Alma:
Mis bebés ya tenían un mes y en estos días aprendí mucho de ser mamá... ¡Y todavía me faltaba mucho!
Lo que más me asombraba era la rapidez con la que crecían, estos bebés no parecían de un mes sino que aparentaban de cinco meses y Edwin estuvo buscando el porqué. Al parecer, siempre fue normal el crecimiento rápido de los vampiros, pero en este caso de hibridez no estaba muy seguro de cuánto crecerían por día.
Sin embargo, aquí estaban conmigo, mientras que los hamacaba y alimentaba con una mamadera con sangre. Ya era la sexta vez en el mes que rompían la mamadera con sus colmillos... Y dejé de darles de mi dedo por esa razón.
No medían la fuerza de su mordida y me daba algo de ternura al ver el resto de su dentadura salir. Por suerte, Bella creó una comida para ellos.
Era como una papilla con sangre... Y les encantaba.
Cada sonido y sonrisa que me regalaban, era único. A veces, extendían sus manos y tocaban mi rostro de una forma curiosa mientras miraban con atención, y Juliann tampoco se salvaba de ser analizado por ellos.
Amaban descansar en todos lados, excepto en su cuna a menos que estuvieran muy cansados, ya que preferían estar con nosotros. Por lo general ocupaban la cama y muchas veces Juliann y yo nos despertábamos siendo mordidos por ellos.
Por suerte, Andrei, Alec y Amelie ya pudieron conocer a los bebés. Su tío no se inmutó mucho, pero se veía que les ganó cariño. Alec se quedó encantado con ambos y dijo un comentario que no le agradó a Juliann: "Diana huele muy dulce... Parece un caramelo".
Creo que desde ese día, Juliann lo miró con mala cara cada vez que se lo cruzaba y yo quiero pensar que lo dijo con una intención tierna, ¿No?
Amelie llegó a los pocos días, su sonrisa no se borró en ningún momento y vi un ligero gesto de tristeza en su rostro. Recordé que ella quiso estar con su alma gemela y en un futuro, tener hijos también. Ojalá algún día ella pueda ser feliz y tenga una segunda oportunidad.
Iba a seguir en mis pensamientos, hasta que Juliann apareció en la escena vistiendo un traje más que elegante.
—¿Cómo están mis vampiros favoritos? —Él se sentó a mi lado y saludó a David y Diana.
—Con mucha hambre... Mira sus cachetes —reí.
—Son perfectos —Sonrió y agarró a ambos —No puedo creer lo grande que están.
—Ni yo —lo miré de reojo —¿Cómo te fue en la reunión con el Clan Wolforne? ¿Nos ayudarán?
—Sí, nos ayudarán en caso de que el problema con el Reino Armoris esté complicado —asintió —Agradezco a mi madre por haber hecho el pacto con los lobos hace siglos.
—¿Por qué lo hizo? —pregunté.
—Porque ella se dio cuenta de que la tensión era innecesaria, ambos bandos nos alimentamos para vivir y juntos seríamos más poderosos —Explicó —Tenemos cazadores casi iguales, hay lobos que comen humanos y es claro que los cazadores no se quedarán quietos.
Sonreí al verlo hablar feliz sobre su madre, ojalá se pudiera revivir gente...
"Si se puede, con la ayuda de una buena bruja"
Bah, ya era tarde, ni siquiera su cuerpo existía, había sido destrozado por Víctor. Recuerdo que él me contó que vio cómo fue asesinada y no fue muy bonito.
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Eternos: Mi vampiro favorito II
VampireAmbos, buscando la tranquilidad en su familia, se darán cuenta de que los problemas aún no han acabado, pero cualquiera que entre a las garras de los Valt, será destruido. La familia se agranda, un mundo nuevo abarca la historia, y enemigos tambié...