Hank yacía en su cama, fingiendo que los sedantes hicieron efecto, esperó hasta que los enfermeros salieran de su cuarto y que sus pasos se dejaran de oír, entonces, cuando todo quedó en completo silencio volvió a moverse, se sentó sobre la cama y comenzó a toser las píldoras que le dieron.
—¡Carajo! —Dijo una vez que pudo escupir los sedantes—, Fue difícil mantener estas cosas en mi garganta sin tragarlas, pero no importa, la fase 1 del plan fue un éxito. Gracias Lucy por enseñarme un poco de tus métodos de actuación ¡Maté 2 pájaros de un tiro! Tengo los sedantes y la llave maestra de Jhosua, qué bien que le sugerí pedir esta llave usando como excusa su edad y mala vista, no pensé que eso me serviría ahora, sin dudas tengo al guion de mi lado, ya es momento de poner en marcha la fase 2 de mi plan de escape.
Hank esperó que se hiciera de noche, justo cuando fueron las 23:00 inició la segunda fase de su plan. Esta parte requería de una condición específica para poder ser llevada a cabo: un enfermero, tenía que ser uno solo.
Los enfermeros casi siempre daban vueltas por los pasillos del Hospital durante el día a solas ya que las habitaciones estaban vacías, los del turno nocturno se encargaban de arreglar el desorden que provocaban los pacientes durante el día y ya que durante la noche todas las habitaciones estaban ocupadas iban entre 2 o más en caso de algún imprevisto, pero de vez en cuando algún distraído daba vueltas por ahí sin ningún acompañante, Hank tenía que esperar a que eso sucediera.
Estuvo atento detrás de la puerta por casi una hora, primero pasó un enfermero que se veía experimentado, Hank lo dejó seguir su camino, si intentaba algo de seguro éste sabría cómo reaccionar. Luego llegó una mujer que, dada su apariencia, parecía estar en sus 30 años de edad; era obvio que no se creería lo que Hank tenía planeado, su rostro era de aquellas enfermeras que, si no tienes fiebre de 40º, no te atienden.
Una tercera persona apareció, la presa perfecta: un joven enfermero que llevaba un carro de cura, se veía inexperto e inseguro ¡Estaba llevando ropa en un carro de cura! Sin duda era un novato, además que no era muy alto y estaba un poco delgado, él era el elegido. Hank se aseguró de que el chico estuviera solo, para su buena suerte así era.
Cuando el enfermero pasó frente a su puerta Hank comenzó a gritar, pedía ayuda diciendo que le estaba dando un ataque porque olvidó tomar sus medicamentos, seguido de esto se tiró al suelo, cayendo a un lado de su cama mientras suplicándole al enfermero que lo ayude.
El chico abrió la puerta sin necesidad de una llave pues las habitaciones se abrían y cerraban únicamente por fuera, enseguida trató de darle apoyo a Hank, le pidió que se quede en el suelo y le dijo que no se preocupe pues él sabía qué hacer en esa situación y que todo estaría bien, le preguntó por sus medicamentos y Hank le señaló su mesa de descanso, el muchacho se apresuró a diluirlos en un vaso de agua, cuando se aseguró que estaban disueltos por completo, se acercó a Hank, se agachó, tomó a Hank por la nuca y llevó el vaso hasta su boca.
Durante un par de segundos, Hank le agradeció al enfermero en sus pensamientos «Sin duda este trabajo es para ti, gracias y perdóname por esto» El chico se detuvo justo antes de darle el medicamento a Hank, analizó un poco mejor la situación y notó que no tenía sentido que Hank no haya tomado sus medicamentos ya que a ningún paciente se los daban para que los consuman en sus habitaciones, todos eran administrados obligatoriamente antes de ingresar a sus cuartos, el muchacho se dio cuenta que algo no andaba bien, pero ya era muy tarde.
Hank extendió su mano mano derecha y sacó algo de debajo de la cama, con su mano izquierda metió 2 dedos en las fosas nasales del chico obligándolo a abrir la boca y con su otra mano usando la fuerza bruta le dio de beber al enfermero el contenido del vaso que tenía los sedantes que intentaron administrarle en su falso ataque de la tarde, todo eso pasó en segundos, el enfermero no pudo ni escupir el contenido, simplemente quiso apartarse pero Hank saltó sobre él y lo sometió hasta que los sedantes hicieran efecto, cosa que sucedió casi al instante.
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AMOR POS BIPOLAR
Storie d'amoreHank Hawkings Harrison, es un productor y compositor musical de 21 años, es bastante joven pero ya lleva a cabo su sueño de dedicarse a la música. Después de sobrevivir a un accidente de avión desarrolló Trastorno de Estrés Postraumático (T.E.P.T) y...