capitulo 30

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Te odio




Estaba cansado de ver esas estúpidas actitudes de Eren contra su familia, desde que había llegado se veía más seguro de sí mismo, sin contar que ese maldito esposo suyo siempre estaba pegado ya lo tenía harto, después de esa humillación que le hizo a Jean y Mikasa estaba más que seguro que no lo dejaría pasar.

Cosa que también lo impresionó fue que Petra en verdad estaba en cuidados intensivos por un accidente, ahora debía hacer pagar a ese imbécil por creerse mucho. Empezó a seguirlo ya que debía saber conveniente eran los momentos en los que estaría solo, lo que nunca se imaginó fue ver llegar a toda la familia Jeager junto con personas que nunca había visto, pero se percató que ellos estaban en otras actividades por lo cual Eren se quedará solo una gran parte del día.

Mikasa le había dicho que esta semana el capitán debía presentarse para mostrar todos los informes a los grandes jefes, ahí debía moverse; lo vio salir junto con uno de los soldados, sabía que eso solo ocurría cuando iba al mercado ese sería su momento.

Al verlo bajarse del auto notó la presencia de la mujer que atendía a su cuñada, los seguía a una distancia adecuada, no podía permitir que lo vieran sino empezarían a sospechar, fue lo más discreto que pudo, esa idiota pagaría la humillación de su familia , de ofender a Mikasa, sobre todo de ver que su hermano estaba empezando a perder la fe en tener herederos.

Y ahí la vio entrar, dejándolo relativamente solo, corrió hasta él, lo sujetó con todas sus fuerzas, comenzó a arrastrarlo, él no gritaba cosa que le pareció extraño, lo subió a su auto, cerró luego comenzó a conducir lo más rápido que las vias le permitian.

—Yashin – lo escuchó, esperó a que continuara – déjame ir, así no saldrás lastimado.

—¿Quién te cree para amenazarme? – sentí la rabia bullir en su estómago quería matarlo – solo eres la escoria de los dioses.

—Te lo ruego – lo escuchó sollozar por el retrovisor lo vio sujetando el vientre – no quiero perder a mi bebé.

—¡Cállate perra! – él debía ser humillado por su parte lo disfrutaría – tu debías ser mío, me pertenecías, pero te fuiste con ese bastardo, ahora te sentiré en su totalidad.

—Haré lo que sea – veía esas lagrimas caer se veía preocupada – pero no dañes mi vientre.

—Créeme sabrás como debería ser tu vida – dejó la conversación hasta ahí, siguió el camino –

Se dirigió a la pequeña casa de verano que tenía su familia, lo curioso es que esa era la casa que le había pertenecido a los Jeager, al llegar lo sacó sujetándolo duro del brazo, lo vio negar, sintió su placer aumentar de verlo así de angustiado, se lo merecía.

Subió, lo llevó a la que había sido su habitación, lo lanzó a la cama este solo se alejó, acurrucándose cerca de la cabecera de la cama.

Estaba en esa reunión donde Erwin hizo presencia por primera vez, todos los jefes estaban agradecidos por su presencia, por su parte estaba aburrido, quería ir con Eren a buscar ropa sobre todo disfrutar de su presencia, pero no, debería estar ahí como un asqueroso florero.

Se consiguió a escuchar pasos por el pasillo del lugar, ahí entró ella con el rostro desfigurado de preocupación, el silencio fue sepulcral excitando una mala sensación, se puso de pie acercándose a Hanji.

—¿Qué pasa? – preguntó viendo que ella sufría un espasmo corporal - ¡Contesta!

—Se llevaron a Eren – esas fueron como un balde de agua fría – íbamos a entrar a una tienda y antes de poder ayudar a alguien se lo llevaron, no lo alcanzamos.

tu eres mi flor de lotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora