Capítulo 31

177 23 2
                                    

Llegaron a la casa, o más bien dicho, a la mansión de los Mendes. La portezuela de acero se abrió a su paso. Primero paso el coche de la mayor, seguido del Porsche Cayenne de Harry. Observó la fachada de la casa cubierta con una perfecta enredadera de un color vibrante. Después de bajarse de los vehículos, entraron a la propia mansión y la pequeña dejo la mochila en el suelo para ir en busca de su padre.

- ¡Jack! -llamo Danna- Ya hemos llegado

- ¿Dónde están las mujeres de mi vida?

Jack apareció con Hannah en sus brazos dispuesto a saludar a su mujer, sin embargo, se detuvo abruptamente al observar a aquel desconocido junto a su esposa.

- Cariño, te presento a Harry Styles

- Un placer -dijo el rizado tendiéndole la mano

- Igualmente -dijo Jack sosteniendo fuerte su mano- ¿Puedo preguntar quién eres?

- Jack... -interrumpió Danna- ¿Te acuerdas de mi hermano? -este asintió- Él es su novio

- ¿Novio de Louis? -Harry asintió- Veo que lo que me confesó sigue su curso

- ¿Tú sabías que mi hermano era gay?

- Era un niño cuando me lo dijo, no le di importancia. ¿Cómo nos has encontrado? -dirigió su atención de nuevo al rizado

- Pasado mañana es su cumpleaños -contesto Harry evadiendo su pregunta- Está pasando por una época bastante mala y creo que le haría bien ver a su hermana

- ¿Sabe sus padres que estás aquí?

- Ya no vive con sus padres...

- Mis padres le hicieron lo mismo que a mí, Jack -continuo Danna afligida

El resto de mañana paso tranquila. Harry observaba la hora en su teléfono ansioso. Apenas quedaba una hora para que Louis saliese de la universidad y le gustaría llegar a casa antes que él. Jack parecía querer oponerse ante el regreso de Danna a Londres, pero ella necesitaba reencontrarse con su hermano. Finalmente, el castaño cedió y acepto que su mujer se marchase junto al rizado.

El camino de regreso fue tranquilo, aunque ella se encontraba demasiado nerviosa. Harry la observaba por el rabillo de su ojos, sabía que por su cabeza estarían pasando infinidad de escenas y que ninguna de ellas era agradable.

- Hace doce años que no regreso a Londres -dijo ella acabando con aquel silencio ensordecedor

- No ha cambiado mucho, sigue siendo la misma ciudad deprimente en la que siempre llueve -Danna sonrió

- Creo que ya sé por qué le gustas a mi hermano. Tienes las palabras perfectas para terminar con la tensión en el ambiente

- Si -Harry sonrió- Louis me dice mucho eso

- ¿Cómo os conocisteis?

El rizado volvió a sonreír mordiéndose el labios recordando aquellas noches de verano. También se coló en su mente la noche anterior en la que hicieron el amor. Lo hicieron tan lento y tan duradero que cada vez que terminaban sentía la necesidad de volver a él y acariciarle. Él nunca había sido así, siempre le había gustado rápido y duro, sin sentimientos, sin embargo, con Louis era completamente diferente. No le gustaba acabar, siempre sentía la necesidad de tenerle un rato más.

Danna le miro con orgullo cuando el rizado le contó su historia de amor. Se sentía afortunada de que un hombre como Harry cuidase a su hermano.

Llegaron al domicilio y por suerte no había nadie aún. La mujer se quedó en el sofá sentada mientras Harry comprobaba en el resto de las habitaciones que en efecto no hubiese nadie. De pronto la puerta de entrada fue abierta.

- ¿Harry? ¿Has llegad...? -se interrumpió cuando observó una mujer morena ponerse en pie- ¿Quién eres tú? -preguntó asustado- ¡Harry!

Danna observó a su hermano, apenas lo habría reconocido en la calle. Sus ojos se aguaron. Había crecido tanto. Lo dejo cuando era un niño y ahora tenía frente a él a un adulto.

Louis se estaba impacientando. Aquella mujer frente a él parecía llorar y él se sentía asustado. ¿Qué hace una mujer en casa de Harry? ¿Dónde está Harry?, se preguntaba constantemente.

- ¿Quién eres? ¿Dónde está Harry? -volvió a preguntar

- Lou... -dijo Harry apareciendo por el pasillo- Tengo que presentarte a alguien

- ¿Quién es esta mujer Harry? -preguntó de nuevo perdiendo los nervios

- No es lo que piensas, precioso -dijo sosteniendo su mano- Por favor entra y ponte cómodo

El menor fue rápidamente a la habitación para dejar sus pertenencias. La poca paciencia que le quedaba estaba a punto de esfumarse. No sabía nada de aquella mujer y le daba pánico pensar que Harry le estuviese engañando.

- ¿Es... es mi hermano? -susurró Danna sollozando y Harry asintió- Está enorme

- Estoy seguro de que me odio ahora mismo -confeso Harry y la mujer le acaricio el brazo

- Vale, basta ya -dijo Louis apareciendo- ¿Va a contarme alguien que está pasando aquí? -dijo cruzándose de brazos

- Hola Louis -habló Danna

- ¿Quién eres? ¿De qué me conoces?

- Precioso... -dijo Harry- Ella te conoce y tú la conoces a ella

- ¿De qué hablas?

- ¿No te acuerdas de mí, bubba?

Los brazos del castaño cayeron sobre sus lados. Al escuchar el apodo que su hermana utilizaba comúnmente cuando eran pequeños su mundo se vino abajo. Escaneo de nuevo a la mujer frente a él, esta vez reconociéndola. Comenzó a llorar cuando observo a su hermana frente a él, tantos años después la tenía junto a él de nuevo.

- ¿Danna? -preguntó Louis y ella asintió- ¿Eres tú de verdad? -asintió de nuevo

Se lanzó a sus brazos sollozando sobre su hombro. Reconoció su aroma familiar, las caricias en su pelo cuando le abrazaba siendo más pequeño, la manera que tenía de calmar su llanto. Harry lloraba su lado y cuando ella le vio, le sostuvo la mano en señal de agradecimiento.

- ¿Cómo? ¿Qué? ¿Por qué? -dijo Louis separándose

- Creo que doce años sin vernos han sido suficientes ¿no? -Louis asintió llorando- Tu novio ha venido a buscarme

- Pero creí que estabas con tu padre en Manchester -dijo girándose hacia Harry

- Quería darte una sorpresa, precioso

- ¿Cómo la has encontrado?

- Mi padre tiene sus contactos

- ¿Tú estás bien? - le pregunto a su hermana y Danna asintió

- ¿Y tú? -le pregunto ella esta vez- Harry me ha estado contando muchas cosas que han pasado últimamente

- Ahora si estoy bien, ahora estoy mejor que en mucho tiempo

Se abrazaron de nuevo y así pasaron el resto de la tarde. Tenían que ponerse al día.

Harry disfrutaba al ver que su novio estaba feliz y que finalmente podía estar junto a su hermana. 

HEAVEN // LARRY STYLINSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora