Elysian [Poliamor]

37 - Peach 🎸

Había subido el capítulo hace media hora pero se subió mal, los párrados todos unidos y hay gente que ni siquiera podía leerlo. Aquí está el capítulo correcto.

***

En el juego del amor no hay reglas, tampoco vencedores.

Una vez que entras en él sabes que solo hay dos finales posibles: la mejor historia de amor o un corazón roto. ¿Cuál de los dos me tocaría a mí?

Llevaba días pensando en mis sentimientos. Intentaba aclararme y tomar una decisión, pero era tan imposible como dejar de respirar. Solo el tiempo y la distancia resolverían todo, pero, ¿cómo hacerlo conviviendo con ellos tres?

El sexo libre y sin ataduras era la mejor solución, pero aquello había dejado de ser viable hacía mucho. Con sentimientos de por medio, cada vez más intensos, el corazón tomaba el mando en cada encuentro íntimo.

Pero, ¿con quién deseaba estar?

¿Drew?

¿Zac?

¿Jax?

No podía responder aquella pregunta porque estaba enamorada de los tres.

La sola idea de rechazar a cualquiera de ellos me asfixiaba, pero no hacerlo me hacía sentir culpable.

¿Cómo podía querer a tres hombres? La sociedad me había enseñado que el amor era cosa de dos, pero mi corazón se negaba a seguir ese patrón.

La única forma que había encontrado para mantener la mente en blanco eran las duchas de agua helada. Con las neuronas congeladas era imposible pensar en nada.

Ese era el plan para empezar el día.

Estaba a punto de llevarlo a cabo cuando escuché a Drew gritar en el piso inferior, mandando a alguien a la mierda. Aún cuando no podía escuchar lo que decía, estaba claro que discutía de forma acalorada con alguien.

Mierda.

Con el miedo de que fuese una pelea eché a correr escaleras abajo, con el corazón en un puño, y fui a su encuentro. Aterrada. Preocupada ante la posibilidad de verlo a punto de partirse la cara con otra persona, pero allí no había nadie más que él. En parte, me tranquilizó.

—¿Qué pasa?

Apoyado contra el mueble de la cocina, el rubio sostenía el teléfono en la mano y deslizaba el dedo por la pantalla, de forma demencial.

—He buscado el nombre de la banda en Rockstagram y he encontrado mucha basura contra nosotros. Esos cabrones se inventan mierda de todo tipo para hundirnos.

—Sabíamos que esto pasaría. Lo mejor que puedes hacer es dejar las redes sociales de lado. No te harán ningún bien.

—No puedo, tengo que saber lo que dicen de mí. —Continuó deslizando el dedo sobre la pantalla hasta que se detuvo, y esbozó una mueca de desagrado—. ¿Quieres saber lo que dicen de ti?

Espera, ¿qué? ¿También había malos comentarios hacia mí? ¡Pero si no había hecho nada malo! Mi salud mental estaba al límite intentando ser perfecta en todo momento. No había razón para que me lloviesen malas críticas.

—Prefiero que no. —Era mejor ser ignorante pero feliz. Al menos, eso creí al principio, pero la curiosidad acabó ganando—. Mierda. Enséñamelo.

Terminé de acortar distancias y hundí la nariz en su teléfono, arrepintiéndome muy pronto de ello.

«La bajista no aporta nada al grupo. Podrían echarla y nadie se daría cuenta».