Dolores del alma
Hablar con Levi lo llenó de tanta tranquilidad que se sintió en un mundo o por lo menos en un país diferente, donde sus opiniones valían y eran respetadas de corazón. Aunque el azabache no cambiaba demasiado su expresión, Eren estaba aprendiendo a entenderlo por el brillo en sus ojos que para él era maravilloso y sobre todo encantador.
Después de haberle puesto su nueva alegría y besado su vientre le había ayudado con la curación, haciéndolo sentir especial, lo hacía con tanto cuidado que solo le generaba risa con cada pasada del algodón en su ombligo.
—Deja de reírte mocoso de mierda, no es fácil hacer esto – exigió frunciendo las cejas y su voz ya sonaba exasperada –
—Lo siento es que ya se despertó y sufro de cosquillas fácilmente, jajaja Levi espera jajaja – tratados de no reírse –
—Mierda, soy un puto soldado no un enfermo – peleaba con todo lo que podía –
—Levi – sujeto la mano del mayor y la alejo – Ya está bien, el color rojo no pasará tan fácilmente es parte de la inflamación.
Lo vio alejarse y suspirar aparentemente se estaba tomando muy enserio su trabajo de enfermero y eso hacia sentir mas especial al castaño.
—Llegare a tomar un curso de primeros auxilios, mierda nunca imagine que esto fuera tan difícil – lo dijo mientras sobaba el puente de la nariz – Acabo de darme cuenta que tu aroma es un poco más dulce.
—Eres el primero que se da cuenta Levi, eres increíble – se emocionó, pero su rostro estaba rojo por la vergüenza –
—¿A qué te refieres? – vi la duda en sus ojos –
—Bueno veras, hay cierto tiempo en que podemos quedar embarazados, pero no es como las mujeres, solo se nos inflama un poco el vientre, tenemos fuertes dolores de vez en cuando y según el doctor Hannes en mi caso mi piel toma un aroma a canela o sándalo, es muy sutil – explico tranquilamente mientras se retiraba la joyería de su cuerpo – Solo mis padres lo habían notado.
—Que interesante, no sabía nada de eso – lo dijo honestamente y maravillado – Creo que contigo aprendió muchas cosas, gracias.
—No digas eso, sabes más cosas que yo y…
—Oye Eren ¿no quisieras ir a Francia a tomar un curso de diseño? – no dejo que termine la frase y esa propuesta lo dejo sin palabras –
Iba a responderle cuando unos golpes en la puerta hicieron presencia, fue hasta ella y vio a sus tres amados y los hizo pasar, saludaron a Levi y tomó asiento en los hermosos cojines, el castaño los imito el notaba la angustia en los rostros y sonrió Muchísimas gracias, permiso para hablar.
—Mañana tenemos una reunión con la familia Kirsten, sabes que Mikasa y Jean están en su luna de miel, así que Yasin y Petra fueron solos sus padres pidieron que fueras a cocinarles – hablo Carla tranquilamente, pero movía sus manos con nerviosismo –
—Sabemos que quieres trabajar y hacerte cargo de la tienda, así que queremos tu opinión – Grisha nunca obligaba a Eren a hacer algo que no quisiera –
—Bueno pues es solo hacerles el almuerzo, ellos estarán en la tienda puedo ir en ese momento y dejarles todo preparado y regresar al trabajo – volteo a ver a Levi y recordó que debía llevarlo a algún sitio agradable – ¿Pero y Levi?
—Por mí no te preocupes puedo ir a caminar – expreso tratando de restarle importancia –
—Si no es molestia para el capitán, ¿será que puedes acompañar a Eren? – Grisha lo pidió con mucha seriedad –
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tu eres mi flor de loto
RomanceRivaille Ackerman el mejor soldado que tiene las fuerzas armadas de Francia, mejor conocido como Levi, poseía todas las mejores cualidades para llevar a cabo las funciones de seguridad, análisis, no se puede negar que el trabajo que más le gusta es...