Text me back 『Janeff』HIATUS

【34】

Había pasado una semana que no recibía nada de ella, se preocupaba por su salud, por como su corazón se había detenido por varios segundos en la mitad de la oscuridad nocturna, en sus brazos. Según había escuchado de la pequeña Sally, Jane tomaba medicamentos para ayudar a su problema cardiaco que causaba esas pérdidas de consciencia debido al mal flujo de sangre hasta el cerebro, pero había una posibilidad de que no le quedaran medicamentos o no lo hubiera tomado. Suspiró, había hecho mal en lo que le dijo vía mensaje, una declaración patética que ni si quiera parecía tal cosa.

Estaba echado en su cama, el olor a sudor que desprendía no le resultaba incómodo porque no le importaba. Las sábanas quedaban a la altura de su cintura y estaba a punto de estallar en un mar de tristeza muy diferente al que alguna vez había sentido.

—Jeff, Zero está buscando su camisa blanca, ¿Sabes dónde está?-Eyeless tras darse cuenta del estado de su amigo, el cual no había cambiado en días, comenzó a preocuparse.-Venga hombre, ¿Qué te pasa?

-La he cagado...no debí mandarle ese mensaje.

Jeff murmuró, estando de cara a la pared sin ánimos ningunas de una charla larga, cosa que el demonio de host de piel grisácea había notado. Se sentó a su lado poniendo una mano sobre su hombro, ni siquiera se inmutaba y estaba seguro de que la razón, la cual desconocía por completo, tenía peso, no se imaginaba que estaba lejos de ser algo común en él. En cuanto se dio cuenta del olor que había en la habitación, repleta en el ambiente de suciedad, sangre y polvo, pudo deducir que estuvo impregnado en tristeza o mayor pereza, aunque realmente a Killer no le gustaba tener su "santuario" sucio.

-¿Qué mensaje?  Pero, ¿De qué hablas?

Se dio la vuelta entre las mantas de la cama observando a su amigo, no le había dicho nada a nadie de lo sucedido, por el momento el joven sin ojos no caía de que hablaba de cierta chica que parecía haberse rendido con él. Sí, siempre que estaba cerca suyo ocurría algo malo, quizás era la mala suerte que siempre tuvo en su vida.

-Le dije algo a Jane que no debí decirle, una estupidez justo después de darle problemas.-Hablaba en voz baja con la voz ronca.-La única declaración que he podido hacer en mi vida.

De repente a Jack se le bajó la presión, no estaba seguro de si había escuchado bien, ese hombre tenía sentimientos y que por extraño que pareciera los había mostrado por una vez en su vida, pero no se esperaba de tales hacia una chica que intentó mantener lo más lejos que podía de él. Estaba a punto de echarse a llorar de la risa, se contenía pero en cuanto se le escapó un poco recibió un golpe en la espalda que lo dejó seco, arrebatándole la respiración.

-No es gracioso...hace una semana que no me escribe, antes al menos tardaba un día o unas horas.

Pasó de ser algo gracioso a simplemente penoso, se trataba del mítico "goshting" o el ya tan conocido odio que se tenían. Algo que Jack ya había notado antes era como años atrás Jane perseguía a Jeff, algo muy normal puesto que era la costumbre y fue así como los conoció, pero más tarde la chica desapareció, nadie sabía nada de ella hasta que por algún rumor escuchado del mismo dueño de la casa se supo que estaba conviviendo con el hermano mayor de los Woods. De un día a otro ya no le perseguía, más bien era como si no quisiera tener nada que ver con él y fue algo que ella misma le dijo, pero el por qué no lo sabía nadie.

Aunque por una parte era comprensible.

-Supongo que necesita un tiempo para asimilarlo.-Se quedó pensando.-¿Por eso atacaste a tu hermano?

Jeff asintió.

-Menudo espectáculo diste. Mira, será mejor que vayas al río a bañarte y limpies este lugar, no quieras llamar a una familia de mapaches a vivir aquí, ya pareces el padre.

-Gracias Jack. Quería sin ti...

Había pasado una semana de que Jane no le respondía, la chica no podía sacarse de la cabeza aquél mensaje que le envió pero no pudo verlo más veces, tampoco sabía dónde estaba su teléfono, pero de que lo recuperaría lo haría, estaba claro.

Sabía que todo fue culpa de ese dichoso mensaje y en el momento en el que su corazón decidió detenerse.

Hemotoxin-