4O ; Chuu

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El 30 de septiembre fue la ultima vez que publique un capitulo y antes que todo solo quiero pedir disculpas por la abrupta discontinuidad. Han pasado muchas cosas estos meses e intentando bajo todo los medios seguir con mi vida pacíficamente. Desafortunadamente por más en orden que me pusiera nunca encontraba el momento o la inspiración para terminar de escribir a pesar del que final ya estaba guionado.

Así que para aquellas personas que siempre estaban leyendo solo quiero decirles que estoy de vuelta para darles un cierre a esta amistad que he construido aquí y sus aventuras. Los capítulos no están en su edición final por lo que pueden encontrar muchos fallos en ellos. Lo arreglare a penas pueda. 

Ahora sin más preámbulos, sigamos. 





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Jungeun estaba muy aburrida. Bueno, había estado muy aburrida la mayor parte del viaje, por que tal vez esto de los tours guiados no son lo suyo.

Y tal vez esto de los tour guiados tampoco son lo mío ¡porque me dio tanto sueño que no me di cuenta en que momento comencé a dormir!

Acabo de reaccionar, todo el mundo esta prestándole atención al hombre que siempre estuvo hablando, así que nadie nota que estoy bostezando. Jungeun esta muy concentrada viendo Inuyasha, a pesar de que inicialmente había dicho que no le gustaba ni interesaba.

Mi cara se siente hinchada lo que significa que no dormí solo 20 minutos. Sin querer dejo caer mi bolso a los pies de mi compañera y todo lo que tenia guardado se caen en todos lados.

No quería interrumpirla pero ahora toda su atención es mía.

—Llevas durmiendo dos horas. —Dice mientras me ayuda a recoger mis cosas.

—¡Dos horas! —Me atraganté con mi propia respiración. ¡La he dejado aburrirse sola por dos horas! Intento disculparme pero mi llavero de sawako de kimi ni todoke, se esta yendo muy lejos debido al movimiento del autobús. Jungeun intenta alcanzarla por mi pero en cuanto nos damos cuenta esta resbala directamente a los pies del hombre que esta hablando y es aterrador el instante en que lo pisa.

Creí que sawako había muerto, pero entonces, el hombre casi cae al suelo.

Mis llaves hicieron que se tropiece.

Todo el mundo me esta mirando ahora. Especialmente Jungeun que parece que no sabe si golpearme o reírse de mí.

El hombre de la guía intenta fingir que no se ha asustado de casi caer.

Y yo tengo que levantarme con la cara hirviendo de la vergüenza a recoger mis llaves.

—Tienen que perdonarla. No ha dormido casi nada. —Me excusa Jungeun. Nadie dice una palabra. El hombre siguen hablando y hablando como si nada hubiese sucedido y todos me dejan en paz. Me siento en mi lugar, completamente mortificada. — ¡Jiwoo que demonios! ¿Sigues Zombie?

—Un poco. —Y ciertamente, si no dormí nada anoche.

Y no por las razones esperadas.

—¿No dormiste nada?

—No casi nada.

—¿Porque?

Me gustaría decirle que fue la ansiedad de la salida, pero no fue por nada de las cosas que podían pasar, fue peor.

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