Veintitrés.

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Una mirada que me mataría de ser arma es lo único que obtengo de Takanori. Está ahí, sentado al otro lado de la barra mientras yo me atraco de pizza y cerveza. No sé qué hacer, me siento como cuando mamá se enojaba conmigo y me miraba así todo el rato sin que pudiera hacer nada, como pidiéndome explicaciones, pero atacándome pasivamente para no hablar. Realmente el enojado aquí debería ser yo.

Dejándole un poco de lado tomo un gran trago de cerveza y tomo otro pedazo de pizza. La he dejado sobre la barra, como un intento de oferta de paz entre nosotros, pero el apenas si la ha tocado.

—¿Y? ¿No quieres pizza?

Takanori pone los ojos en blanco y niega con un gesto exagerado de su cabeza. Ahora noto que tiene el cabello alborotado, pero no sé decir si es por no peinarse, por correr, o por todos los químicos que le pusieron para el concierto. Doy una mordida a la punta rebanada, mientras él se muerde los labios. Si, lo sé. No puede rechazar la bendita pizza, pero por orgulloso está limitándose. Le acerco mi pedazo a la boca sin poder evitarlo y le da una mordida de mala gana.

''¿Ya habrá comido?''

—Llamé a medio mundo ayer. –dice al fin, tras tragar– A Yuu, a Tana...no tenían ni puta idea de donde estabas. Vine también, esperé una hora afuera...estuve a punto de llamar a tu madre, y en ese momento me llegó tu mansaje.

—Oh bueno, creo que ya soy mayor para que me robe alguien y mamá tenga que venir a mi rescate, ¿No? –Takanori me arrebata la rebanada de la boca en cuanto intento morderla; si, está furioso– Lo menos que podía hacer ayer era darme el bendito lujo de darme un momento a solas. Además, sabes bien que sobraba ahí. Una cita es de pareja.

Parece incómodo ante mis palabras. Da mordidas pequeñas a la rebanada que me quitó, tal cual un niño sin mirarme. Sé que le pone incómodo que le echen sus errores en cara, pero creo que hasta él sabía que iba a hacerlo en cuanto habláramos. Suspiro sin ánimo y se encoje de hombros. Ahora ya no parece enojado, si no culpable.

''Que voluble.''

—Tenía que irme. –comienzo a hablar, notándolo aún más incómodo– Eso era una cita romántica, no una de nuestras salidas.

—Lo sé. –susurra, dignándose al fin a mirarme– La cagué...lo siento.

—Takanori, tu disculpa no me es suficiente.

Levanta la mirada de golpe. Está sorprendido, con los ojos como platos y la boca medio abierta. Me encojo de hombros, y tomo otra rebanada de pizza, dejando que procese lo que dije.
Realmente no había analizado lo suficiente esta sensación de ser desplazado. Tenía que soltarlo. Es mi mejor amigo, y según creo, puedo decirle todo lo que siento sin temor a que pueda enojarse.

—Verás. –comienzo a decir; takanori ni siquiera se mueve– Me siento desplazado, es como si no pudieras vivir sin Shima, y no es malo. A lo que me re refiero a que, tienes tu vida, y él la suya. Si hay una salida planeada no pasa nada si le dejas solo un día, si se sepan unas horas. No pasa nada. Estoy...cansado de que me dejes tirado, me cancelas a última hora, cuando ya tengo todo planeado, o un día antes. Mis ánimos se van al inframundo. Yo he cancelado mil cosas cuando salimos, y tú no puedes hacer lo mismo. Duele, ¿si sabías no? Eres la única persona con la que salgo, lo sabes, y cuando haces eso me siento realmente solo.

Su cara de sorpresa se hace aún más grande. Deja la pizza sobre la barra y se aclara la garganta.
De verdad...¿Es tan difícil entender eso? No son mellizos para estar todo el maldito día juntos, además...todo lo que he dicho es cierto.
Cuando tenía mi trabajo en la fábrica llegué a faltar día enteros por salir con él, me cree conflictos, iba a verlo completamente enfermo, e incluso llegué a irme en plena reunión familiar por ir a cuidarlo o reconfortarlo...y él, él simplemente no puede hacer eso por mí. Siento un nudo en la garganta que bajo con un trago de cerveza. Esto está mal.

Because I'm Stupid (Reituki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora