025. are thirty, Harry!

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birthday week and cake.

Ella duerme suavemente a su lado, con el pijama habitual de pantalones cortos y una pequeña camiseta de tirantes que no llega a su ombligo, en opinión de Harry demasiado caliente como para solo dormir.

Duerme tan plácidamente en su lado de la cama que su primer instinto es apretarla contra su pecho, eso, hasta que ve los dos pezones duros a través de la camiseta, él ya lo había dicho, simplemente demasiado caliente.

Y su polla, siempre tan sensible por la mañana, empieza a incomodar dentro del pantalón del pijama, sin ropa interior, porque él cree que para dormir es completamente innecesario, sin pensarlo dos veces saca su polla suave del pantalón.

La pelinegra, acostada sobre su lado derecho aún dormida, está en una posición lo suficientemente cómoda como para que él se recueste cerca de su pecho y en un movimiento suave pero firme mueve la pequeña camiseta hasta arriba de sus senos.

Viendo los dos sensibles pezones duros y los bonitos pechos desnudos frente a él, casi como un instinto lleva sus labios hasta uno de los pezones mientras su mano juega con el otro, frotando y jugando mientras chupa y succiona en el otro lado.

Puede sentir como su erección comienza a crecer justo sobre el muslo de la pelinegra mientras él continúa con su pecho.

Por su lado, ella en medio del sueño empieza a sentir un suave cosquilleo sobre sus senos que cada vez se hace más fuerte y agudo, provocando un palpito dentro de sus bragas, cuando al fin abre los ojos puede encontrarlo ahí, chupando su pezón con el otro entre sus dedos, muy duro y con la respiración agitada.

Cuando él nota que ella ya ha despertado la mano en su pecho se mueve hasta en medio de sus piernas dónde empieza a frotar por encima de la tela, ella se queja y lleva una de sus manos hasta la cabellera rizada mientras que continúa chupando y mordiendo.

¿Cómo él podía hacerla sentir tan bien?

Estaba haciéndolo justo como sabe que le gusta y que la pone particularmente ruidosa y desesperada.

Así había sido desde que empezó la semana en lo que él bautizó como "semana de cumpleaños". Así que ha estado necesitando follarla cada segundo del día sin importar el lugar o la posición, simplemente muy caliente y con la libido hasta arriba.

Y como pretexto diría algo como "es sexo de cumpleaños, puedes verlo como un obsequio" o "es casi mi cumpleaños, te necesito", y ella jamás podría negarse, nunca a Harry.

Una vez ya ha jugado suficiente con sus senos sube los besos hasta su cuello, chupando debajo de la mandíbula antes de besarla en los labios, en un beso sucio y muy desordenado, incluso muerde suavemente en su labio inferior.

"Nena, date la vuelta para que pueda follarte." Ella no dice ni una palabra después de eso, solamente se da la vuelta, el ojiverde comienza a bajar los pantalones cortos junto con la ropa interior, solo lo hace hasta sus rodillas y acerca su erección hasta su sexo.

Por un momento ella cree que ya va a follarla, pero primero empieza a frotar su polla por sus pliegues dejando que la punta golpee sobre su clítoris, ella misma juega con sus pechos expuestos aún húmedos de la saliva de Harry.

Él continúa frotándose hasta que considera que está lo suficientemente húmeda como para enterrarse dentro de ella, y cuando al fin se introduce ella jadea sintiendo cómo va entrando cada parte lentamente, sintiéndose llena y estirada a medida que entra.

Cuando ya está completamente dentro pasa su mano por su cintura con intención de llegar hasta su clítoris y acariciarlo mientras comienza a moverse suavemente en su interior.

¡Joder, Charlotte!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora