviría para ponerme más nerviosa.

Volví a suspirar. 

Mis ojos brillaron. Activé mi técnica, dispuesta a deshacerme del Ojo.

-Realidad Alterna. Cosmos Ilusorio. -la azucena se formó alrededor del Ojo haciendo que éste brillase. Recé para que las leyendas de mi clan fuesen ciertas y los Ojos de Diamante pudiesen ser absorbidos por Cosmos Ilusorio dentro de Realidad Alterna por un Igarashi. La azucena giró y se cerró alrededor del Ojo. Hubo un brillo cegador que me obligó a entrecerrar los ojos, pero sin cerrarlos. La luz azul disminuyó en cuestión de segundos y la azucena se disolvió en polvo de estrellas. Suspiré de alivio y cuando iba a deshacer Realidad Alterna y absorber la energía maldita del Ojo, el polvo estelar se arremolinó en un lugar.

Oh mierda. 

Sin saber qué ocurriría después, solo pude pensar en encerrar lo que pudiese salir de ese polvo.

𝐈𝐋𝐋𝐔𝐒𝐈𝐎𝐍 [JJK] ˢᵃᵗᵒʳᵘ ᵍᵒʲᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora