Capítulo 28

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El menor no pudo más, salió del despacho pegando un portazo. Harry se encontraba fuera impaciente y cuando observó el estado de su novio se acercó rápidamente. Le agarró el rostro comprobando que estuviese bien.

- ¿Qué ha pasado? ¿Qué te ha dicho?

- Se acabó Hazz, se acabó cualquier tipo de relación con ellos

- ¿De qué hablas, cariño? ¿Qué ha pasado? -preguntó acariciando sus mejillas

- No quiero saber nada de ellos, yo ya no tengo padres

La puerta del despacho abriéndose a sus espaldas les interrumpió. De ahí salían la madre de Louis junto al director y ella abrió los ojos sorprendida cuando observó como Harry sostenía de la cintura a su hijo.

- Suelta a mi hijo, maldito infeliz -se aproximó a ellos golpeando el pecho del mayor

- ¡No le golpees! -dijo Louis colocándose en medio- ¡No vuelvas a intentar eso nunca más!

- ¿Así es como te crié? ¿Para qué te convirtieses en una puta?

- Tú me tratabas como tal. Solo te gustaba mi relación con Christopher por su dinero, porque sabías que él me pagaría la carrera, que me acogería en su casa. ¡Tú me educaste para ser una puta!

La mano de su madre se levantó. Louis cerró los ojos esperando el golpe, pero nunca llegó. Harry había detenido la mano de la adulta apretándola suavemente.

- Ni se le ocurra ponerle la mano encima a su hijo -dijo lentamente el rizado

- Suéltame, proxeneta de mierda -espetó ella

- Lárgate, aquí no se te ha perdido nada -dijo Louis lleno de ira

- Señora Tomlinson será mejor que... -dijo el director

- No vas a salirte con la tuya, Louis. Cuando este patán te falle y te quedes solo, no vuelvas llorando

- ¿Sabes la diferencia entre él y vosotros? -se acercó a ella- Que él me quiere de verdad, que él haría todo lo posible para hacerme feliz y protegerme

- ¿Tan bien le pagas? -sonrió dirigiéndose a Harry- Está claro que te ha comido la cabeza, hijo

- Te equivocas, yo ya no soy tu hijo

Harry soltó su mano de malas maneras. La mujer se alejó unos cuantos pasos. El rizado paso sus manos por la cintura del menor, atrayéndole hacia el mientras dejaba un beso sobre su cabeza. El director acompañó a la mujer hasta la salida de la universidad y cuando regreso a su despacho, la pareja seguía frente a él.

- ¿Va a seguir defendiéndoles? -le preguntó Louis

- Joven... La situación de cada familia es un mundo, nosotros no podemos hacer nada

- ¿Le creyó cuando solo dijo mentiras y ahora viene a decirme que no pueden hacer nada?

- Este asunto deberían solucionarlo con terapia familiar, no conmigo

- Y así es como esta mierda de universidad se lava las manos -ironizó Harry- ¿Qué diría la prensa? "Alumno violado incapaz de ser defendido por una prestigiosa universidad inglesa"

- Señor Styles no creo que sea necesario incitar a la prensa

- Quizás deberíamos decir también que la universidad se dedica a indagar en la vida de los alumnos fuera de las clases -dijo Louis- Cuéntenos señor Parks, ¿A qué se refería con "sus mundos misteriosos no son lo que deseamos para un estudiante como usted"?

- No quiero tener problemas con ustedes -dijo de nuevo el director

- Entonces deja de decir mierdas sobre Louis -defendió el rizado

- Lo lamento joven Tomlinson, lamento por todo lo que le ha pasado

- No quiero sus lamentos, quiero que deje de juzgar y que escuche a sus alumnos en vez de a imbéciles -terminó Louis- Que tenga un buen día señor Parks

Harry sonrió orgulloso. Le había puesto excesivamente cachondo la actitud de su novio. Dejar con el orgullo en el suelo al director era lo mejor que le había pasado en años. Desde hacía tiempo quería darle su merecido. Siempre le juzgó cuando todo el mundo se enteró de que era el futuro dueño de la franquicia Heaven. En todo momento intentaba que sus amigos se alejasen de él, pero estos eran fieles y nunca abandonaron al rizado.

Louis se dirigía hacia las clases, Harry no. Lo empujó a uno de los baños de hombres y cerró la puerta con seguro. El castaño sonrió juguetón al adivinar las intenciones de su novio. Este se giró a mirarle, el corazón y la entrepierna le latían demasiado fuerte.

- Somos como Bonnie and Clyde, pero sin ser criminales -comentó Louis

- Créeme, he querido matar a más de uno desde que te conozco -dijo el rizado acercándose

- Nadie nos separará Harry, ni siquiera la muerte

- No sabes lo cachondo que me has puesto cuando el idiota de Parks se ha rendido como una rata

- Si tú no hubieses estado ahí, no habría sido capaz de hablarle así

- ¿Te estoy corrompiendo precioso? -ya estaba demasiado cerca

- Probablemente

Finalmente, lo alcanzó elevándole en sus brazos mientras atacaba su boca desesperado. Deseaba besarle y destruir a cada imbécil que tratase de hacerle daño. Aquel instinto no lo tuvo con nadie, pero la noche en la que lo vio por primera vez sabía que era capaz de cualquier cosa por ese chico. Ahí lo tenía, para él, después de tantos meses, lo tenía besándole, tocándole sin descaro. El timbre sonó dando por finalizadas las clases y los golpes en la puerta se hicieron presentes. Harry maldijo cada tipo que había golpeado la puerta. Salieron sujetándose de la mano mientras todos los observaban atónitos. Louis sonrió siguiendo a Harry. Nunca se sintió capaz de hacer tales cosas, pero el rizado sacaba su lado más atrevido.

Entraron en el aula donde los tres amigos comentaban acerca del paradero de la pareja y cuando los tuvieron delante respiraron tranquilos.

- ¿Dónde os habéis metido? -pregunto Zayn

- Ha venido mi madre -comunico el oji azul

- ¿Tu madre? ¿Ha pasado algo?

- Nada nuevo -se encogió de hombros- Como siempre ha sido incapaz de escucharme ni defenderme

- Lo siento mucho Lou -dijo Sarah abrazándole

- Lo mejor de todo ha sido poner su sitio al señor Parks

- ¿Al director? -pregunto Liam- ¿Qué le habéis dicho?

- Solo hemos amenazado con hablar con la prensa sobre lo sucedido con Louis y, además, debe ir hablando bastante mal sobre mi

- ¿Hablando mal de ti?

- Mundos misteriosos, así lo llama él

- Y al parecer he atraído a un cachorrito indefenso a esos mundos misteriosos -dijo abrazando a Louis

- Dios moriría por haber visto su cara

Finalmente, los cinco se fueron junto a comer fuera de la universidad. Después de todo habían congeniado perfectamente. Al castaño le agradaban y ellos también parecían sentirse muy cómodos junto a Sarah. 

No podía pedir más. Su novio y sus amigos eran lo único bueno que tenía en esos momentos y no le hacía falta nada más. 

HEAVEN // LARRY STYLINSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora