Capítulo 8

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- ¿Puedo saber que ha pasado? -empezó Desmond cuando el candidato no seleccionado se había marchado- Porque no tenemos ningún equipo de recursos humanos. Estas gestiones las llevamos tú y yo

- Se me había olvidado que ya había contratado a alguien -sonrió Harry

- ¿Y bien?

- Louis ha decidido quedarse con nosotros

Su padre se quedó pensativo unos segundos. Su mirada dubitativa le hacía reconcomerse porque sabía que pregunta venía a continuación.

- ¿Y puedo saber cuánto me costará que ese chico trabaje para mí?

Harry se aclaró la garganta. Sabía que aquella cifra era desorbitada y que su padre no iba a estar para nada de acuerdo con su decisión, pero debía contársela.

- 3.000 -musitó por lo bajo

- ¿Cuánto?

- 3.000 -su padre abrió grande los ojos

- ¿¡3.000 € al mes!? -Harry asintió- ¿¡De qué tipo de jornada estamos hablando!?

- Viernes y sábado

- ¿¡Viernes y sábado!?

- De diez a una de la madrugada

- ¿¡De diez a...?

Su padre se levantó histérico de la silla. Parecía que iba a darle un infarto. Se movía por toda la sala, agarrándose de su cabello perfectamente engominado, repitiendo una y otra vez la cifra que su hijo le había dicho.

- Esto es la ruina, mi hijo me ha buscado la ruina

- Papá tranquilízate, yo le pagaré la mitad

- ¿¡La mitad!? Harry Edward Styles, vamos a pagarle 3.000 € a un chico por un trabajo de 2 días de menos de 4 horas diarias

Ahora que lo escuchaba en alto era una completa locura.

- Louis es bueno -se encogió de brazos el rizado

- Por esa clase de trabajo un camarero no cobra ni 700 € hijo, da igual lo bueno que sea

- ¡Era lo único que podía hacer para que se quedase!

Esta vez fue Harry quien se levantó del asiento alterado. Su padre le observó. Su pecho subía de arriba a abajo, sus ojos brillaban del enfado, sus hombros se encontraban rígidos y sus manos formaban puños. Entendía la actitud de su hijo, había sentido amor a primera vista con aquel castaño, pero él, como su padre, debía hacerle entrar en razón y hacerle ver qué era una locura.

Desde la primera vez que lo vio, Harry había preguntado una y otra vez a su padre por aquel muchacho. Se volvió loco cuando averiguo que apenas le quedaba una semana para dejar de trabajar en la discoteca, pero cuando le vio en la universidad todo fue diferente. En el primer momento que lo vio no lo reconoció, pero a los dos minutos sabía que esos ojos azules no habían sido capaz de abandonar sus pensamientos.

Harry había insistido una y otra vez en que aquel oji azul regresase y vio la oportunidad cuando apenas hacía dos semanas su padre le dijo que necesitaban personal para el fin de semana y que Louis había aceptado trabajar con ellos. Pero de nuevo, cuando supo que Louis se iba a ir, se sintió abandonado.

- Hijo -dijo Des acercándose a él para abrazarle por los hombros- Esta no es la manera de que ese chico tenga interés en ti. No puedes pagarle para que se quede a tu lado

- No le pago para que se quede a mi lado

- Además, tiene novio y es Christopher

- Christopher me chupa la polla

- ¡Edward! -riño su padre- Estoy hablando en serio hijo

- Déjame que yo me encargue

- No iba a hacer lo contrario. Tú le has prometido 3.000 € al mes, él es responsabilidad tuya ahora

- Lo sé, le pagaré con el dinero que gano de mis acciones

Louis estaba nervioso, había amanecido contento después de decirle a Harry que quería trabajar de nuevo en la discoteca. Había dormido muy poco a causa de los nervios, debía contárselo a sus padres y después a Christopher. Sabía que sus padres no estaban muy conformes con aquel trabajo, pero lo aceptaron al saber que solo sería durante el verano. Christopher, por otra parte, estaba contento que su amante trabajase para un amigo suyo, pero se había enfadado infinitamente cuando algún chico había coqueteado con él descaradamente. Él también había estado conforme, ya que sabía que era un trabajo de verano. Pero ahora tocaba decirles que no iba a ser así, que iba a ser un trabajo indefinido. No quería malas reacciones.

- Buenos días -dijo a sus padres excesivamente contento

- Cariño -dijo su madre- Te veo contento

- Lo estoy mamá

- ¿Y eso por qué hijo? -preguntó su padre

- ¿Recordáis la discoteca donde trabajé en verano? -el semblante de sus padres se volvió serio- He conseguido un trabajo indefinido allí

Su madre, que llevaba una taza en la mano, provocó un estruendo al sentir como está resbalaba de sus manos e impactaba en el suelo manchándolo de café.

- ¡Mamá! -se asustó Louis recogiendo los cristales del suelo

- ¿In-indefinido? -preguntó ella perpleja

- Anoche les di el sí -dijo sonriente

Louis miró a su padre, que sostenía el periódico con sus puños apretados y su ceño arrugado. El castaño no entendía sus reacciones, no era tan mal trabajo al fin y al cabo.

- ¿Papá? -preguntó Louis, indeciso

- Así que ahora vas a ser eso

"Eso". ¿Qué era "eso" concretamente?, se preguntaba Louis.

- ¿A qué te refieres?

- Vas a ser un puto gigoló de discoteca al que van a manosear -espeto su padre

- No voy a ser un gigo...

- ¿¡Es así como te hemos educado!? ¡Para que termines siendo un puto de discoteca! -su padre grito

- ¡No voy a ser un gigo...!

Pero no tuvo tiempo de terminar la frase. Su padre ya le había proporcionado una bofetada en la mejilla. Giro su cabeza sosteniéndose la zona golpeada. Nunca le habían puesto una mano encima. Nunca le habían tratado como ahora le estaba tratando su padre. Le miró con los ojos inyectados en lágrimas, pero su padre no parecía arrepentirse. Su madre, de igual manera, se encontraba abrazada a el mientras ¿lloraba? Por dios, era un simple trabajo de camarero. No era para tanto.

Salió de la cocina disgustado. Subió a su habitación para recoger sus cosas de clase mientras comenzaba a llorar. Cuando bajaba las escaleras marco el número de Christopher, pero este no contestaba. Después observó su llamada más reciente. "Harry Styles" presionó el botón de llamada y al segundo tono este contestó.

- ¿Louis? ¿Estás bien? -preguntó el curioso

- ¿Puedes venir a mi casa a buscarme? -dijo llorando

- ¿Louis estás lloran...?

- ¡Es eso lo que querías verdad! -el rizado escucho una voz al otro lado- ¡Ser un maldito puto para follar con quién te plazca!

- Sal a la calle, en dos minutos estoy allí

Louis agradeció escuchar la voz de Harry después de la de su padre. Se limitó a darle una última mirada de su padre antes de salir y dar un portazo. Corrió hasta el final de la calle antes de que su padre saliese tras él para seguir acusándolo de algo que no iba a hacer. Miro de nuevo hacia su calle cuando escuchó un motor potente. Giro su cabeza y se encontró con el coche del rizado que llegaba a gran velocidad.

HEAVEN // LARRY STYLINSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora