CAPÍTULO VIII: DISOCIACIÓN

26 4 23
                                    

Después de la larga charla entre Anne y Hank, durante la madrugada Lucy pudo retomar el control de su cuerpo, sintiéndose confundida, pues Anne no solía tomar el control del cuerpo de manera voluntaria. Hank le explicó a Lucy que conoció a Anne y le pareció una persona muy agradable, era tímida pero cuando hablaban sobre música era persona completamente diferente.

Lucy se sorprendió al saber que Anne había hablado tanto con Hank, a Anne no le gustaba tener el control del cuerpo y mucho menos socializar con nadie, quería saber sobre qué habló con Hank pero él se encontraba exhausto y decidió preguntárselo en otra ocasión.

Hank y Lucy se fueron a dormir casi a las 3AM, debido a su horario tendrían que levantarse al menos a las 6:45AM, cosa que sería una completa tortura, pero  pese a lo incómodas que eran las camas lograron conciliar el sueño bastante rápido, ambos se encontraban durmiendo plácidamente en sus habitaciones; ya había amanecido pero ellos no lo notaron ya que ni las habitaciones ni el edificio donde se encontraban tenían ventanas, ya fuera de día o de noche el lugar siempre se veía lúgubre.

El sueño de Hank y Lucy fue cortado rápidamente por un escandaloso grito y varios golpes fuertes a sus puertas.

—¡¡¡LEVANTENSE!!!

Hank se despertó muy asustado por el estruendo, de la impresión hasta se cayó de la cama, por un momento estuvo a punto de tener un ataque de estrés postraumático, menos mal logró calmarse. No entendía qué sucedía pero otra vez escuchó los gritos fuera de la puerta.

—¡¡¡He dicho que se levanten, flojos!!!

Hank entonces se levantó corriendo hasta la puerta de su habitación.

—¡Estoy despierto maldita sea! —Gritó muy alterado— ¡¿Porqué tanto jodido escándalo?! 

Hank intentó calmarse pero cuando vio que la puerta de su habitación se abrió de par en par se asustó todavía más, en medio de la entrada de su cuarto estaba de pie un hombre bastante anciano, tendría por lo menos 60 años, por como estaba vestido Hank se dio cuenta que se trataba del conserje, eso ahora le traía más dudas ¿Por qué el conserje los despertaba gritando de tal manera?

—¿Eres nuevo? —Le preguntó el hombre a Hank, pero él seguía tan impactado que no le respondió—. ¿Eres sordo? Te pregunté si eres nuevo... ¡Ay olvídalo! Es obvio que sí.

—Sí soy nuevo. —Respondió Hank tratando de calmarse y asimilar que no estaba en una pesadilla—, ¿Por qué nos despertaste de esa manera? No estamos en el ejército.

—Pero yo sí lo estuve, soy Jhosua Jones Johnson, O Triple J como me llamaban mis camaradas. —Cuando Jhosua dijo eso su mirada se tornó algo triste, pero enseguida se recompuso— ¿Cómo te llamas tú?

—Hank Hawkings Harrison, —Respondió— O Triple H, así solía decirme mi amigo para molestarme, o más bien, lo hacía, hasta que lo golpeé con una guitarra en la cabeza.

—Bien Hawkins, como ya debiste notar soy el conserje y los llamo a diario a las 6:40AM exactos porque su desayuno es a las 7, si se retrasan no desayunan y esa comida es tirada con los desechos, muchas veces se me han roto las bolsas de basura cuando intenté sacarlas debido a que estaban llenas de comida, así que me aseguro de que coman puntuales y que se coman todo.

—¿Tienes que hacerlo de manera tan escandalosa? —Preguntó Hank—, Hay personas que no toleramos los gritos.

— ¿Y tú qué tienes? —Preguntó Jhosua de manera burlona.

— Estrés postraumático. —Le respondió Hank, algo decepcionado—. Si no te molesta por favor despiértame de una manera menos escandalosa ¿Sí?

Jhosua en cierta manera se sintió mal por Hank, ya que él también llegó a sufrir de estrés postraumático en algún punto de su vida. 

AMOR POS BIPOLARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora