Eren Jeager
Eren Jeager, el hijo menor de Carla y Grisha Jeager, su bisabuelo era alemán, pero se había casado con su abuela que era de sangre hindú, haciendo que su apellido tomara fuerza por su lugar de origen y ahora por sus fuertes ventas en la industria del Té. No solo tenían compradores nacionales, sino internacionales, los extranjeros estaban fascinados con el sabor y el aroma, eran diferentes a muchos de los que estaban en el mercado y fue tanta su acogida que pudieron abrir una tienda.
Llevaban días sin poder abrirla y lógicamente no habían ido a los campos para la recolección, su hermana mayor Mikasa estaba a punto de casarse con Jean, así que la ceremonia debía llevarse a cabo con todos los rituales típicos con los que se caracterizaban.
El ayudaba a su madre con todo lo que se refería al traje, maquillaje, la decoración del templo y sobre todo en conseguir al tatuador de henna, era primordial que cada trazo quedara perfecto y sobre todo que Mikasa se viera más hermosa de lo que ya era.
—Eren, haz entrar al tatuador – pidió su madre, desde la habitación de su hermana –
—Por favor, sígame – hablo Eren, con una sonrisa en sus labios –
Guio al joven, hasta el segundo piso, no podía negar que estaba nervioso, el joven lo miraba de una manera desagradable y el solo podía ser amable y porque, porque él era un adefesio de la humanidad.
A la edad de los 10 años, sufrió un desmallo en el colegio, fue llevado de urgencias y en los exámenes salió, lo que ningún hombre en esa época deseaba tener, tenía el don de dar vida en su interior, fue marcado de inmediato, en los dedos de sus manos, le tatuaron con henna, eran símbolos delicados con formas orgánicas, eso representaba y mostraba al resto de la sociedad lo que era. Y ahora con 18 años, había tenido que sufrir más de lo que él había deseado.
Desde ese día, sus compañeros lo evitaban, porque en la India nacer con esa facultad, era una maldición del dios Ganesh, sus profesores lo trataban diferente y varias veces, fue golpeado detrás del colegio; pero eso no impedía que Eren luchara por cumplir sus metas, él quería heredar la tienda de su padre, poder relacionarse con todos esos extranjeros, conocer el mundo y dejar de ser señalado por su anticuada sociedad, no negaba que amaba su cultura, pero odiaba que aún le temieran a lo que es diferente como él y tantos otros.
Mientras el tatuador hacia su trabajo, el corría por toda la casa, acomodando la sala, las flores, buscando la música indicada, preparando las comidas y sobre todo ayudar a su padre.
—¿Sabes que traje vas a usar en el matrimonio? – pregunto Grisha con una dulce sonrisa –
—Creo que usare el rosa padre – dijo, sirviéndole un delicioso té negro –
—Ese hijo, con todo el respeto, no me gusta – hablo, haciendo mala cara y extendiendo la mano para robarle las galletas a su hijo –
—¡Papa! No me quites mi comida – rio con fuerza, viendo como su padre se atragantaba – La verdad no importa, al fin y al cabo, a nadie ahí afuera le importo.
—Pero a nosotros si, por ese importantísimo motivo nos vamos de compras – expreso su padre, se tomó el té lo las rápido que pudo y tomo a su hijo de la mano – Vamos mi hermoso hijo, debes verte igual o más hermoso que tu hermana.
El solo pudo sonreír, amaba a sus padres, lo habían apoyado, lo trataban como a una bella flor, y sobre todas las cosas, le habían dado la posibilidad de enamorarse de quien el quisiera, fuera hombre o mujer, pero sabían que sería un poco difícil; su madre le había enseñado a danzar, a cocinar y por supuesto a ser el ser más fuerte y valiente, a no llorar frente a nadie y sobre todo a amar a su familia.
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tu eres mi flor de loto
RomanceRivaille Ackerman el mejor soldado que tiene las fuerzas armadas de Francia, mejor conocido como Levi, poseía todas las mejores cualidades para llevar a cabo las funciones de seguridad, análisis, no se puede negar que el trabajo que más le gusta es...