Capítulo 32

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- ¿Y Jack? ¿Sigues con él o ya no?

Habían pasado toda la tarde hablando. El rizado había pedido una pizzas a domicilio y no dejaron de charlar en toda la tarde. Tenían mucho tiempo que recuperar y a Harry le gustaba demasiado ver a su novio feliz después de todo lo que había vivido.

- Si, nos casamos hace diez años -contestó Danna sonriente enseñando su anillo de compromiso- Y tenemos una niña, se llama Hannah

- No puedo creer que sea tío

- Me encantaría que algún día puedas conocerla, estoy seguro de que le encantarás

- Hemos estado separados tantos años...

- ¿Por qué te has marchado de casa? -preguntó Danna, aunque ya sabía la respuesta

- Bueno... En verano trabajé en la discoteca de Harry -dijo mirándole- Reuní un poco de dinero con el que quería independizarme. Ya sabes, pagarme la universidad, vivir mi vida... cosas que un adolescente sueña con tener -Danna asintió- Harry me propuso trabajar en su discoteca indefinidamente los viernes y sábados y acepté. Cuando se lo conté a mamá y papá... -se detuvo agachando la cabeza- Él me golpeo la mejilla diciéndome que solo aceptaba ese trabajo para ser un gigoló y que me manoseasen

- Por Dios, Lou...

- Harry vino a buscarme aquel día -recordó sonriendo levemente- Siempre me ha cuidado

- Le traje aquí en cuanto supe lo que había ocurrido -informó el rizado

- Después mi ex... -continuó, pero sentía que no encontraba el valor suficiente para hablar- Yo quise dejarle ya que él apoyaba a papá... No me dejo terminar con él... Harry y yo habíamos empezado a tener algo y...

Tomó aire de nuevo. Sentía que cada vez que recordaba lo ocurría daba un paso hacia atrás. Lamentablemente, tenía que vivir con aquello y esa sombra espesa del recuerdo muchas veces no le dejaba avanzar.

Harry sostuvo unas de sus manos masajeandola y apretándola levemente brindándole esa fuerza que sentía que le fallaba.

- Me violó

Danna le observó con los ojos cristalizados sujetando su otra mano con fuerza. Le dolía ver como su hermano se sentía. No pudo hacer nada por él, pensó en ella y se marchó dejándole solo sabiendo a la perfección como eran sus padres y de lo que eran capaces si se les llevaba la contraria.

- ... y papá le sacó de la cárcel -terminó

- No te mereces nada de lo que te ha pasado cariño -dijo su hermana acariciándole la espalda

- Tú tampoco te lo merecías

- No entiendo por qué Ally sigue en casa con ellos...

- Ella también se marchó de casa, pero no como nosotros. Encontró un trabajo muy bueno y se fue... Ya sabes, al parecer es la única hija de los Tomlinson que ha triunfado en la vida

- Eso no es verdad -interrumpió Harry- Quiero decir, Danna tiene una familia preciosa y una vida tranquila y plena y tú... Tú estás estudiando para ser psicólogo y ayudar a gente que ha pasado por tú mismas situaciones y además me tienes a mi

- Tiene razón -dijo Danna- Alguien que se queda contigo a pesar de todo, merece la pena de mantener

- Harry es mi única familia

El rizado sonrió ante aquello. Lo que sentía por el oji azul no lo había sentido por nadie jamás. Ese instinto de protección, de amor, de familia. Nunca nadie le había hecho flotar de esa manera.

La tarde continuaba tranquila. Louis y Harry se quedaron solos en el sofá mientras la hermana hablaba por teléfono con su marido. Louis se sentía muy afortunado por haberse podido reencontrar con su hermana y también de que el rizado estuviese a su lado apoyándole en todo momento. Quizás no tenía una familia unida como tal, pero ahora tenía todo lo que necesitaba.

- Gracias por haberla traído

- Es mi regalo de cumpleaños adelantado

- Espera -dijo separándose de él- ¿Cómo sabes cuando es mi cumpleaños?

- Sarah me lo dijo -rio el rizado- Pero me confesó que este año no querías ninguna gran celebración

- Solo quería pasar la fiestas contigo y nuestros amigos

- Aun así, quería darte un regalo de cumpleaños

- Me has dado el mejor regalo que nadie podría haberme

- ¿Estás enfadado conmigo?

- ¿De qué hablas Hazz?

- Dijiste que la echabas de menos, pero sabías que no le haría bien verte de nuevo

Louis sonrió con cautela. Tenía frente a él a un hombre que sería capaz de todo con tal de hacerle feliz. Nunca estaría molesto con él por eso. Sí que es verdad que le daba miedo que su hermana sintiese esa obligación de volver a estar con él y con ello rememorar todo lo que paso, pero nunca se enfadaría con el rizado por intentar verle feliz.

- Nunca podría enfadarme contigo por esto, amor

Se besaron tiernamente. Era la primera vez que Louis tomaba aquel apodo cariño para referirse a Harry. Este se sentía tan afortunado de poder hacerle feliz que no quería que nada les separase.

La noche cayó enseguida y los tres optaron por salir a cenar a un lujoso restaurante que Harry conocía a la perfección. Pasado mañana era navidad, y sabían que Danna tendría que volver a su casa con su familia, por lo que cenar el día antes del cumpleaños del menor juntos fue la mejor opción que tomaron. El restaurante estaba lleno de familias celebrando la llegada de las fiestas, también parejas de ancianos y parejas de gente joven. Los tres tomaron asiento en la particular mesa en la que siempre ubicaban a los Styles.

Harry salió al aparcamiento a atender una llamada cuando observó como los padres de Louis se bajaban de un vehículo. Rápidamente, entró en el restaurante para alertar a los hermanos.

- Lou tenemos un problema

- ¿Qué ocurre Harry?

- Mira quien tenemos aquí -escucharon decir al señor Tomlinson

Louis se giró abruptamente observando a sus padres. Después su mirada terminó en Danna, la cual parecía demasiado tranquila y sin ningún temor.

- Alguien ha tenido la decencia de volver después de su pataleta -dijo la mujer

- ¿Cuántos años han sido, querida? ¿Quince? Supongo que su novio se habrá cansado de ella o la habrá engañado con otra

- Será mejor que se larguen -amenazó Harry

- No te preocupes, Harry -dijo Danna poniéndose en pie- Mamá, papá -dijo mirándolos con asco- Veo que no habéis cambiado nada

- ¿Se te ha acabado el dinero y has vuelto pidiendo por más? -preguntó la madre

- Para vuestra información, Jack y yo nos casamos y criamos juntos a nuestra hija

- ¿Hi-hija? -dijo de nuevo la mujer- ¿Tuviste una hija?

- Si mamá, eres abuela, aunque lamentablemente jamás ejercerás como tal

- No le hables así a tu madre, ten un poco de respeto -dijo el señor Tomlinson

- Dejasteis de merecer mi respeto el día en que puse un pie fuera de vuestra casa

Nadie se atrevió a decir nada más. Harry se mantuvo al lado de Louis, sujetando su mano la cual se apretaba más y más cada vez que sus padres abrían la boca. Respecto a su hermana, no necesitaba defensa alguna. Estaba plenamente capacitada para enfrentarse a ellos y no dar ninguna muestra de debilidad. 

HEAVEN // LARRY STYLINSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora