Londres, Inglaterra.
No puede evitar maldecir en voz alta cuando ve el reporte sobre su cuaderno, tendrá que salir al menos 2 horas más tarde, jamás había ido a detención y se había esforzado bastante para ello, prestaba atención a clase, era lo más amable que podía y hacia lo que estaba en sus manos para obtener buenas notas.
Así que sí, está jodidamente molesto, rápidamente camina hasta detención, al entrar escoge una silla y se sentará allí hasta que el reloj marqué las 6, agradece que su madre y su padrastro no estén en casa porque probablemente lo regañarian por llegar tan tarde a casa. Está distraído en sus pensamientos hasta que escucha como la puerta se abre y entra una chica, una chica bonita, no la conoce pero la a visto entrar a clase de química así que probablemente van en el mismo grado.
-Hola, ¿Qué hizo el chico listo de la clase para terminar aquí?- Le sorprendió la repentina confianza, claramente ella es mucho más extrovertida que él.
-Tengo reportes de un profesor, me salte algunas clases y mi profesora se dió cuenta ¿Y tú?.
-Insulté a la maestra de física, no lo tomo bien- solo suelta una leve risa antes voltearla a ver de nuevo, y tal como esperaba es aún más bonita de cerca. Pasan los minutos y ambos matan el tiempo en una conversación tonta y poco entretenida, ambos juegan con sus teléfonos o hacen tarea atrasada, Harry jura que ya es la hora de irse pero solo se decepciona cuando ve que aún faltan 40 minutos.
-¿A qué hora sales de aquí, Styles?.
-En cuarenta minutos.
-Tengo una idea loca, ¿vienes conmigo?- sabe que probablemente no sea una buena idea pero al diablo, ya está castigado y una travesura no marcará la diferencia.
-Sí.
-Para salir de aquí hay dos opciones, uno, ir hasta el cuarto de limpieza abrir la puerta de personal autorizado con una horquilla y salir por la puerta de atrás rezando que no nos vean a través de las cámaras o esa ventana- dice señalando la ventana que estaba casi al techo del salón.
(***)
-Mierda, ¿Puedes ayudarme?-Le pregunta mientras pierde el aire saliendo por la ventana, con una sonrisa acepta y la ayuda a llegar al suelo sana y salva.
-¿Ahora qué?.
-Sigueme- caminan solo unos minutos cuando Charlotte se detiene en un supermercado y entra.
-¿Qué hacemos aquí?.
-Robar- Abre sus ojos lo más que puede tratando de analizar lo que la pelinegra acaba de decirle.
-Calmate, es una broma, no robaremos nada solo venimos por alcohol- contesto mientras reía de manera despreocupada.
-No tenemos 21, no podemos comprar bebidas alcohólicas.
-¿Ves al chico de ahí, H?, bueno, es mi hermano esto está solucionado, dulzura- se pone particularmente nervioso cuando ella lo toma de la mano y lo hace caminar hasta el pasillo de licores, toma un vodka que no es el más barato pero no es el mejor, luego van hasta el pasillo y toma un litro de jugo. Cuando llegan a la caja efectivamente el cajero es su hermano Charlotte solo le da algunos billetes.
-¡No mueras en un coma etílico!- Charlotte solo saca su dedo medio y se lo muestra a su hermano mientras ríe, de nuevo toma al rizado de un brazo y le pregunta si pueden ir a su casa a beber lo que compraron.
(***)
-Tu casa es realmente bonita- dice observando los rincones de la casa.
-Gracias, a mamá le gusta decorar.