Capitulo 7 (pt. 1)

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Hayley.

DÍA 1

Unos pequeños rayos de sol se filtraban por la ventana, me talle los ojos y sentí un brazo rodeándome, abrí mis ojos con pesadez y pude ver a Kerem a lado mío, tan pasivo e inofensivo cuando dormía, mi garganta dolía, mire al rededor y ventanal me avisaba que no era mi habitación, no recordaba a que horas llegue aquí, quite su brazo con cuidado de enzima mío y me dirigí a baño con sumo cuidado de no hacer ruido, gire la perilla de la puerta provocando un pequeño rechinido, voltee hacia Kerem viendo como se removía en la cama pero no despertó solté un pesado suspiro y entre al baño, abrí el grifo toque el agua fría entre mis manos y con ella me moje la cara, me la seque y abrí el pequeño botiquín que estaba en el mueble, busque unas pequeñas pastillas de miel para la tos que me sirvieran para el ardor de garganta, no encontré nada, salí con cuidado del baño, me encontré con Kerem sentado al borde de la cama dándome la espalda, camine hasta la cama y me subí poco a poco, Kerem no se percató de mi presencia se quito la camisa dejándome ver su espalda, mi respiración se corto y pude ver un tatuaje que se extendía a lo largo de su columna, camine arrodillada sobre la cama acercándome a el, pase mis dedos por lo largo de su tatuaje y el se estremeció girando hacia mi.
-Buenos días-dijo mirándome a los ojos.
-Buenos días.-susurre,se volvió a voltear.- ¿Que se significan?-dije tocando su tatuaje, el se encogió de hombros.
-No me gusta hablar de eso-susurró.
-Bueno entonces en que idioma esta-dije abrazándolo por la espalda.
-Es búlgaro-rió.-Te estas comportando muy cariñosa últimamente-dijo volteándose, me tomo por la cintura y me sentó en su regazo, puse mis piernas al rededor de su cintura,el rodeo mi cintura con sus brazos y yo su cuello con mis manos.
-Si no te gusta, lo dejo de hacer-me encogí de hombros y reí levemente.
-Oh no cariño no me mal interpretes me encanta-rió, me miró fijo a los ojos sin despegar ningún momento su intensa mirada de la mía.
-Jamás lo había visto-dije en su oído.
-Lo que pasa es que no te intereso-dijo sentido.
-No seas tonto- reímos los dos juntos.
-Me quiero hacer uno-el rio.
-Estas loca-se burló.
-No, no lo estoy-dije seria.
-Entonces si no lo estas ¿Por qué te lo quieres hacer?
-A caso tienes que estar loco para hacerte uno-dije enojada.
-No exactamente-dijo tranquilo, suspiro.-contigo no se puede.
-No, no se puede-Me cruce de brazos.
-Oh vamos Hayley no empecemos mal la mañana-suspiro.-Llevas bastantes días pacífica-dijo cansado me levante de golpe de su regazo.
-¿Yo? Te equivocas,¡tu! Eres el que siempre saca lo peor de mi-grité.
-¿Yo saco lo peor de ti? ¿Yo Hayley? ¿¡Yo!?-dijo con furia.
-¡Si tu!-grité.- Tú eres el que siempre me hace alzar la voz, contestar indiferente e incluso actuar como una perra- Sabia que esta discusión se me saldría de mi manos, de un momento a otro ya estaba gritando y sacando mi ira.
-Tú eres así- dijo gritando.-Que no lo supieras no es mi culpa.-Lo miré furiosa y salí de la habitación hecha una furia.
-¡Por dios Hayley!-gritó.-No seas una cría,vuelve.
-¡Vete a la mierda!-grité al borde de la locura, corrí a mi habitación y trate de azotar la puerta pero su pie lo detuvo, le di la espalda y el me volteo en una abrir y cerrar de ojos, nuestras miradas se encontraron, estaban llenas de ira y pasión, mi respiración se corto, baje mi mirada encontrándome con su torso desnudo, volteé de nuevo a sus intensos ojos grises, el pegó mi cuerpo al suyo bruscamente, se acercó a mi y beso mis labios con desesperación, mi cuerpo respondió a suyo sin dificultad alguna, mis piernas se enrollaron a su cintura, poco a poco perdía el control de mi cuerpo, me recostó en la cama tratando de no poner todo su peso enzima mío, nuestras respiraciones eran irregulares mi pecho subía y bajaba, sentía mi cuerpo a mil grados y una electricidad subía y bajaba por cada rincón de mi cuerpo, sus besos bajaron a mi cuello, el se deshizo de mi blusa sin dificultad, y justo cuando pensé que esto no iba a parar pasó lo contrario, el solo se levantó y caminó hasta la puerta para desaparecer en ella, pase mis manos por mi rostro con frustración ¿Que demonios fue todo eso? La vergüenza invadió mi cuerpo, ¿Cómo se atrevía a dejarme solo aquí?, esto no se iba a quedar así, me iba a escuchar, no me podía dejar solo así después de lo que hizo, simplemente no podía, no a mi, sin darme cuenta estaba girando la perilla de su habitación, el no estaba ahí en su lugar se escuchaba el sonido del agua cayendo, se estaba bañando, me quede al rededor de quince minutos, salió solo con una toalla agarrada a su cintura, el esbozó una media sonrisa.
-Valla forma de terminar con una pelea ¿no?-se burló.
-Tienes un beso menos.
-Pero tu tienes ilimitados-me guiño un ojo.
-Eres un idiota-me cruce de brazos.
-No, no hagas eso de nuevo-dijo serio,
-¿El que?-pregunte
-Cruzarte de brazos y fruncir el ceño, esa es indicación de que se aproxima otra pelea y no pienso arriesgar ni un solo beso mas por una pelea- reí de su absurda excusa, el camino hasta su armario sacó algo y lo puso atrás de su espalda.
-¿Que traes entre manos?-reí, el extendió una rosa Lila hacia mi y sonreí por inercia.
-Día uno mi vida, día uno-El beso mi frente y esa electricidad se sintió de nuevo.
-¿Y eso que significa?-dije frunciendo el ceño.
-Que cada día me gustas más-bajo la mirada y yo reí torpemente- eso y que me quedan menos días para conquistarte- una sonrisa torcida se hizo presente en la comisura de sus labios.
-Gracias por ella-bese su mejilla y vi como sus mejillas se encendían de un color rojo.-Me gusta eso-alardeé el me miro confuso.-Ese color en tus mejillas dice que causo algo único-me burlé hablando de la misma manera que el lo haría.
-Oh amor, no creo que quieras hablar de lo que causas ya que tu cuerpo reaccionó febril ante nuestro beso-rió, mis mejillas se calentaron y una sonrisa tímida y avergonzada salió entre mis labios,-Y también me gusta que te avergüences, creo que no eres a la única que le encanta ese efecto-rió.
-No te burles.
-¿Yo burlarme? Jamás-dijo ofendido.
-Aja si- voltee los ojos, camine hasta la puerta y el me detuvo por el brazo.
-¿Ah donde crees que vas?-dijo pegándome a su cuerpo.
-Voy a mi habitación por una copia de un libro-dije obvia.
-¿Regresarás?-dijo frunciendo el ceño.
-No lo se-me encogí de hombros, sus ojos se encontraron con los míos mirándome como si me rogará.-Pero si quieres que regrese, esta bien.
-Si, quiero que regreses.
-Pero solo estoy a final del corredor.-dije frunciendo el ceño.
-¿Y...?-Suspire.
-Ya vuelvo.-dije y camine por todo el corredor con la rosa en mi mano, entre a mi habitación dejando la rosa en mi buró, abrí el armario buscando en la caja morada guardada en el, la abrí y saque "El dolor mas grande", salí de mi habitación y paré enfrente de la habitación de Kerem, respire un par de veces antes de girar aquella perilla dorada, cuando entre Kerem sostenía una libro en manos.-¿Que estas leyendo?-pregunte acercándome a la cama, el vio la portada para después verme directo a los ojos.
-"Hasta el final"-alzo sus cejas.
-Oh-dije con sorpresa.-Lo eh leído un par de veces es bueno.
-Lo sé, es mi favorito-alardeó.-Veo que traes "el dolor mas grande"-sonreí al ver que sabia de libros.-Muy deprimente para mi gusto pero es bueno.
-Por supuesto que lo es, es mío-reí.
-¿Quieres hacer algo hoy?-dijo mientras me acostaba a su lado.
-En realidad nada-dije acomodándome a leer.-¿Quiero quedarme aquí todo el día.
-ummh..¿co..conmigo?-dijo nervioso,
-Sip-hice sonar la "p"
-Bueno-dijo el acomodándome en su pecho frío pasando su brazo atrás de mi para rodear mi espalda con el y descansar su mano en mi hombro,
-¿y si mejor lees en voz alta?-dije cerrando los ojos.
-Creo que hoy dormiremos todo el día-dijo besando mi frente.
-Creo que así será-dije en un tono casi inaudible.
-"Mi vida dio un cambio brusco cuando el puso un pie en ella, jamás supe la magnitud de tal acción hasta el día que casi me quedo sin el, Jamás creí que me amara de la manera en la que yo a el, el tiempo brusco y mi actividad deslumbrante Pasando delante de mis ojos, momentos que se quedan ahí para siempre eso es lo que yo recuerdo el día que me dijo un 'te amo' ese día mi mundo callo ante sus pies y desde entonces no dejo de pensar en el; pero para llegar ahí recorrimos una largo y difícil camino"- ya casi no escuchaba su bella voz leer,dejo el libro de lado y se recostó con cuidado-duerme bien bebé -beso mi frente, y fue con esa simple acción que mi corazón brincó.

Día 3.

Es el tercer día que me quedé dormida en la misma habitación que el, se siente tan bien, me siento protegida, abrí los ojos lentamente y no lo sentí a un lado mío, tres rosas lilas estaban en su lugar.

"Te veo abajo cariño -Kerem"
Su nota en las flores hizo que sonriera por inercia, agarre un poco de ropa y me metí a la ducha de el, era mas grande que la mía mas relajante enserio amaba su habitación,metí mi cuerpo a la lluvia artificial caliente dejando que envolviera cada centímetro de mi cuerpo, al terminar salí y me cambie, baje lentamente hasta la planta baja y me encontré con Kerem sentado en el sofá viendo televisión en solo bóxers, me acerque a el e hice un puchero.
-Ven aquí-extendió sus brazos.-¿Que pasa?- preguntó envolviéndome en sus brazos, en realidad no se que pasaba conmigo.
-Nada-admití.
-Vamos a salir hoy, pero en la noche tengo que ir a hacer un par de cosas ¿Esta bien?-lo volteé a ver.
-No quiero que te pase nada lo sabes ¿no?-El apretó la mandíbula.
-Nada va a pasar-dijo duro, era hora de guardar silencio,pero sabia que no pasaría.
-No tienes que ser duro, me preocupo por ti-dije enojada.
-Entonces no lo hagas.-lo mire por unos segundos y me levante, pero el agarro mi muñeca jalándome de nuevo hacia el.-Lo siento amor, no estoy acostumbrado que se preocupen por mi, es... Extraño.-Me senté en su regazo, estos tres días con el han pasado increíblemente bien, todo va bien, pienso que siento algo por el, ¿alguien podría empezar a querer sin si quiera conocer?, me senté en su regazo comenzando a acariciar su cabello, el cerro los ojos,
-¿Ah donde vamos a ir?-pregunte.
-No es de tu incumbencia-bromeó.
-Pues irás solo-dije desafiante.
-No, invitaré a alguna chica- lo mire atenta.-Por que digo, toda chica quiere ir conmigo- mi sangre comenzaba a hervir.- iré por la calle a ver alguna chica, que sea pelirroja y su piel aceitunada, talvez alta o no baja, mejor a un un promedio, que sea hermosa y-lo interrumpí.
-Vas a buscar mucho por que pides mucho-dije enojada.
-No de hecho tengo una amiga, bueno ella no es una amiga de hecho es mas que eso... Tengo que invitarla, la extraño-mi respiración era dura sentía como mis fosas nasales se abrían.-Debería llamarla ahora mis...-
-Vete a la mierda tu y la zorra de la puta de tu amiga-grite furiosa levantándome, el abrió sus ojos de par en par y su expresión era divertida trataba de ocultar una evidente sonrisa, una carcajada diría yo, camine escaleras arriba, hasta el hambre se me había quitado, entre a la habitación de Kerem y me aventé a la cama agarrando "el dolor mas grande" lo abrí y sentí una mirada atravesándome, deje caer el libro en mi cara.-lárgate antes de que te golpee-dije al borde de la locura.
-Valla que eres celosa.-dijo divertido.
-Te dije que te vallas a la mierda-suspire.
-No te molestes nena-dijo cercas de mi- y a todo esto, esta sigue siendo mi habitación.
-En ese caso yo soy la que me voy-dije parándome pasando a un lado de Kerem, me detuvo por la muñeca.
-Si que hago sacar lo peor de ti-rodee los ojos- Maldices, eso es un avance.
-Que te den Kerem, que te den-dije al borde, el suspiró.-Ve a hablarle a tu amiga.
-Ya lo hice.
-Ah que gusto.
-Eres tu niña ilusa-dijo halándome hacia el, pegándome a el- Tu eres esa persona, yo te quiero a ti-susurro cerca de mis labios- A nadie que no seas tu ¿Entiendes?-podía sentir como si respiración se mezclaba con la mía, esa atracción magnética que sentía hacia el no la podía ocultar.
-Yo no tengo el cabello rojizo- lo miré haciendo una mueca,
-Entonces ¿Que es esto?-dijo acariciando mi cabello.
-Parece pero es mas color vino-dije avergonzada.
-Me gusta-tuve que respirar al menos diez veces para decirme a mi misma que no lo besara, el se separó de mi y se acostó en la cama-Ven aquí mi pequeña tonta-dijo extendiendo sus brazos.
-No soy ninguna tonta-dije frunciendo el ceño caminado hacia el, me acosté a su lado y el rodeo mi cuerpo con sus brazos.
-Entonces eres mi pequeña fiera.
-Vete a la mierda-reí.
-No uses malas palabras, eso déjalo para mi-me regañó.
-tu sacas lo peor de mi-le recordé.
-Esta bien solo no uses ese vocabulario por favor-dijo molesto,
-Esta bien-respondí y me pegue mas a su cuerpo descansando mi cabeza en su pecho, Kerem acariciaba mi cabello con lentitud, besó mi cabeza.
-Arréglate ya cariño-me abrazo más fuerte.
-Si no me dejas ir no puedo-reí.
-Me cuesta dejarte ir-dijo besando mi mejilla, sentí como rió sobre ella.


Antes de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora