Los Hijos de Anfield: El Legado (#2) [Completa ✔️]

Capitulo 8

Un beso de despedida y una bienvenida

Las semanas siguientes Thomas inventó una rutina para hacer mis días más amenos. Solíamos ir a la piscina que no sabía que existía en la planta baja del edificio. Había comprado ropa nueva, buscando distraerme y aunque a Thomas no le hacía gracia el acompañarme no tenía de otra.

Carmen seguía yendo ahora una vez a la semana. Había intentado hablar con ella pero ella entendió. Entendió mis disculpas y ambas volvimos a platicar por ratos.

Un día me descubrí viendo fotos de Michael y mías  en el celular y aunque no quemaba como antes aun dolía el recuerdo. No todas las noches lloraba y Thomas me hacía compañía durante las noches de pesadillas. Puse mis dedos contra mis labios y deposité el beso sobre aquella fotografía que nos habíamos tomado después de año nuevo Michael y yo. Un último beso.

Descubrí que Thomas trabajaba, tenía su propia empresa de telecomunicaciones que poco a poco crecía, a veces se encerraba horas en la biblioteca hablando en un Alemán fluido, por las mañanas salíamos a caminar y mucho más temprano a ello el solía hacer ejercicio en el gimnasio del departamento. A donde quisiera ir él me acompañaba, decía que podía ser peligroso y más para una chica de un pueblo pequeño.  Descubrí que con el color verde sus ojos se tornaban algo azules, que su película favorita era "La lista de Schindler" y que cuando reía su mandíbula se marcaba más de lo normal junto a las líneas alrededor de su boca.

-¡Como que nunca has visto Friends! .- dije alarmada.

-Esta en mi lista de series por ver pero ya sabes, el día solo tiene veinticuatro horas.

-Podemos verla.- me escaneo con la mirada.- Si quieres claro.- dije rápidamente.

-Seguro.- Siguió su mirada hacia enfrente, manejando su camaro del 69' a una velocidad decente.

-¿Ya me dirás a dónde vamos? .- Sonrió complacido, sabiendo yo que no lo diría.

-Es una sorpresa. Oliver me recomendó el lugar.- Debía admitir que estaba emocionada y la gente nos miraba con curiosidad.

-¿Cuántas chicas has subido a este auto? .- Dije mirándolo. 

-¿Por qué quieres saberlo?

-Curiosidad.- Me encogí de hombros, miré hacia la ventana, varios rostros nos miraban con curiosidad. Era imposible que Thomas no captará la atención de la gente. Nos detuvimos en un semáforo y las chicas pasaban con su ropa de fiesta secreteando y mirando hacia nuestra dirección.

-Ninguna.- Lo miré de vuelta, muy seria.- Ninguna chica se subió antes de ti.- Segui mirando hacia enfrente y mi respiración se detuvo por un momento.

-¿Ni Olivia? .- Él me miró, ahora muy serio. 

-No. Yo no fui el perrito faldero de Olivia como Michael, Adams.- Sentí una punzada de dolor y recordé como respirar.

-¿Que paso entre Olivia y tú? .- Volvió a mirar la calle frente a él.

-Fue un enamoramiento absurdo, dos hermanos peleando por la chica, pero yo sabía que debía estar con él. Yo nunca habría podido darle lo que quería. Yo era, soy un Hijo de Anfield, buscando formar mi propio legado, ella necesitaba una vida sencilla y no hubiera encajado aquí.

-¿Eres prejuicioso? .- Levanté una ceja.- Cómo podrías saberlo si ni siquiera lo intentaste, meterla a este mundo.

-No era eso, era una chica demasiado linda. Este mundo se la habria tragado. ¿Y quien dice que no lo intente?