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-Pétalo, ¡Estoy en casa!- Es lo primero que dice al entrar en casa, está contento porque pudo salir del estudio más pronto de lo que esperaba y si ella no está demasiado ocupada podrán pasar la tarde juntos.

Cuando entra a casa se sorprende de no ver a Charlotte en algún lugar de su apartameno, pero en realidad no le da muchas vueltas y supone que debe está en su estudio y camina hasta allí para poder saludarla apropiadamente, pero la confusión llega cuando no la encuentra allí, va hasta su propio estudio pensando que tal vez está allí pero no es así, así por descarte está en la habitación espera verla recostada sobre la cama con su cuaderno en sus manos haciendo dibujos o verla viendo la televisión, pero cuando entra ve otra cosa completamente diferente a lo que imaginaba ver.

Cuando entra observa a Charlotte desnuda con una sábana cubriendo flojamente su cadera mientras monta su almohada, definitivamente no esperaba encontrarla masturbándose, no es el tipo de persona al que le molesta que su pareja se masturbe, en realidad ni siquiera sabía que Charlotte lo hacía, de hecho él mismo solo lo hace cuando ella está lejos, porque prefiere el cálido interior de su chica a su mano, así que en parte le exita la idea de que mientras está trabajando su chica está frotando su bonito clítoris contra su almohada.

Trata de no hacer ruido, no sabe si se cubriría al instante si descubre que está observándola, así que solo observa de lejos como gimotea cuando encuentra un punto particularmente bueno, y en realidad le gusta observarla así, desnuda y bonita solo para sus ojos, pasa una mano por su polla sintiendo como está endurecido, y no puede evitar pensar que haría ella si se entera que está ahí ¿Lo dejaría observar? ¿O le pediría que se vaya?. De hecho antes de esto jamás la había visto masturbarse.

Solo siente como se exita aún más cuando ve como comienza a pellizcar sus pezones mientras gime. Así que decide acercarse con cuidado tratando de no asustarla, una vez está detrás de ella se toma la molestia de observar como su pequeño coño se frota contra la almohada antes de poner su mano sobre su costado moviendola hasta uno de sus pechos, y acerca su rostro lo suficiente para poder dejar besos en su oreja y susurrar.

-Hola, amor, lucías muy bonita frotandote contra mi almohada- Solo puede escuchar como pronuncia un "hola" apenas audible mientras luce algo sorprendida por su pronta llegada a casa, los movimientos de sus caderas se hacen mucho más suaves.

-¿Me dejarías unirme a tí?- Solo escucha un leve murmuro en afirmación así que se sienta detrás de ella, lo primero en desaparecer es su camiseta, quita sus pantalones y sus boxers quedando tan desnudo como ella.

Sentado detrás de ella pasa su mano hasta su polla masturbándose flojamente mientras observa como Charlotte vuelve a frotarse buscando de nuevo el ritmo correcto, lleva su mano hasta el centro de su chica y la escucha soltar un quejido cuando el frío metal de sus anillos toca su cálida piel, con su mano en sus pliegues acaricia su clítoris e introduce su dedo índice dentro de ella escuchando como Charlotte suelta otro gemido, cuando quita su mano de allí con la excitación en su mano comienza a masturbarse mientras ella sigue frotandose de espaldas a él.

Comienza a mover su mano con mucha más brusquesa con la morbosa imagen de el centro de Charlotte frotandose contra su almohada, pero se ve interrumpido cuando ella se detiene hasta darse la vuelta y quedar a horcajadas sobre él.

-Ayudame, H- Escuchar su bonita voz suplicandole que la ayude a correrse pareciera hacer que su polla se ponga aún más dura (si es que eso es posible).

-¿Vas a querer mi polla o mis dedos?- Charlotte solo señala con su dedo índice la mano de Harry pero en realidad quiere molestarla y finge no entender que es lo que ella quiere.

-Plabras, conejita.

-Tus dedos, H. Por favor- Las emociones se ponen tan vulnerables en momentos como estos que Harry jura que Charlotte podría ponerse a llorar si no le hace caso y la ayuda a masturbarse, ligeramente acaricia su vientre y sus muslos hasta llevar con cuidado sus manos hasta su botón inchado suplicando un poco de atención, y comienza a hacerlo como a ella le gusta, comenzando con círculos lentos y lentamente comenzando a subir la velocidad de su toque, mientras él se encarga de satisfacerla en medio de sus gemidos y Charlotte toma el miembro de Harry en sus manos.

-Dios, lo haces tan bien.

-¿Puedes ir más rápido, amor?- Pregunta la pelinegra con los ojos llorosos de placer, como respuesta simplemente hace lo que le pidió y comenzó a frotar su pequeño manojo de nervios mucho más rápido.

Y duran así solo un par de minutos, simplemente disfrutando de las sensaciones que ambos se hacen sentir, de hecho rara vez se toman el tiempo para simplemente masturbar al otro sin sexo de por medio, no es que sea un inconveniente, pero siempre es agradable que ambos puedan ser satisfacerce de manera sexual de otras maneras.

Está concentrado en satisfacer a su chica, tanto que siente como el semen está apunto de salir de él mientras la escucha maldiciendo mientras se corre.

-Vamos, di mi nombre, amor.

-Harry, Harry, Harry, Harry- Y así la escucha decir su nombre en una mezcla entres sus gemidos y susurros hasta que su orgasmo comienza a disiparse y mientras ella hace esto la familiar sensación de su orgasmo comienza a salir de dentro de él hasta que simplemente no puede evitarlo y se corre llenando la mano de Charlotte de el espeso líquido producto de su exitacion, y sale un poco más de semen de su polla cuando la observa lamer el dorso de su mano probando su corrida.

Mientras trata de recuperar la respiración después de su climax, de repente siente como el ojiverde deja caer su cabeza en su hombro y como respuesta simplemente comienza a acariciar su cabello ayudándolo a recuperarse de su orgasmo.

Pasados los minutos y una vez su respiración y sus corazones volvieron al ritmo normal, lograron meterse a la cama debajo de las mantas simplemente buscando cubrir sus cuerpos del aire particularmente frío porque es verano y su aire acondicionado no es el mejor para estar desnudos por casa.

Ahora están en su cama compartiendo algunos besos after-sex, ese tipo de beso que es suave y ligeramente desordenado porque lo único que buscan es sentir al otro. Simplemente están charlando compartiendo algunas bromas buscando compartir la mayor parte de tiempo juntos, porque no siempre tienen tiempo para esto, no siempre tienen tiempo para recostarse sobre la cama y simplemente dejar que los minutos pasen solamente disfrutando de su cercanía y del contacto piel con piel. Ahora Harry está jugando con la barriga de Charlotte, jugando con sus sensibles cosquillas, disfrutando del sonido de la risa de su chica al mismo tiempo deja besos en sus muslos y sus manos.

-No es justo que yo sea la única que recibe cosquillas.

-No, pero luces bonita y quiero verte desnuda un poco más.

-¡Harry!- Dice golpeando de manera juguetona su bicep.

-¡Tú eras la que estaba masturbándose cuando llegue a casa!- Y en lugar de escuchar su respuesta solo ve como sus bonitas mejillas se sumergen en un rosa profundo, así que simplemente ignora su queja y continúa buscando sus cosquillas disfrutando de verla divertida debajo de él.

-¿Sabes que más podríamos hacer, bambi?- Charlotte niega con la cabeza.

-¿Una segunda ronda suena bien para ti?- De repente solo siente como sus labios son presionados contra la boca de la pelinegra en busca de hacer que el fuego en su interior se avive de nuevo.

-Voy a follarte tan bien que mañana no podrás caminar- Contesta interrumpiendo el beso observando como Charlotte ya está buscando la manera de que sus caderas se froten y puedan continuar con lo suyo.

¡Joder, Charlotte!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora