Capítulo 3

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Louis se llevó las manos a la boca cuando escuchó la historia que el rizado le había contado. Se estaba muriendo de la vergüenza, en su cabeza poco a poco comenzaba a aparecer aquel recuerdo. Sí que conocía a ese chico y sí que recordaba a la perfección como estando borracho, le había dicho que tenía buen culo. Harry sonrió al observar su rostro y ver como realmente sí que sabía quién era. El rizado le sostuvo de los hombros intentando tranquilizarle.

- Oye tranquilo, todos nos hemos emborrachado alguna vez -ánimo Harry

- ¿Algunas vez estando borracho le has dicho al hijo de tu jefe que tiene buen culo?

- No -sonrió Harry agachando la cabeza- Fue un verano especial, aunque siempre que te veía estabas borracho

- Ya -dijo Louis juntando los dientes- No le digas a tu padre lo que hacíamos

- Mi padre ya lo sabe, Louis, pero no tiene nada en contra de eso. ¿En cuanto a ese tal Marc? -cambio de tema

- Es mi exnovio, digamos que no aprueba que le haya dejado

Harry no quiso insistir más, al observar el rostro de Louis en esos momentos supo que no era un tema de conversación agradable para él. Recibió una llamada de teléfono, era su padre, el cual les estaba observando desde hacía unos minutos desde la grada superior de la discoteca y quería saber si había algún problema. "El cuarto está limpio" eran las palabras secretas que tanto Harry como su padre utilizaban con respecto a la discoteca para que nadie sospechase. El castaño ni siquiera prestaba atención al rizado, ahora estaba cabizbajo pensando en aquellas noches de verano en las cuales ahora sí que recordaba al rizado.

Él también sintió su teléfono vibrar, Louis lo saco y el nombre de Christopher aparecía en la pantalla.

- Contéstalo -escucho decir a Harry

Pero Louis decidió no hacerle caso provocando una sonrisa en el rostro del rizado. En parte Louis estaba ahí porque Chris le había prometido aparecer, después le mensajeo diciéndole que no iba a acudir finalmente, ahora seguramente no era muy importante lo que tuviese que decirle su amigo.

Amigos, era lo que eran, al fin y al cabo, simples amigos.

El rizado colgó guardando su teléfono en el bolsillo trasero del pantalón. Louis continuó poniendo copas, era su trabajo y estaba descuidándose. Una canción lenta comenzó a sonar, la gente se abrazaba y bailaba movimiento sus cuerpos al son de la música. Louis los observaba desde detrás de la barra. Se imaginaba ahí bailando lentamente agarrado a Christopher, sacudió su cabeza. Christopher no estaba ahí.

Una mano recorrió su espalda sacándole de sus pensamientos. Giro su cabeza a la izquierda y se encontró con la mano en el aire del rizado. Louis rio, pero la acepto gustoso. Salieron de detrás de la barra y se colocaron en la pista de baile. Las manos de Louis pararon en los hombros grandes y fuertes del más alto, mientras que Harry sostuvo fuertemente la cadera del más bajo. El castaño se asombró ante lo grande que eran las manos del rizado frente a sus caderas. Comenzaron a moverse lentamente, mirándose a los ojos, sonriendo tímidamente.

- Todo el verano esperando por esto y ahora lo consigo -susurró el rizado

- ¿Cómo dices?

- Desde que te vi por primera vez quería que esto sucediese

- Harry yo... -se separó un poco, ya que el rizado no le permitió separarse del todo

- Lo sé, estás ilusionado con otro. No tengo problema con eso

- No quería darte ninguna falsa esperanza con esto

- No me la das -aseguro tranquilo- Sé que finalmente estarás conmigo

Louis sonrió, Harry le agradaba, pero en ningún momento se le aparecía por la cabeza tener algo con el hijo de su jefe. Además, estaba intentándolo con Christopher, aunque era difícil para el porqué no le importaba que todos supiesen que era gay, pero con respecto a Chris, parecía que lo quería ocultar. Pocas personas sabían de los gustos del otro, incluso Louis le había visto varias veces coquetear con chicas, pero al final él siempre regresaba a Louis.

- Gracias por lo que has hecho esta noche -volvió a hablar Louis

- Te cuidé desde la primera vez que te vi -dijo Harry encogiendo los hombros- Voy a seguir haciéndolo

La música fuerte volvió a sonar. Louis sonrió dejando un beso en la mejilla del más alto y se separó para regresar a su puesto de trabajo. Harry subió a las gradas superiores, a una sala en la cual se encontraba su padre, observando en todo momento las cámaras de seguridad. Una de ellas apuntaba a Louis y Harry sonrió al verle nada más entrar por la puerta.

- Ahí lo tienes como querías, me has dejado la cartera vacía -dijo su padre

- Gracias por haberlo traído

- 900 € cada noche... Y tanto que me tienes que dar las gracias

- Necesitaba verlo aquí y que me recordase

- Hijo, no quiero fastidiarte la ilusión, pero este chico está saliendo con Christopher -Harry bufó- Solo no quiero que te hagan daño

Harry se mantuvo observando la cámara que apuntaba a Louis. Desde aquella noche de verano que le vio, algo le había enganchado. Se sentía atraído como un imán y verle el primer día en la universidad le hizo demasiado feliz. Su desgracia llegó cuando su padre le contó que estaba saliendo con otra persona y que este chico era hijo de uno de los mejores amigos y socio de su padre. También sabía que Christopher era varios años mayor que Louis, diez años mayor concretamente y que era difícil competir contra ello.

Louis y Christopher se conocían de hacía varios años. Un día, cuando Louis tenía apenas 15 años, celebraban en su casa el cumpleaños de su hermana mayor y esta no dudo en traer a varios amigos suyos. El castaño se quedó prendado del rubio de ojos verdes que había aparecido en su casa y cuando tuvo 18 años se vio con la fuerza suficiente de confesarle a Christopher que desde el primer minuto que lo había tenido delante de él había querido besarle. Le daba igual la gran diferencia de edad, que él fuese amigo de su hermana. Todo le daba igual, solo necesitaba decirle sus sentimientos al rubio y esperar que este le correspondiese del mismo modo y aparentemente así fue. Aunque la diferencia de edad también había hecho mella en los pensamientos de desconfianza del menor y aquello muchas veces no le permitía avanzar en su relación. 

HEAVEN // LARRY STYLINSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora