ADELANTO: Treinta.

163 16 32
                                    

[ . . . ]

El ensayo ha terminado. Estoy tan agotado ahora mismo que realmente podría morirme. La espalda está matándome, el cuello también, y las manos ni se diga. Realmente entiendo que mi cuerpo ya no aguanta esto como cuando tenía veinte. Este ensayo ha resultado magnifico, tan perfecto que me ha traído recuerdos de aquellos días de juventud tocando junto a Taka hace muchos años en un bar de mala muerte, ahogados de calor y maquillaje barato. Aquello era un pasatiempo tonto de cada mes, y realmente, jamás pensé que algo así ahora fuera una realidad. Juntos de nuevo, ahora en una banda famosa y con maquillaje caro. No puedo controlar la risa sólo de procesar lo absurdo e irónico que es. Intento tontamente abanicarme con las manos, pero la sala de ensayos está ardiendo aún con la ventilación a tope. Halo del tali de mi bajo hasta lograr colocarlo en mi espalda. Tengo las manos tan dormidas ahora mismo que no quiero arriesgarme a tomarlo mal tirarlo al suelo. Mis dedos están rojos y llenos de ampollas otra vez, supongo que practicar tanto no es tan buena idea, pero sinceramente me da ansiedad no hacerlo. Las canciones nuevas aún no las domino, los cambios son demasiado rápidos. Demasiada memorización y velocidad me están volviendo loco, además la presión del próximo concierto. Desconecto el bajo, halando del cable del amplificador casi sin mirar ni importarme. Tanabe se deja caer hacia atrás, como de costumbre, cayendo fuertemente en el suelo, a vez que manda a la mierda sus baquetas. Shiroyama deja su guitarra en su soporte, dirigiéndose directo al lado de Tanabe y tirándose junto a él sin decir nada. Shima deja su guitarra también, apresurándose por sí solo a desconectar los amplificadores, mientras que Taka simplemente permanece de rodillas en el centro de la sala. Está agitado, pero aún ahora no sé si sea lo correcto acercarme. En las últimas canciones parecía realmente tenso, como si realmente le costara llegar a las notas, se escuchaba incluso forzado, nada comparado a su voz habitual. Takashima le ha mirado de fijo todo el ensayo, seguramente lo ha puesto nervioso, pero no tengo idea de si eso al final sea una mala señal. No tengo idea de cómo estén las cosas, pero el sólo verlo cerca de Taka me hace un vacío en el estómago.

—Shima.

Murmura Taka casi a media voz. Takashima se acerca a él, acachándose un poco para poder mirarle.

—Dime cariño.

—Por favor tráeme mi bolso, está en el living. Necesito unas pastillas que están ahí. –La voz ronca de Takanori retumba en la sala de manera fuerte en la sala, haciendo que por un momento incluso Tanabe y Shiroyama se queden completamente callados.

Takashima parece consternado tan sólo unos segundos, pero finalmente sale de la sala sin responder. Taka suspira fuertemente, permaneciendo con la cabeza agachada y las manos recargadas sobre los muslos. Su mano derecha toma fuertemente el micrófono, mientras de su barbilla escurren gotas pequeñas de sudor. Una punzada me recorre el pecho, no me resisto ya a acercarme. No hemos hablado en dos días, la ansiedad de saber como está me consume. Después del beso...no sé como sentirme ahora. Lo único que realmente entiendo es que siento el corazón salirse de mi pecho cada que lo veo, y que eso me confunde...me duele. Me aclaro la garganta, tomando asiento junto a él en un segundo. Coloco mi mano sobre su hombro. Taka ríe quedarmente, a vez que recarga su cabeza suavemente sobre mi dorso, como un cachorrito en busca de cariño. Una risa se me escapa.

—¿Todo bien? –Mi voz es apenas un sususrro. Taka asiente, sin cambiar de posición–. Hiciste un gran trabajo.

—Gracias, pero yo más que nadie noto cuando no fue así. –Aún sin mirarme apaga el micrófono y lo coloca con suavidad sobre el suelo. Se acerca las manos al rostro, limpiándose el sudor con el dorso de la mano a vez que peina su cabello hacia atrás. Está hondulado y gotea en las puntas. Suspira profundo–. Estuviste increíble hoy. Se nota que estuviste practicando.

Por primera vez en el día me mira de fijo, sonriendo pulcramente, haciendo que mi corazón dé un vuelco. Realmente es guapo...realmente lo es. Acerca su mano a mi rostro, dándome un golpecito en el mentón con el índice y riéndose como un niño. Ladea la cabeza, casi divertido, mientras yo me aclaro la garganta.

—S-Si, estuve practicando todo este tiempo. –Respondo tontamente, asiente.

—¿Tus manos están bien?

—Sería mentira decirte que sí.

Me mira, casi resignado. Sacude la cabeza, totalmente decepcionado, a vez que gira hacia mí. Extiende sus manos en mi dirección y le coloco las mías encima suavemente. Las toma con cuidado, observándolas a detalle y con el seño fruncido. Me acaricia los dedos con los suyos, de manera suave y rítmica, haciéndome un pequeño masaje. Cierro los ojos, demasiado aturdido y adolorido. Realmente es una sensación de alivio y de tortura al mismo tiempo. Lo escucho reírse, así como lo siento levantar mis manos. Abro los ojos en el momento justo en que mis dedos rozan sus labios. Me quedo en blanco. Sus labios besan suavemente mis dedos, uno por uno, delicadamente. Trago saliva, sin saber realmente como reaccionar. El corazón me late como loco en el pecho, ahora mismo sintieto una muy absoluta envidia de mí mismo. Realmente quisiera que sus labios estuvieran besando los míos, no sólo mis dedos. Le miró de fijo, casi hipnotizado, hasta que nuestras miradas se cruzan otra vez.
Taka parece entender lo que pienso en un segundo. Se ríe de manera tímida y me da un último beso en el meñique izquierdo. Se muerde el labio, casi como un tic.

—¿Están mejor?

—Mucho mejor.

—Me alegro. Si vuelven a dolerte sólo dime. –Me guiña un ojo en complicidad, haciéndome derretir con tan sólo eso.

Se ríe, casi burlón, dejando mis manos libres y pelizcandome la mejilla con fuerza. Le tomo la muñeca en reflejo.

—Pues si este será el tratamiento cada vez que me duela algo, ojalá me parta la boca ahora mismo, para que así me duela mucho también.

Hablo sin pensar, cayendo en cuenta de mi gran bocota casi de instante. Takanori se sonrroja de golpe. Me mira con los ojos bien abiertos, soltando una tímida risa mientras se escapa de mi agarre. Intenta decir algo, pero la risa de Tanabe y Shiroyama nos sobresalta. Desde aquí, apenas logro verlos por detrás de los toms de la batería. Parecen estar jugando a simple vista, pero al prestar más atención puedo darme cuenta de que no son precisamente juegos, además de que están demasiado entretenidos como para prestar atención a algo más, o para que les importe realmente. Me pongo incómodo de golpe. Dios...casi olvido que no estábamos solos. Me froto el cuello, tratando de volver a la realidad. Taka se levanta rápidamente, ofreciéndome una mano que acepto para ponerme de pie también.

—¿Me acompañas a fumar? Claro, si quieres. Creo que Yuu y Tabe necesitan algo de...privacidad. Sabes de lo que hablo.

Me golpea suavemente el costado con el codo, y rápidamente un flashback de el día que desayuné con Reiji se repite en mi mente. Tanabe y Yuu tienen algo...aún me es increíble ver que realmente es así. Asiento. Me ayuda a quitarme el bajo, lo coloca en su estuche, a manera provisional y después simplemente me toma de la muñeca, halándome fuera de la sala de ensayos casi en un parpadeo.

[ . . . ]

Nota de la autora:
HEY, NO ESTOY MUERTA. (?) Bueno, casi.

Jaja, ¿Que tal, cómo va todo? Espero que estén muy bien. Estrañaba un montón andar por estos lares. He estado trabajando aún en las ediciones de Because, soy una tortuga, pero tendrán escenas inéditas que valdrán la pena. TO MUCH FANSERVICE (?) Shipp, cosas para fangirlear y demás. Quería dejarles un adelanto de la proxima actualización, y ya sé, llevan esperando 84 años, LO SÉ. Trataré ya enserio de tener todo listo para seguir con la historia sin sentir que estoy pecando yo sola. En fin, LES AMOOOOOOOO. Mil gracias por la eterna paciencia. <3

Because I'm Stupid (Reituki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora