Tras salir de la regadera encuentro mi cama totalmente invadida por Takanori y un montón de sus mierdas de maquillaje y no puedo evitar que lo primero que se me venga a la cabeza sea que la imagen sea parecida a la de un niño pequeño en el primer día de navidad después de abrir todos sus regalos, algo que no puedo evitar que me dé gracia. Riéndome paso a su lado hacia mi guardaropa y él enseguida me nota. Baja el espejo de mano donde se mira y voltea en mi dirección, quedándose casi congelado mirándome por algunos segundos sin ocurrírsele otra cosa más que hacer que no sea silbar. Me dan ganas de meterle una colleja al instante, sin embargo no puedo evitar reírme.
''Realmente a veces siento que es como mi novia...y eso me trauma.''
—¿Qué? –digo intentando sonar enojado y él simplemente se ríe sin apartar la mirada.
—Es que...wow, por la mierda Aki. –dice mientras yo me muevo por la habitación buscando mi desodorante, sintiéndome raramente bochornoso ante su mirada tan rara– ¿Desde cuándo vas al gimnasio ah? Joder, mírate.
Su comentario me hace soltar una carcajada y de inmediato niego con la cabeza. ¿De verdad estamos teniendo una conversación así? Camino hacia él y tomo mi desodorante, que como era de esperar, terminó estando junto a Taka en la cama, y sin más lo agito para aplicármelo. Taka solo se limita a sonreír.
—En la fábrica donde trabajaba el trabajo era pesado. Tenías que cargar mercancía y quisieras o no tenías que ir a un gimnasio para tener la condición física adecuada, poder aguantar las jornadas completas y conservar el empleo. –él solo asiente ante mi explicación, y yo opto por sentarme al borde de la cama, dándole la espalda pero encarándole tras un segundo– ¿Qué? ¿Te gusto? Deja de mirarme, voy a vestirme.
Si no lo imagino, las mejillas de Taka toman un color rosado al instante, desvía la mirada y comienza a reírse de nueva cuenta.
—Vale, vale ya, no te hagas el importante. –espeta divertido y vuelve a mirarse en el espejo para volver a su rutina de maquillaje– No te miro, prometido.
Él toma un lápiz negro de sobre la cama y comienza a pasarlo por el contorno de su ojo.
—Hm... –gruño y él arquea una ceja, sin apartar la mirada del espejo– No confío demasiado, tienes cara de pervertido. –bromeo, él pone los ojos en blanco.
—JÁ, y me lo dices tú. –contra ataca él, riéndose por lo bajo– Anda, vístete, prometo no verte o te compro un Kit-Kat.
—Oh, si a esas vamos te hago un streaptese y me compras una caja. –su risa se hace más fuerte.
—No estaría mal, pero si sabes que de todas maneras te la compraré, ¿Cierto? –responde y yo no tengo más que ingeniármelas para calzarme el bóxer sin que se me caiga la toalla de la cintura– Por cierto...tus bóxer son gigantes, no encontraba ninguno que me quedara. Sentía que estaba nadando ahí dentro cada probaba uno.
Su comentario me deja repentinamente congelado. ¿Me estás jodiendo en que realmente se puso mi ropa interior? ¿Qué se la midió? Dios...mátenme. Volteo hacia él, sigue maquillándose.
—¿Te los mediste? –mi pregunta parece sorprenderle y baja el espejo para verme.
—Si. –dice como si fuera lo más natural mundo, encogiéndose de hombros– Te dije que necesitaba ropa interior, y me probé algunos hasta que encontré uno que me quedara.
Como si pensara que tiene que comprobármelo se levanta levemente la camiseta, mete un par de dedos por debajo del pantalón que se puso y hala del elástico del bóxer que tiene puesto. Es uno de color gris, que es de mis favoritos... o bueno, mejor dicho, que eran porque estoy seguro que no me los va a regresar, y siendo sincero que tampoco tengo interés de que lo haga. Ah...de todas las locuras que imaginé que Taka pudiera hacer con mis cosas, esta era la que menos me imaginaba que pasaría algún día.
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Because I'm Stupid (Reituki)
FanfictionAkira y Takanori son amigos desde hace más de una década. Gustosos por la música soñaban con la fama algún día, sin imaginarse que sólo uno de ellos seguiría de lleno aquel camino. Mientras Takanori luchaba por un lugar en la industria, Akira seguía...