Aman Halloween, sin ninguna razón en especial pero adoran las fiestas donde tienen que disfrazarse. También les encantan los pretextos estúpidos para atiborrarse de dulces mientras ven películas de terror, así que se pusieron realmente felices cuando Blake dijo que iba a hacer una fiesta en honor a la aterradora festividad, ambos están terminando de arreglarse ella está poniendo un labial rojo cereza en sus labios y por la reacción del ojiverde cree que le gusta el color en sus labios.
-Te ves sexy, me gusta el rojo -Pronuncia mientras encuentra la abraza por la espalda y la mira a través del espejo.
-Gracias -Responde la pelinegra tímidamente mientras limpia las comisuras de sus labios para que quede perfecto.
-Tenemos que irnos, cariño -Anuncia mientras terminan de vestirse y guardar sus pertenencias.
Desde que llegaron el ambiente se apoderó de ellos y cada gota de alcohol que han consumido ha comenzado a hacer estragos en sus sistemas. Bailando y cantando al ritmo de canciones divertidas mientras de vez en cuando comparten besos y se divierten con sus amigos.
-Ven aquí -Pide el ojiverde tirando se su brazo hasta la pequeña habitación siendo algo más bien parecido a una alacena.
Las manos fuertes y valientes la adentran en la pequeña habitación mientras la toma firmemente por la cintura guiándola hasta que queda frente a él. Se sonríen unos segundos antes de que el rizado tome la mandíbula de la pelinegra y unen sus labios en un beso lento y húmedo que hace estremecer los deseos de ambos, han estado mirándose con ojos lujuriosos desde que la noche comenzó así que sin ninguna razón en específico decidieron que lo más apropiado era escaparse de la fiesta y terminar encerrados en la alacena de Blake donde pueden besarse y tocarse cuanto quieran.
Tal vez fue la combinación del vestido negro y ajustado con las medias de red, o que sus labios están pintados de rojo, un color demasiado atrevido en comparación de los habituales (y también sensuales) brillos labiales de color rosa que está acostumbrada a usar. Se ve sexy, y definitivamente es algo que le fue difícil ignorar, por su lado ella también se vio tentada cuando él optó por una camisa color negro con un par de cadenas en su cuello con los primeros botones abiertos dejando a la luz a las dos aves que lleva tatuadas en el pecho, además ha estado jugando con ella, la toma de la cintura y la prieta contra su torso cada poco tiempo como si no fuera consiente del efecto que puede causar en ella.
Separa sus labios del beso para que el ojiverde lleve sus besos hasta su cuello donde comienza a lamer y morder escuchando como suelta leves quejidos en placer, en medio de esto ella logra llevarlos a ambos hasta el borde de una mesa donde puede sentarse y quedar ligeramente más arriba gracias a la altura de la mesa.
Dentro del frenesí de estar besando el cuello de su chica decide bajar hasta su escote, usando sus manos para bajar un poco la tela de su vestido para poder ver más de sus senos, hunde su rostro en medio de sus senos, mientras besa y torpemente quita su sostén gracias a ella que ha desabrochado el broche del mismo.
Retira los tirantes del vestido dejando su torso al descubierto, con senos afuera y con los pezones duros casi rogando que los meta a su boca, y lo hace escuchando casi de inmediato un gemido cuando sus labios entran en contacto con el erguido botón. Mientras su legua se entretiene con su pezón lleva dos de sus dedos hasta la boca de la pelinegra para introducir sus dedos dentro de esta, su erección simplemente crece cuando siente la suave succión de sus labios con sus dedos llegando hasta los nudillos sin importarle los anillos en sus manos, incluso pareciera divertirle jugar con los anillos dentro de su boca mientras él sigue chupándole los pechos yendo de un pezón al otro.
Saca los dedos de su boca, llevando sus manos hasta su caderas, para abrir sus piernas y en un impulso le es casi inevitable romper las medias para dejar las bragas libres, donde en lugar de quitarlas simplemente las pone a un costado dejando su sexo mojado ante sus ojos.