CAPÍTULO XXI: ESCAPE (PARTE 3)

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Hank y Jhosua se habían encontrado de nuevo, aunque Hank estaba bastante preocupado Jhosua no parecía tener intenciones de delatarlo. Hank todavía necesitaba la llave, pero si no la entregaba corría el riesgo de que lo atrapen, la llave no era de su habitación o de la entrada principal, era para abrir los registros y poder saber dónde encontrar a Lucy.

Hank no tenía más opciones, al parecer todo se había terminado, en un arrebato de solemne estupidez se puso en posición de combate.

—Lo siento pero necesito esta llave. —Dijo Hank, nervioso pero decidido— Si la quieres deberás quitármela, no porque seas un anciano me contendré, después de todo sigues siendo un veterano de guerra.

Jhosua no dijo nada, bajó su mano y la metió a su bolsillo, sacó una pequeña cajetilla, la abrió y le lanzó a Hank un cigarrillo, él lo atrapó y se sintió muy confundido, Jhosua sacó otro cigarrillo para él y lo encendió, luego de fumarlo un par de veces le hizo a Hank una pregunta.

—¿Por qué quieres la llave? Ya estás fuera de tu habitación y puedes salir de aquí sin problemas, ya hasta te di un cigarrillo.

—Tengo que hacer algo antes de irme y es necesaria esta llave —le respondió Hank.

—¿Qué cosa? —preguntó Jhosua enseguida.

—¿Por qué te lo diría? Nada me asegura que no vas a delatarme —Hank se mostraba muy asertivo.

—Si quisiera delatarte lo habría hecho hoy en la tarde. —Jhosua estaba muy tranquilo—. Dime para qué quieres la llave y prometo que te dejaré pasar, si no planeas hacer algo peligroso, claro. Temo que quieras ir al almacén y provoques un incendio o algo peor.

—¿Por qué haría algo así? —Le replicó Hank— ¡No quiero lastimar a nadie!

—Traes puesto el uniforme de un enfermero, dudo que se lo pidieras por las buenas.

—Él está bien, sólo está dormido en mi habitación —Hank ahora se veía culpable.

—¿Drogaste a un enfermero y quieres que te confíe la llave que te da acceso a TODO el hospital? —Jhosua tiró el tabaco al suelo y se acercó a Hank—, ¡Dime para qué la quieres o llamaré a seguridad ahora mismo!

Hank estaba entre la espada y la pared, no le quedaba más que decir la verdad y esperar que Jhosua comprenda la situación y  quizás, sólo quizás, lo deje seguir con su camino.

—Necesito acceder a los registros y saber a dónde fue Lucy, tengo que preguntarle varias cosas, pero voy a volver, todavía necesito recuperarme. No tardaré más de unos pocos días, asumiré las consecuencias, tú mismo sabes que Lucy necesita ayuda.

—Deberías pedírsela a los Doctores le hospital —Le dijo Jhosua, ahora más relajado.

—¿Confiar en las personas que la dejaron ir como si nada? —Hank volvió a comportarse asertivamente— ¿Los mismos que permitieron que unos aviones de combate vuelen sobre el hospital? ¿Hablas enserio?

Jhosua se quedó callado un momento, metió su mano al bolsillo y sacó algo.

—Esto es un celular, de seguro lo conoces, yo apenas lo recibí, no sé usarlo más que para llamadas, mensajes y ver videos. Hoy en la tarde me encontré con esto, míralo.

Jhosua le entregó el celular a Hank, era un video sobre Lucy, no, Darlene. Fue nominada y ganadora del premio Goya. Darlene se encontraba en la ciudad de Valencia (España).
En el video de su premiación declaró que se agradecía a sí misma por siempre haber creído en ella y que lamentaba la ausencia pero cierto "parásito" la mantuvo indispuesta un tiempo. Su manera de hablar, de moverse, sus expresiones, y el hecho de que cada cosa que decía era para satisfacer su propio ego le dejaron a Hank algo muy claro: Darlene había tomado el control completo de Lucy. Para finalizar el video Darlene dijo que estaría presentándose en una entrevista en su ciudad de origen en pocos días, incluso dio hora y lugar precisos, el temor de Hank había sido confirmado, Darlene era la que dominaba el cuerpo de Lucy.

Hank le devolvió a Jhosua su celular y su llave, le agradeció por su ayuda y siguió con su camino, Jhosua no dijo nada, Hank había llegado muy lejos por su cuenta, estaba decidido a rescatar a Lucy y nada lo iba a detener.

Jhosua temía por Hank, pues ya había visto esos ojos en sus compañeros del ejército antes, mismos que estaban por lanzarse a una misión suicida, él también fue uno de ellos, pero Jhosua siempre se lanzaba a esas misiones con intenciones asesinas, de venganza y deseos de sangre; Hank por otro lado no lo hacía con esas motivaciones, había valor en su mirada y eso era algo que Jhosua respetaba, pero a la vez sentía algo de lástima por Hank, él afirmaba que iba sólo por ayudar a Lucy, cuando en realidad lo hacía porque estaba enamorado de ella, Hank sabía muy bien que Lucy también lo amaba (O al menos una de sus alter egos) pero temía admitirlo.

No fue necesario que Hank le pidiera a Jhosua que guarde silencio sobre su escape, el viejo siempre respetaba a un hombre determinado, incluso si lo que iba a hacer era una tremenda cojudez. A la distancia, Jhosua le dedicó a Hank unas últimas palabras mientras lo veía entrar en el edificio 1.

—Hank... No te conviertas en un Kamikaze, por favor.

AMOR POS BIPOLARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora