Capítulo 11

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Salió del domicilio bastante nervioso, no podía encararle en ese momento ni tampoco podía decir todo lo que llevaba pensando desde que le conoció. El roce de sus labios todavía estaba presente. Escuchó unos pasos aproximándose a la puerta y decidió bajar las escaleras del edificio rápidamente, ya que si se topaba con su mirada apenada no dudaría ni un segundo en volver con él. Pero ahora no podía, acababa de rechazarle después de besarle, necesitaba enfriar su cabeza y su entrepierna, las cuales ambas dos latían con fuerza.

Llevaba desde verano esperando aquel momento, nunca imagino que fuese a ser tan agrio y desagradable.

No se fue muy lejos, estuvo dando una vuelta alrededor del parque próximo a su casa. Su teléfono vibró varias veces, Louis no había dejado de llamarle desde que se había marchado. Se sentó en un banco, frotándose los ojos. No podía parar de pensar en aquel momento, en aquel beso. Llevaba tanto tiempo deseando que ocurriese, que sufrir el rechazo del castaño le había golpeado su orgullo. Louis siguió llamando y enviándole mensajes, los cuales no contesto. Había pasado una hora, el oji azul dejó de llamarle y él se encontraba un poco más tranquilo.

Le dolió haberle hablado de esas formas, pero necesitaba hacerle abrir los ojos y que fuese consciente de lo que ocurría. Subió las escaleras de su apartamento y se plantó frente a la puerta de su domicilio. Saco las llaves y cuando abrió la puerta, Louis estaba sentado en el sofá con las manos en la cabeza. Al escuchar el sonido de la puerta levanto la cabeza y cuando vio de quien se trataba corrió hacia él para abrazarle. Harry recibió el abrazo, pero no se lo devolvió.

- Por favor tú no -suplicó Louis- No me dejes tú también

Se miraron a los ojos y Harry no pudo evitarlo. Lo sostuvo de la cintura y le pegó a él. El efecto que el menor tenía en él le aterraba y le gustaba en partes iguales.

- Necesitaba tomar el aire

- No me arrepiento Harry, no me arrepiento del beso

- Ya, pero ha sido un error -dijo el rizado separándose- Tienes novio y lo entiendo

Se encaminó hacia su habitación cuando Louis hablo de nuevo.

- No estoy enamorado de el -Harry frenó en seco- Has dicho que me conformaba con el primer tío del que me había enamorado, pero no es así

Se quedó callado, por lo que Louis continúo hablando.

- Me gustaba lo que teníamos, eso de llevarlo en secreto, pero ya no me gusta

- ¿Por qué no te gusta? -preguntó Harry sin mirarle

- Porque tienes razón, porque él se escuda en eso para después ir a frotarse con la primera que se le pone en medio y yo lo consiento, pero ya no me gusta

- Esto deberías decírselo a él Louis, yo sé cómo te trataría si fueses mi pareja

Y se metió en su habitación cerrando de un portazo.

El resto del día paso, era la tarde y ninguno de los dos había comido nada. Harry había estado todo el tiempo tumbado encima de su cama, mirando el televisor de su habitación, pero sin prestar atención a lo que decían. Solo podía pensar que el chico que le gustaba estaba tras esa puerta seguramente igual de incómodo que él. Escucho unos pasos, acercarse varias veces, pero esta vez se detuvo frente a la puerta de la habitación. Harry podía observar la sombra de los pies debajo de la puerta. Escucho un par de toques tímidos mientras la puerta se abría. Harry no dijo nada cuando le vio entrar y sentarse en los pies de la cama mirándole.

- ¿Tienes hambre? -Harry negó- Yo sí, ¿Te apetece que pidamos comida japonesa?

- No tengo hambre Louis -contestó cortante el rizado

- Conozco un restaurante de sushi buenísimo -ignoró el menor- Estoy seguro de que te encantará

- No tengo hambre -repitió de nuevo Harry

- Tienes que comer algo, llevas encerrado en esta habitación más de cuatro horas

- Pide comida tú, yo no quiero

Louis se levantó de la cama exaltado, agarrándose de su cabello. Se giró hacia Harry.

"Está enfadado, aquí vamos otra vez" pensó en rizado.

- Te estás comportando como un crío Harry, ¿Sabes? Así no se solucionan los problemas

- No tenemos ningún problema. ¿Tienes hambre? Pide comida para ti, yo no tengo hambre

- ¡No estoy hablando de la maldita comida!

El castaño comenzó a recorrer de un lado a otro la habitación de Harry mientras este le observaba detenidamente.

- Si no quieres que esté aquí, me largo

Se dio la vuelta, encaminándose a la puerta del domicilio cuando el rizado le detuvo cuando estaba a punto de agarrar la manilla de la puerta. Louis se giró enfrentándole con la mirada. Estaban demasiado cerca, demasiado como para sentir la tensión que se vivía en el ambiente en ese instante.

- ¿Dónde vas? -preguntó Harry

- A mi casa

- ¿Vas a volver a la casa en la que te han golpeado y no te han defendido?

- Al menos en mi casa no me ignoran -pretendió girarse de nuevo, pero el rizado le interrumpió

- No te ignorarán, pero si te golpean

- No tienes derecho a meterte en mi vida privada

- Me has metido en tu relación cuando me has besado y me has metido en tu vida privada cuando me has llamado para que fuese a buscarte después de que tu padre te haya abofeteado

- Al menos allí no tengo que aguantar tu ignorancia

Louis se giró de nuevo hacia la puerta, pero Harry volvió a ponerse frente a él. Se miraron unos segundos y de pronto Harry se abalanzó de nuevo hacia él besándole. Louis no se apartó, de hecho le dio acceso a su boca cuando echó la cabeza hacia atrás entreabriendo sus labios. El rizado llevó sus manos a la cintura de él, acercándole lo más posible a él. Louis le agarró de las mejillas profundizando el beso. De pronto Harry lo cargó en sus brazos y fueron por todo el pasillo hasta acabar en su habitación, concretamente encima de su cama.

No podían separarse, el mínimo segundo que habían dejado de estar en contacto para deshacerse de su ropa, Louis lo había atraído de nuevo a él con urgencia, tocándole los hombros y la espalda. Las manos vacilantes de Harry recorrían todo el trasero del menor mientras sus abdómenes chocaban mientras se frotaban. Pero en su cabeza algo le dijo que se apartase del menor y lo hizo. Sus cuerpos desnudos estaban pegados, pero el rizado no pudo evitar separarse y pegar su frente a la de Louis.

- No me arrepiento Harry -susurró Louis- Me tienes aquí -le hizo mirarle sujetándole las mejillas- Me tienes para ti

- ¿Y cuándo el imbécil vuelva a ti? ¿También te tendré para mí?

HEAVEN // LARRY STYLINSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora