Siempre se había sentido un poco culpable, odiaba el hecho de la gran cantidad de ocasiones que había estado fuera durante el día de las madres.
Mientras fue adolescente estuvo brincando de un país a otro, apenas y tenía tiempo para dormir, así que aunque él no lo quisiera así, su familia siempre estaba en un lugar bajo en su lista de prioridades y obligaciones.
Cuando la banda terminó trató de ser un hijo más presente, de encargarse de cosas y responsabilidades que antes no tenía con su familia.
Y creyó que llamar algunas veces al mes y encargarse de que todo se encontrará económicamente estable era lo mejor que podía hacer viviendo a miles de kilómetros de distancia.
Hasta que comenzó a salir con Charlotte y se dió cuenta de que realmente no era así.
Ella llamaba a su abuela cada día, sin falta. Siempre sin importar que tan ocupada estuviese o que tan mal la hubiera pasado, ella llamaría, para contarle todo y pedir consejos.
Preguntándole cómo estaban sus gatos y cachorros y que había hecho durante el día, no solo le daba dinero sin importar si ella terminaría un poco apretada al final del mes.
También hablaba con su hermano periódicamente para asegurarse de que estuviera bien atendida y tuviera una vida y un hogar más feliz.
Y se sintió aún más culpable...
Literalmente la pelinegra hizo todo lo que él no, pero tomó cartas en el asunto y empezó a involucrarse realmente.
Incluso se encargó de que le construyeran la estructura para un huerto a su madre en el jardín, y un montón de cosas más.
Este día de las madres sería distinto, había rentado una cabaña cerca de un bosque que tenía varias actividades como pesca, recolección de hongos, además de tener el sitio perfecto para hacer una fogata.
Había llevado a Charlotte, a su madre, a su padrastro y después de muchas súplicas a su hermana y a su novio (porque Gemma insiste que sería triste ser la única sin una pareja allí).
Era un sitio realmente hermoso, con una cabaña acogedora, con pisos de madera en las áreas comunes y un piso alfombrado en las habitaciones, realmente pintoresco.
El primer día fue muy divertido, incluso jugaron juegos de mesa después de mucho tiempo, Harry destrozó indiscutiblemente a Gemma en "Monopoly" aunque ella aún lo niega, y su relación con Charlotte se rompió en miles de pedazos después de un +4 jugando "UNO".
Después del día de juegos, todos estaban agotados. Sobre todo él y su chica después del vuelo, así que Charlotte se adelantó y tomó una ducha.
Harry no estaba de humor para un baño, quería desnudarse y meterse a la cama. Aunque sabía que Charlotte diría algo al respecto sobre el hecho de que es inapropiado dormir desnudo fuera de casa.
Se desviste y solo para evitar el regaño tapa su polla con una de las mantas.
Aunque era un lugar muy frío, el aire acondicionado era lo suficientemente cálido para que dormir desnudo no fuera un problema.
Cuando ella sale de la ducha a diferencia de lo qué él pensó, ella estaba con una de sus pijamas habituales con los pantalones cortos y la pequeña camiseta a juego.
Sus piernas lucen suaves y muy brillantes tal vez usó esa crema de aroma floral que a él le gusta, ahora en lo único que piensa es en lo mucho que quiere oler su piel.
Pasa de largo, ni siquiera nota el hecho de que está desnudo sobre la cama y apenas está siendo cubierto.
Directamente va hasta el cajón de su mesita de noche y en medio de su propia nube de pensamientos, toma el cuaderno color bermellón junto a los lápices de grafito. Se recuesta a su lado y empieza por poner la fecha en la esquina de una de las hojas color marfil.
