CAPÍTULO VI: PRIMER ENCUENTRO

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Cuando Lucy abrió sus ojos se dio cuenta que se encontraba acostada en una habitación completamente blanca, intentó levantarse pero no pudo hacerlo, estaba sujeta de brazos y piernas a una camilla, trató de soltarse pero al instante entendió que era imposible, comenzó a gritar por ayuda, gritó tan fuerte como pudo pero era en vano, después de unos minutos a la habitación entró un hombre de unos 50 años, con cabello canoso, llevaba lentes y usaba una bata blanca, su apariencia y manera de caminar dejaba en obviedad que era un Doctor.

El Doctor tomó una silla, se acercó a Lucy y se sentó junto a ella, aunque Lucy se veía confundida el Doctor estaba muy tranquilo, quizás tenía demasiada experiencia, para él era más que rutinario aquel escenario.

—Muy bien, entonces... —Sacó una libreta— ¿Con quién estoy tratando ahora? ¿Livi? ¿Anne? No, no, por tu expresión diría que eres Matilda.

Lucy no estaba muy convencida, pero pensó que sería más fácil obtener reparo a su situación si primero respondía las preguntas que le hacían.

—Soy Lucy. —Afirmó.

—Qué interesante, hay otra personalidad más —Dijo el doctor mientras anotaba algo en la libreta que tenía en sus manos—. Dime Lucy ¿Desde hace cuanto tiempo estás en este cuerpo?

—¡No, no, no! Este cuerpo es mío —Replicó ella.

—Eso dicen todas —El Doctor miró a Lucy a los ojos y le conmovió su expresión—. Está bien Lucy, te daré la oportunidad, pruébalo.

—¿Qué cosa?

—Que tú eres la original y no otra personalidad más.

—Pues... —Lucy pensó por un momento en algo que dejara en evidencia que sus palabras eran ciertas—. ¡Mi identificación! Puedo decirle mis datos, y si suelta mi mano replicaré la firma a la perfección sin que necesite verla.

—¿Cómo sé que cuando haga eso no vas a intentar golpearme cómo lo hizo Matilda? —Dijo el Doctor tocándose un leve moretón que tenía en su mejilla—. O peor, que no intentarías matarme con el bolígrafo.

—Confíe en mí, soy la más estable de todas —Le respondió Lucy, en busca de conseguir un voto de confianza.

El Doctor, aunque estaba escéptico ante la situación, terminó accediendo. Comenzó a preguntarle a Lucy datos de su certificado de identidad, de vez en cuando soltando una que otra pregunta engañosa, pero Lucy respondió a la perfección todo, incluso replicó su firma con extrema precisión.

El doctor entonces pidió a los enfermeros que aflojaran las correas que la mantenían inmóvil. Lucy se sentó en el borde de la camilla, pasaron varios segundos hasta que se animó a hablar con el Doctor.

—¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué estoy aquí? —Preguntó Lucy, confundida.

—¿Qué es lo último que recuerda? —El doctor miró la identificación de Lucy— Señorita... Lucyana Granty Bellatriz.

«Detesto que respondan mis preguntas con más preguntas» Pensó Lucy.

—Lo último que recuerdo fue... —Lucy se concentraba para poder recordar— Estaba en casa, bebiendo, de repente me comenzó a doler la cabeza, era un dolor horrible, entonces llamé a emergencia pero antes de que pudiera notarlo tenía un enorme corte en mi brazo, me asusté demasiado y... Es todo, no sé qué pasó después.

—¿No recuerda nada más? —Preguntó el Doctor, mientras volvía a tomar notas en su libreta.

—Eso sería todo, básicamente.

—Okay Señorita Granty —Terminó de escribir, puso la libreta a un lado y cruzó los brazos—. Verá señorita Granty, al parecer usted se cortó la muñeca y luego se desmayó al intentar salir de su departamento, por suerte una de sus su vecinas se dio cuenta y la llevó al hospital inmediatamente. Cuando recuperó la conciencia... ¡No! Cuando Livi despertó, le preguntaron sobre lo sucedido pero no supo qué decir. En la noche Anne intentó suicidarse con los medicamentos y Matilda hizo un escándalo para huir del hospital. Luego de eso me llamaron a mí, mucho gusto, soy el Doctor James Isaac, y soy Psiquiatra.

AMOR POS BIPOLARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora