Había odiado profundamente el instituto, había superado sus expectativas con el primer año de universidad y ahora sentía que quería renunciar al segundo curso. Era el primer día del segundo año de universidad y el verano había sido increíblemente divertido. Había viajado, había conocido gente nueva, había recuperado el contacto con gente del pasado, consiguió un trabajo en una discoteca de la ciudad... Pero todo había vuelto a la normalidad. Seguía siendo un chico de 19 años con la obligación de formarse en la universidad. Tampoco le iba tan mal, la carrera de psicología no le era tan complicada como le habían dado a entender, pero en esos instantes se encontraba sumido en una eterna depresión posvacacional.
Estaba tranquilo, asimilando que era el primer día de clase, mientras ordenaba su taquilla. No la había echado de menos, a pesar de su afán por decorarla con fotos de él y sus amigos, no había extrañado el abrirla y encontrarse con todos los libros.
- ¡Louis! -saludó una amiga- ¿Cómo te ha ido el verano?
- Ha sido increíble Sarah -respondió abrazándole- Ojalá no hubiese terminado
- Yo ya estaba harta, trabajar en esa cafetería me estaba volviendo loca ¿Tú estuviste en una discoteca verdad?
- Si, Christopher, me consiguió el trabajo -dijo tornándose colorado
- Creo que no es lo único que te consiguió Christopher
- ¡Sarah!
Ambos amigos comenzaron a reír, pero el timbre interrumpió su charla animada. Louis recogió rápidamente los libros que tenía que llevar a su primera clase. El resto de los alumnos ya habían llegado o estaban escogiendo asiento, quedaban pocos sitios libres, pero consiguió uno en la tercera fila del salón. "Distancia perfecta, el profesor puede verme, pero tampoco pensará que soy un pelota por sentarme en primera fila" pensó. Procuró tener el material listo para la llegada y se olvidó de sacar sus bolígrafos. Agachó su cabeza hacia la mochila y cuando levanto la mirada, está chocó inmediatamente con otra lejana situada en la sexta fila del salón. No le dio tiempo a más, puesto que el profesor había entrado.
La clase avanzaba, pero Louis sentía esa mirada pesada sobre él. Se había girado varias veces y esa persona continuaba vigilándole. Se sentía bastante incómodo, apenas estaba prestando atención a la asignatura y cuando el timbre sonó fue el primero en recoger y salir de allí. Respiro tranquilo y aliviado cuando se situó frente a su taquilla. Se distrajo mirando la siguiente asignatura cuando la taquilla de su izquierda fue abierta. Miro en esa dirección y allí estaba aquella persona de nuevo. Louis se asustó como si hubiese visto un fantasma.
- Buenos días -dijo él con esa voz profunda
- Ho-Hola... Perdona, ¿nos conocemos de algo?
- Vaya, sé que no soy gran cosa, pero creí que me recordarías
- ¿Disculpa? Estoy seguro de que no te he visto nunca
- ¿Tú no trabajabas en Heaven poniendo copas?
- Bueno, sí, trabajé allí este verano -el timbre volvió a sonar
- Estoy seguro de que me recordarás
Aquel chico le guiño el ojo y se marchó de nuevo, dejándole totalmente boquiabierto. Estaba completamente seguro que no había visto a ese chico en su vida, le recordaría. No era un chico usual. Tenía los ojos verdes como esmeraldas, unos rizos color chocolate perfecto, la mandíbula marcada, la tez blanca, pero sin ser demasiado pálida. Salió del trance y se percató que estaba solo en el pasillo. Corrió hasta su segunda clase y el profesor había cerrado la puerta y casualmente ese chico misterioso también se había quedado fuera.
- Por tu culpa me he quedado fuera -acusó el chico
- ¿Por mi culpa? ¡Tú me has distraído a mí! -se alteró Louis
- ¿Yo? -rio fuertemente- Si no tuvieses memoria de pez la conversación no se habría alargado -se acercó amenazante
- ¡Me confundes! ¡Nunca me acercaría a un tipo como tú! -Louis también se acercó
- ¡No me decías lo mismo aquellas noches!
Ahora ambos estaban demasiado cerca. Louis sentía que le golpearía en cualquier momento, lo estaba deseando. No le conocía de nada y ya le estaba acusando falsamente. De pronto sintió como aquel chico le tapaba la boca y le metía junto a él al baño de los chicos. Louis no entendía nada. Solo tenía la boca tapada y aquel chico frente a él le miraba a los ojos mientras le mandaba callar. Unos pasos en el pasillo se escucharon y ambos se quedaron en silencio.
- Eso ha estado cerca -dijo el chico librándole del agarre
- Eres un imbécil -espetó Louis
- ¡Vaya! ¡De nada por haberte salvado de un parte!
- ¡No estamos en el instituto! En la universidad no te ponen partes por andar por los pasillos
- De todas maneras, de nada Louis
- ¿Cómo sabes mi nombre?
- Te lo dije antes -encogió los brazos- Sé quién eres
- Mira, yo en Heaven solo ponía copas. Te estás confundiendo de persona
- A mí no solo me ponías las copas -dijo con doble sentido torciendo una media sonrisa
- Eres un grosero
Louis salió del cuarto de baño dándose por vencido con aquel joven. Estaba desesperado con su actitud y por más que el recordarse, esa mirada verde no aparecía en sus recuerdos. Definitivamente, nunca se habían encontrado y el oji verde le estaba confundiendo con otro chico. Tenía que ser eso.
El castaño regreso a su casa cuando fue el final de las clases, estaba exhausto. Solo quería descansar toda la tarde en su habitación mirando series y películas. A media tarde su teléfono comenzó a vibrar y el nombre de Christopher apareció en la pantalla. Una sonrisa se hizo con su rostro, aquel chico era muy especial para Louis. Se estaban conociendo poco a poco, muy poco a poco para su gusto pero le encantaba.
- Hola Chris -dijo tímido
- Hola nene, ¿te pillo bien?
- Si claro, dime
- Me ha llamado mi colega, el jefe de Heaven
- Oh, que bien ¿Cómo le va?
- Bien, le va bien, pero necesita un camarero extra para este fin de semana y me ha llamado pensando que tú, como tienes experiencia, eres el candidato perfecto -dijo alegremente
- Ya Chris, pero lo mío fue un trabajo de verano, además ahora con las clases...
- Me ha dicho que te pagará 900 € cada noche, en mano -le interrumpió
Louis se quedó boquiabierto, no le hacía gran falta el dinero, ya que aún vivía en casa de sus padres y estos tenían unos buenos trabajos. Aun así él quería independizarse pronto y la verdad es que sabía que el dinero lo iba a necesitar y, a decir verdad, ese dinero le serviría de gran ayuda. Sobre todo contando con que su salario al mes en los meses que había estado trabajando en verano apenas subían de 900 €.
- Vamos Lou, es una oportunidad única, ni siquiera sé por qué estoy tratando de convencerte
- Vale -dijo rápidamente- Dile que me tendrá este fin de semana
- Genial, iré a verte por allí nene -dijo seductor
- Yo estaré encantado de recibirte, como siempre -respondió coqueteando
- Joder, no sabes las ganas que tengo de besarte
- Yo igual -dijo Louis mordiéndose el labio inferior
A pesar de no tener una relación seria con Christopher y ni siquiera saber si eran algo más importante que un lío, Louis se sentía flotar cuando el chico le decía cosas bonitas o simplemente las ganas que tenía de besarle. Era la primera vez que se sentía así por alguien y era genial, no quería que se acabase nunca.
ESTÁS LEYENDO
HEAVEN // LARRY STYLINSON
FanfictionLouis Tomlinson se ve abrumado ante el segundo año de universidad. El verano queda atrás, pero él quiere volver a él y reencontrarse con personas que conoció, incluso con aquellas que no recuerda haberse encontrado. Harry Styles estará ahí para hace...