capítulo 11

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Paris la ciudad del amor

Madrugo como de costumbre y al abrir sus ojos Levi ya no estaba, se encontraba muy sorprendido por lo poco que descansaba el azabache, aun así, se arregló y al salir los vio a todos en el campo revisando el cultivo.

Connie sonreía ampliamente y sus padres se veían maravillados, por lo que él fue a la cocina y preparo un delicioso desayuno de pan tostado, fruta picada con un poco de crema de leche con azúcar y te de jengibre. Empezaron a llegar sus padres, seguidos de los futuros esposos y su amado azabache, así que les paso el desayuno.

Se sorprendió al ver que Sasha comió casi el triple y aun así afirmaba tener hambre, el solo pudo reír ante esas acciones.

—Hoy iremos a la ciudad, se quedarán en mi casa y el viernes los llevare a la casa de Armin y Erwin para que se queden con ellos – explico el azabache, terminando su te –

—¿No incomodaremos en la casa de su jefe? – se veía la preocupación de Grisha en sus palabras –

—No, hable con ellos esta mañana y dicen que serán bienvenidos en su hogar – afirmo el azabache, observando su celular – Lo hago principalmente porque no quiero que esa mujer los moleste.

El silencio se hizo presente, pues la expresión en el rostro del azabache no daba paso a preguntar o simplemente querer seguir la conversación.

—Frente a la boda, le …

—Ni se te ocurra decirles, es capaz que arruina todo – no permitió que Sasha continuara, se le veía incómodo y de muy mal humor – ¿Que dijeron tus padres Connie?

—No vendrán, dicen que no están de acuerdo con nuestra unión, así que creo que seremos nosotros más la familia Smith – hablo con tranquilidad, y Eren al observarlo no vio tristeza en su rostro –

El azabache solo asintió y se retiró del lugar, Sasha soltó un suspiro pesado y lágrimas empezaron a salir de sus ojos, Connie la abrazo y le susurraba palabras en su oído; ellos estaban impresionados en el tiempo que llevaban compartiendo con Levi jamás lo habían visto de esa manera.

—Lamentamos que lo vieran de ese modo – hablo Connie y sonrió tiernamente – Siempre que se trata el tema de su madre se descompone.

—No deben disculparse, no entendemos bien lo que pasa, pero debe ser bastante doloroso para el capitán – expreso Carla acariciando la espalda de Sasha –

—Kuchel es una mujer despreciable – hablo Sasha y trato de sonreír – Cuando me conoció me golpeo con fuerza el rostro, afirmando que era una sucia pordiosera que no merecía la caridad de su hijo, cuando Levi no estaba me encerraba por horas y cuando él lo noto la sacó de la casa – respiro profundo y llevo otra papa a la boca – Con Connie fue algo parecido, ella cree que solo por tener el apellido Ackerman puede abusar de los demás.

—Qué mujer tan cruel – la abuela se llevó las manos a la boca por la sorpresa –

—Y ni se diga del trato al jefe, ella solo quiere humillarlo por medio de palabras o actitudes – se veía la molestia en las palabras de Connie – Si pueden estar lo más lejos de ella y de Farlan háganlo.

Todos asintieron y Sasha se ofreció a lavar la loza, afirmando que no lo dejaran esperar demasiado; salieron y ahí lo vio cerca del auto fumando y con una mirada llena de melancolía y desesperación. Levi abrió las puertas para que pudieran entrar, pero ni una palabra salió de su boca, solo apago el cigarrillo antes de entrar y empezó a conducir.

Quería animarlo, odiaba verlo de esa manera pues lo poco que él le había contado de su madre está no era la mejor en su categoría y aparentemente en ninguna otra, no aplaudía los logros alcanzados por su hijo y solo lo buscaba cuando necesitaba algo. El celular del azabache comenzó a sonar y simplemente vio como contestaba.

tu eres mi flor de lotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora