Siete

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Al filo de la media noche llego a mi apartamento. Apenas si tengo la energía necesaria para estacionar bien el auto, como siempre, al lado del auto mal estacionado de la señora Hon, y luego salir por la puerta del copiloto como de costumbre. Me gustaría quejarme más, pero simplemente me queda resignarme. Es una señora, y no puedo reclamarle realmente. Salgo del auto y cierro la puerta con seguro. Hace frío. Me froto las manos y camina rápidamente al recibidor. No tengo energía...presiono el botón del elevador. Me duele el culo.

El tráfico se puso tan infernal después de salir del estacionamiento del complejo de apartamentos de Taka que básicamente me quedé varado por dos horas en una de las avenidas principales, y aunque el trasero se me durmió no podía solo dejar el auto e irme aunque quisiera. Esa es la única desventaja de tener auto. En fin. Meto mi mano al bolsillo, saco casi a manera robótica mis llaves para abrir la puerta y me cago en la madre al instante. ¿Que mierda? Saco las llaves con cuidado...oh carajo. Ampollas, tengo cuatro jodidas ampollas en la mano izquierda. Debe ser un broma. ¿Tan malo es tocar tanto? Jamás me habían salido ampollas tan desastrosas. Encajo la llave en la puerta y procedo a hacer lo que todo macho haría...reventarlas con el hocico. Reviento una por una, cagándome en la madre y pensando en lo retrasado que soy, y en lo histérico que Taka estaría de verme ahora. Seguramente correría al botiquín para curarme, pero como no está aquí me toca irme a la mierda. Ah...¿Porqué siempre termino pensando en Takanori cuando me ocurren cosas así? Pensándolo bien quizá sea porque cuida de mí como si fuera un niño pequeño. Siempre viendo mi bienestar. Siendo mi psicólogo, mi enfermero, mi hermano y mi mejor amigo a la vez. Mi complemento. Suspiro con pesar y me adentro en el departamento abriendo la puerta como puedo. Estoy muy cansado, así que mando todo a la mierda. Lanzo todo al suelo y me tumbo en mi sofá grande, que es sólo para tres traseros y me acurruco como puedo. No me importa siquiera si la puerta está cerrada, no me importa nada. Cierro los ojos los ojos y suspiro. Estoy demasiado cansado, y para colmo las manos me duelen a rabiar. Desearía que Taka estuviera aquí. ¿Cómo no desearlo si ha hecho tantas cosas por mí durante años? Suspiro de nuevo y la oscuridad me va abrazando. No me importa si cerré o no la puerta. Sólo quiero dormir.

. . .

''¡AKIRA...!''

Obscuridad y sobresalto, eso es lo que siento ante de caer como vaca al suelo y despertar. El corazón me martillea contra el pecho y apenas si puedo respirar. Me incorporo de golpe sobre el sofá y en el momento puedo ver como la luz del pasillo entra en el apartamento. La puerta de la entrada sigue abierta...y escucho a lo lejos los gritos de alguien. La piel se me hace de gallina. Debe ser plena madrugada, no tendría que haber gritos. Por dios...me siento parte de una película de terror barata. Me levanto tambaleando del sofá, muy contracturado. Cierro la puerta de una patada. Pesadillas de mierda. ¿Por qué tengo que ser yo quien sueñe con cosas así? ¿Por qué soñar que alguien te pide ayuda? ¿Por qué el presentimiento de que alguien que quieres está en peligro? Es ridículo. Sacudo la cabeza tratando de despejarme y me tambaleo. Es como una escena cliché d una vieja película.
¿Cuánto tiempo llevo dormido? Busco mi móvil en las bolsas de mi pantalón pero no doy con él, solo me jodo más los dedos. ¡Maldita sea! La mano entera me escose. Ah...si, me reventé las ampollas. Mierda. Saco con cuidado la mano del bolsillo, trago saliva y me levanto del sofá. Camino atontado y tambaleante hasta el baño. Enciendo la luz y me lavo las manos con cuidado. Mis manos están rojas, tan rojas como un camarón recién cocinado...aunque bueno, pensándolo bien, ¿Eso es rosa no? Sacudo la cabeza de nuevo, incómodo, y busco el botiquín del baño. Supongo que un poco de alcohol y gasa va a bastar. Esparzo un poco en la punta y me cago en la madre. Vale...si no estaba despierto, ahora sí que lo estoy. Me curo los dedos rápidamente y después simplemente regreso a la sala con media mano aparentando dedos de momia. Mi móvil está tirado junto a la entrada. Me aproximo para recogerlo y al desbloquearlo cuatro llamadas perdidas de Takanori salen a flote.

Because I'm Stupid (Reituki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora