Because I'm Stupid (Reituki)

Cinco.

—A que es bonito, ¿Verdad? Lo pedí así porque sé que te encantan esos sabores. –Takanori toma asiento al lado mío y saluda Shiroyama sin más, mientras yo simplemente no puedo alejar mi vista del pastel. ¿Cómo pude olvidarme de mi propio cumpleaños? ¿Cómo?.

—¿Ya es 27? –pregunto aún atontado y ambos se ríen.

—¡Pues claro tonto! –Takanori está divertido, me rasco la nuca– ¿En qué mundo vives que te olvidas de tu cumpleaños?

Suspiro y tras un segundo siento como una sonrisa se forma en mi rostro. Solo él tiene este tipo de detalles conmigo. Es quien me recuerda las cosas cuando a mí se me ha olvidado todo. Sólo él. Comienzo a reírme y él me golpea el brazo.

—Con todo esto yo no recordaba que era mi cumpleaños. –admito en un susurro y el ríe– Gracias Taka, has alegrado mi día.

Él sonríe y coloca nuevamente su mano sobre mi hombro, apretándolo levemente

—Pensé en ir a tu casa desde ayer, pero en la mañana Tanabe me dió la noticia de que estarían en la compañía. Me dijo que ya estabas dentro y pues bueno...vine directamente aquí. –dice sonriendo de medio lado– Me dijo que serás Reita, no sabes la felicidad que me dio saber que utilizaras el seudónimo que te creé.

—No podía ser otro. –Taka sonríe aún más.

Retira su mano de mi hombro y me mira un momento más, y ahí es cuando un gesto poco común aparece en su rostro. Si, está sorprendido. ¿Es acaso que acaba de notar tengo ya treinta y cinco? ¿Está mirando mi maquillaje? Arqueo una ceja y él silva.

—Táchame de marica si quieres, pero te vez malditamente guapo. –suelta de golpe, provocando que me ahogue– Es enserio Akira, ¡Estás guapísimo! ¿Verdad Yuu?

Shiroyama simplemente se ríe y se encoje de hombros.

—Si bueno. Todos somos más guapos con un poco de maquillaje. –Pongo los ojos en blanco ante el comentario de Taka y enseguida una carcajada sale de mi garganta. Mátenme ya, por amor de dios.

—Pero que me dices a mí, ¿Ese traje y lentes de donde los has sacado? ¿Dónde quedó Takanori eh? –contraataco y Takanori sólo sonríe tímidamente– Te vez muy bien de traje

Se revuelve incómodo en su asiento y tras un momento vuelve a mirarme. Es como una colegiala apenada.

—Me dió por ser formal, es todo. –susurra y no me queda más que reír– ¿Irás con Yumi hoy? Me dijo que tiene una cena planeada con toda la familia.

—Quedé de ir hoy, por si quieres acompañarme. –Asiente, como un niño pequeño– También estás invitado Shiroyama.

—Oh gracias. –parece un poco incómodo, pero asiente– No sabía que hoy era tu cumpleaños, felicidades Akira.

—Gracias.

Takanori parece entusiasmado. Saca de no se dónde un pequeño cortador de pastel y lo coloca sobre mis manos. Yo le sonrió de nueva cuenta y, algo aturdido sonrió a Shiroyama. Tomo entre mis dedos la pequeña placa de chocolate del pastel antes de comenzar a cortar y sin más le doy un mordisco. El sabor del chocolate invade mi paladar, y mi estómago gruñe al instante. Ah...nuevamente un pequeño gesto por parte de Takanori ha iluminado mi día por completo.

. . .

Regresamos al living tras pasar otros veinte minutos minutos. Del pastel no han quedado más que sobras que el dependiente de la cafetería me ha puesto para llevar con mucha amabilidad en una pequeña caja de cartón. ¿Que habrá pasado? Ni yo ni Shiroyama hemos comentado nada a Takanori sobre lo ocurrido, y aún ahora no sabría como explicarle todo sin tocar el tema del tal Reiji. Sólo espero que todo esté tranquilo ahora. Caminamos por el último pasillo que nos lleva ahí y realmente parece atiborrado de gente. Supongo que más de media compañía está aquí, además de un par de paramédicos. ¡Mierda! Shiroyama se apresura a entrar mientras que Taka y yo le pisamos los talones. Apenas entrar vemos a Tanabe y Shima, quienes parecen salidos de una riña en las calles populares en Japón, sentados en el sofá, siendo atendidos por un par de paramédicos. Tienen los labios rotos, pómulos hinchados, cejas rotas...wow. Miro por un momento a Shiroyama y este me devuelve una mirada casi perturbada, mientras que Takanori por su parte corre como una exhalación hasta Shima y comienza a revisarle. Fantástico...
Camino atontado hasta Tanabe y sólo me dedica una mueca. Creo que salió mejor librado de Shima. Parece solo tener unos rasguños...aunque bueno, su ropa no tuvo la misma suerte. O más bien mi ropa...Mierda.