Text me back 『Janeff』HIATUS

【27】

                             De nuevo había vuelto a suceder, estaba seguro de que ese asqueroso ser apenas pensaba bien, estaba seguro desde que entró en su laboratorio y encontró pruebas con nombres demasiado curiosos como "inmortalidad", "señuelo", o "ilusión", claramente no quería saber de qué se trataba, solo una de ellas era demasiado obvia. La primavera en días frescos era agradable, ni una sola nube, un sol radiante -quizás demasiado- y una suave brisa fresca que ayudaba a la temperatura. Como la última reunión con diversos Creepypastas fue un éxito, Slenderman pensó que hacer otra sería la idea suprema y a que a sus no tan queridos refugiados le sentaría de maravilla. Jeff estaba que echaba humo por las orejas, llevaba días molesto, dejó de contestarle a Jane debido a como se sentía, no podía olvidar lo mentirosa que se había convertido, eso o simplemente que el saber que llegaría al lado de su hermano mayor le hacía hervir la sangre.

De nuevo el jardín de la casa en donde vivía estaba repleto, el maldito jardín estaba lleno de gente que opinaba que era imbécil, que solo era una egocéntrico asesino que había estado metiendo a gente en su juego solo porque le gustaba el poder. Pues sí, le gustaba el poder ¿Qué más iba a decir? Nada, esa era su actitud. Se quedó sentado en las escaleras de lo cabaña, no quería salir y ver a ya sabían quién con el otro quién, no era para nada alentador. En ese momento solo deseaba que la policía notara el bullicio y todos quedaran detenidos, o al menos que se fueran.

-Jeff, ¿No vas a ir? Hay personas que conoces, como Jack, Hoodie, Laughing Jack, incluso Alice a venido.-La pequeña Sally bajaba de su habitación, pero se paró en seco al ver al mayor en mitad de las escaleras.-Jane también ha venido.

-No pronuncies ese nombre en mi presencia.

La menor se quedó algo confundida, sin duda había pasado algo de lo que no estaba enterada pero tampoco le preocupaba mucho, eran cosas de adultos en los que no le interesaba meterse, ella solo quería ir a comer unos bocadillos y disfrutar de la gente que pensaba que era adorable consiguiendo tener su atención, una carencia que comenzó a dar luz hacía un par de años. Le dio un pequeño y breve abrazo al Killer y se fue corriendo al jardín.

Suspiró, cuando comenzó a conocer a la pequeña Sally una sensación, un pálpito en su corazón le decía que debía cuidarla, que era demasiado pequeña para ese sucio mundo en el que vivían y que era frágil. Slenderman lo llamó "Instinto paterno", Jack "Hermandad" y él "Una persona que le agrada" como siempre, a pesar de no sentir lo mismo cuando veía a Eyeless, que muchas veces merecía un puñetazo. Tenía treinta años y los niños normalmente le levantaban debilidad.

-Jeff, me ha dicho Sally que no quieres salir, ¿Ocurre algo? ¿Te sientes mal?

Slenderman se había tomado el detalle de ir a revisarlo, sabía que solo le preocupaba su salud, no su estado mental, que iba siendo lo mismo, pero ya tenía en claro que estaba jodido de ello y jamás se recuperaría, era lo que tenían en común todos ellos. Jeff levantó la cabeza observándolo y negó, no quería salir, ¿Era tan difícil de comprender?

-Esfúmate Slendy...tú no lo comprenderías. 

-Ah ya veo...-Slenderman murmuró, estaba empezando a entender la situación y más con lo que le había dicho la pequeña Sally que no se guardó ni siquiera el nombre que el chico dijo.-Que no me agrades no significa que no tenga sentimientos, yo estuve casado hace años.

Eso llamó la atención de Jeff en un  alto nivel, confundido, ¿Slenderman enamorado? Era algo imposible de pensar y por ello comenzó a reírse, incrédulo de lo que habían escuchado sus orejas.

—No me lo creo jajaja, eres un bufón.—Slenderman solo lo miraba en silencio.—¿Y quién era? No, Slenderwoman, que fuerte...

—Mi esposa falleció de cáncer antes de yo convertirme en Slenderman.

La sala quedó en silencio tras decir aquello, no entendía bien por qué debía soltar algo que jamás le contó a nadie, pero era inteligente y sería de utilidad, al menos lo fue para acabar con sus burlas que ahora le torturaban, sabía cómo se sentía perder a alguien.

—¿Qué te molesta?

—Liu...—Se cruzó de brazos.—Jane seguramente esté en una relación con él y yo...

El hombre trajeado se agachó hasta su altura, estaba seguro de que ya lo sabía. Jeff solo pudo mirar sus manos algo nervioso, temblaba y no quería decirlo, era un nudo de emociones en su garganta que tragó seguro de que jamás diría algo así, tan impropio de él.

—Jane es solo...increíble, es todo.—Suspiró rendido, jamás lo diría.—Tenemos cosas que hablar que ella no quiere saber...

La lengua oscura de Slenderman se hizo paso entre su piel sellada, abriéndola como si se trataran de unos labios. Abrió la boca algo sorprendido y a la vez curioso de lo que escuchaba.

—Jeff, ¿Hay algo que yo no sepa?—El asesino negó rápidamente.—Sin mentiras.

—Verás, hace años...

Suspiró.

Milky-