Capítulo 24

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Se estaban hospedando en un motel de carretera en las afueras de Londres. Si, a pesar de la cantidad de dinero que el rizado poseía, habían decidido instalarse en un motel de mala muerte. Allí nadie les encontraría tan fácilmente. Ambos dieron nombres falsos y tampoco les pidieron ningún tipo de acreditación. En un hotel habría sido completamente distinto. Tendrían que haber proporcionado sus carnets de identidad y cualquiera con un fajo de billetes habría comprado la intimidad de cualquier huésped.

La habitación no estaba tan mal. Tenía una cama, algo mugrienta, de matrimonio, a cada lado dos mesitas con una lámpara en cada una. Cabe destacar que una estaba estropeada, por lo que solo podían utilizar una de ellas. El baño era pequeño y olía a humedad. Al menos no encontraron ningún animal muerto o algo por el estilo. Había una máquina expendedora de comida en el inicio de las escaleras que daban a las habitaciones y pocas veces pedían comida a domicilio.

Louis había apagado su teléfono hacía unos días, no quería que nadie encontrase algún medio para localizarle. Únicamente tenía uno de usar y tirar que Harry había comprado en una gasolinera. El rizado mantenía encendido su teléfono de empresa, en el cual solo tenía agendado el número de sus padres y amigos. El señor Styles estuvo de acuerdo con el plan de esconder a Louis. Él iba a salvaguardarles en todo momento.

Harry llegó con una bolsa humeante de comida china y Louis se levantó de la cama rápidamente a sostener la comida.

- Parece que no has comido en un mes -dijo el rizado divertido

- Lo único que comí anoche fueron unas chocolatinas. Como siga así voy a ponerme gordo -dijo dejando la bolsa sobre la mesa

El oji verde se acercó cauteloso a él, abrazándole por la cintura a la par que Louis llevaba las manos a sus hombros.

- Estás perfecto así -alagó el rizado y Louis agachó la cabeza

- No sé por qué sigues aquí después de todo

Harry llevaba días deseando confesarle sus sentimientos, pero le aterraba que Louis no sintiese lo mismo por él. Pero aquel era el momento idóneo e iba a aprovecharlo.

- Porque te quiero

Ya está, ya lo había hecho. Se sentía profundamente liberado y bastante extasiado. Estaba esperando la reacción del menor que aún se encontraba con la cabeza agachada.

Louis sonreía, nunca un chico le había dicho esas dos palabras. Por una parte, se sentía culpable, pero por otra se sentía el hombre más afortunado de todos. Poco a poco levanto la cabeza hasta que se encontró con los orbes verdes del rizado, escaneando cada movimiento.

- ¿Me quieres? -preguntó y el rizado asintió rápidamente- Solo te he traído problemas

- Me dan igual los problemas

- Harry...

- Desde la primera noche que te vi sabía lo que quería contigo

- ¿Y qué querías? -preguntó ladeando la cabeza

- Esto, tenerte entre mis brazos, poder mirarte cuando me venga en gana, hacerte el amor... Estar juntos

Louis le observó detenidamente. Sus dedos repiqueteaban su cintura como si estuviese esperando algo. Quería dárselo, pero también le gustaba que por primera vez no era el quién se encontraba nervioso.

- Bueno, veo que lo has conseguido. Debo darte la enhorabuena

- No quiero que me des la enhorabuena

- ¿Ah, no? -comenzó a acercarse a él peligrosamente- ¿Qué quieres que te dé entonces?

- Precioso... -tragó saliva el rizado

- Dime Hazz -dijo acercando sus bocas

- Quiero que seas mío

Louis esbozó una sonrisa deteniéndose antes de pegar sus labios a los del mayor.

- Ya lo soy

- No, no así

- ¿Cómo entonces?

- Ya lo sabes -dijo nervioso Harry

- Dímelo

El rizado apretó los ojos, si Louis continuaba hablándole de aquella manera su entrepierna iba a explotar. Tenía que controlarse, quería decirle lo que llevaba semanas esperando y ahora que era el momento ideal, su otra cabeza le estaba jugando una mala pasada.

- Quiero que seas mío, mi novio

Louis sonrió de nuevo acercándose a él.

- ¿No lo era ya? Digo, porque tú le dijiste a medio hospital y los policías que era tu novio -dijo gracioso

- Si... Pero nunca te lo he pedido a ti

- Soy tu novio desde el primer día en que me hiciste el amor 

Harry agarró los muslos del castaño y lo elevo hasta sujetarlo entre sus brazos. Le besó urgentemente, como nunca antes lo había hecho. Louis recorrió todo su cabello con sus finos dedos, introduciendo su lengua en su cavidad bucal.

Era la primera vez, después de lo que paso, que lo volvían a hacer. Harry estaba aterrado, Louis no. Harry temía lastimar al menor, Louis sabía que nunca iba a dejar que nada le hiciese daño. Fue suave y lento, mucho más que otras veces. Louis se sentía en el cielo cuando el rizado se apoderaba de él. Sentía que eran uno, que estaban hechos para estar así. Para hacer el amor sin dañarse, para saber como y donde tocarse, para saber qué decir en cada momento.

Harry es de Louis y Louis es de Harry.

Harry cubrió el cuerpo de Louis con la fina sabana que había en la cama. Se levantó desnudo y observo como la bolsa de comida china ya no humeaba y seguramente estuviese congelada. Recogió los calzoncillos del suelo y se los coloco cuando unos toques golpearon la puerta. El rizado observó como su, ahora novio, dormía sobre la cama. Con cuidado, abrió el cajón de la mesilla y saco un arma que había escondido sin que el menor se enterase y se acercó a la puerta. Miro por la mirilla y respiro tranquilo al observar a Liam al otro lado. Abrió con cuidado asomando solo su cabeza.

- Nadie me ha seguido -dijo Liam cuando el rizado observo el exterior- Te traigo lo que me pediste

Harry le había pedido algo de munición ya que su arma solo tenía dos balas.

- Sé que no debo decírtelo, pero esto es peligroso Harry

- Lo sé, solo tengo que pensar que hacer

- No me gustaría que usases esto que te doy, pero aprovéchalas. Mi padre realiza inventario y si ve que le faltan cajas de munición tendré que contarle la verdad

- Solo, necesito tiempo -dijo nervioso

- ¿Estáis bien? ¿Necesitáis comida o algo? -cambio de tema rápidamente 

- Estamos bien. Él está bien y yo... -suspiró aliviado- Yo me siento jodidamente bien

- Ya lo veo -dijo mirándole de arriba abajo- ¿Algo que contarme ricitos? Habla, si no Zayn me regañará porque dice que no te saco información

- Es mi novio

Liam sonrió, acercándolo a él y estrechándole entre sus brazos. Cuando lo hizo pudo ver como Louis en el interior dormía tranquilamente con la sabana cubriendo su cuerpo. Se encontraba feliz por su amigo, nunca le había visto así, aunque también estaba nervioso, no sabía que iba a pasar de ahora en adelante.

HEAVEN // LARRY STYLINSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora