Prólogo.

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Despierto con sobresalto al escuchar como aporrean con desesperación una puerta en el edificio. El corazón me late en la garganta, tan fuerte que tengo que tomarme un momento para despabilarme. Respiro profundo mientras abro los ojos. ¿Quién será? Estiro la mano hacia la mesita de noche y tomo el celular en un movimiento torpe. Enciendo la pantalla en reflejo, y después de quedarme ciego con el brillo de la pantalla puedo leer la hora. 3 am...y 15 llamadas de Takanori. Me froto los ojos, aún demasiado dormido para ligar lo que está pasando mientras me levanto, encendiendo la luz de flash en el teléfono para no matarme en el intento de caminar. Los golpes se escuchan claros y fuertes, aunque aun me cuesta entender de dónde vienen. ¿Es la puerta de la entrada? ¿Mi puerta? Me rasco la nuca, intentando detectarlo mientras camino por la sala. El teléfono me vibra en la mano, y tengo que achinar los ojos para leer. Takanori...¿Takanori? Los golpes se hacen más fuertes mientras avanzo hasta la entrada. Un escalofrío me invade. Trago saliva, despabilado de golpe. Me acerco con cautela a la entrada, y pongo las manos encima de la madera con cuidado. Coloco la oreja en contra, y un carraspeo ronco me confirma que es justo lo que estoy pensando.

''Akira...''

—Santa mierda, TAKANORI.

Con el corazón en un hilo y pensando lo peor enciendo la luz, tomo las llaves y abro la puerta tan rápido como puedo. Apenas pestañeo me siento desplomar. Takanori me taclea con un abrazo tan repentino, al que apenas soy capaz de corresponder. Está hecho un mar de lágrimas, tiembla, y aún desde mi posición puedo ver que su ropa está rasgada. Está golpeado, y sangra.
¿Le asaltaron? Mi cerebro intenta entender que es lo que pasó mientras les halo dentro del departamento y cierro la puerta. Le busco el rostro entre su cabello, esponjado y enmarañado. Sus ojos parecen los de un cachorro. Trago saliva, intentando formular una pregunta, pero se me adelanta a hablar.

—S-Shima...–Balbucea con dificultad, porque hasta los labios le tiemblan.

—¿Shima qué? –Carraspea, casi aturdido, evadiéndome la mirada.– Taka...

—Shima me hizo...él, él...me obligó. Porfavor, ayúdame.

—¿Cómo que te obligó? –Mi voz se entrecorta, Tankanori siemplmente niega, escondiendo la cara de nuevo contra mi pecho.– Takanori.

—Por favor, no me hagas decir la palabra. Me siento sucio...

Siento el corazón parar un segundo, en cuanto caigo en cuenta de lo que eso significa. Takanori rompe en llanto amargo, aferrándose a mi cintura, y yo me aferro a él de vuelta. Shima...¡Ese maldito hijo de puta! Voy a matarlo con mis propias manos. Juro que voy a matarlo con mis propias manos.

Because I'm Stupid (Reituki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora