tu eres mi flor de loto

capítulo 9

Un nuevo hogar

Llegar a la finca de Levi había inundado el corazón y el alma de Eren con una felicidad indescriptible, estaba ubicada lejos de la ciudad, pero la belleza se apreció en el mismo instante en que sus ojos apreciaron tal majestuosidad.

Un camino en grava desde la puerta principal demarcaba el recorrido para llegar a la casa, alrededor jardines con hermosos árboles frondosos y flores tan bellas que hacían ver el espacio como un cuadro lleno de colores y vida; una linda casa empezó a detallarse, era de dos pisos y para ser honestos parecía que estuviera frunciendo el ceño, igual que el dueño, eso hizo reír a Eren y al estar al frente fue el primero en bajarse.

La puerta era un arco hermoso, Levi abrió con sumo cuidado y al ingresar en ambos lados habían dos habitaciones pero no supo que había ahí pues las puertas estaban cerradas y al llegar a la puerta principal pensó que su corazón se le iba a salir, pero cuando estas fueron abiertas y el azabache les permitió el paso sintió como sus ojos se abrían más de la cuenta, era un espacio lleno de plantas y muy limpio, a la derecha unas escaleras que llevaban al segundo piso, a la izquierda una habitación que aparentemente era el estudio de Levi.

Caminaron un poco y ahí encontraron la sala al lado derecho, un televisor gigante, los muebles eran sobrios pero elegantes al mismo tiempo de un hermoso color vino, dos ventanas que te permitían ver parte de la vegetación del lugar.

—Sean bienvenidos a su nueva casa – expreso Levi dejando su abrigo en el espaldar de una de las sillas – Las escaleras que vieron al entrar llevan a mi habitación, pero puede ser usado por ustedes si lo desean, ahora síganme los llevare a ver el resto de la casa.

Eren corrió y tomo la mano del azabache, sentía su cuerpo cansado por el viaje, pero su emoción le permitía seguir con el recorrido y no desfallecer. Fueron por la izquierda y ahí unas puertas aparecieron. Levi las abrió y los hizo pasar de primeras.

—Esta es una de las habitaciones, no son tan grandes como las de ustedes, pero son cómodas – explico y espero a que ellos la detallaran –

—Capitán son muy acogedoras y hermosas, tiene buen gusto – expreso Grisha y palmeo la espalda del azabache –

—Yo no me encargue de nada, Sasha lo hizo a ella es que hay que decirle esas cosas – comento y salió de la habitación –

Bajaron unos escalones que estaban ubicados al frente de la puerta y ahí otro cuarto hizo aparición, era muchísimo más grande y al ingresar vieron que tenía una puerta al costado contrario.

—Es la más grande de la casa, la puerta permite un ingreso directo a la piscina y de ahí también puedes ir al resto de la finca – abrió la susodicha y ahí vieron la extensión de las tierras –

Al frente una bella piscina, pero si mirabas al horizonte se veían los campos verdes y amplios que poseía Levi.

—Por esa zona – hablo señalando el lado izquierdo – están las caballerizas y el terreno dedicado a su entrenamiento, de resto es zona verde donde encuentras árboles que dan deliciosos frutos, le diré a Sasha que no se los coma sola y traiga a la casa.

—¿Dónde duerme la señorita Sasha? – Pregunto Carla algo preocupada, pues no quería invadir su espacio –

—Si caminas unos cuantos metros hay una pequeña casa, ahí vive ella con Connie – explico tranquilamente – Quería construirles algo más grande, pero ella dijo que no era necesario, que entre más pequeño el lugar, más se resguardaba el amor.

Todos empezaron a reír por el comentario y la cara que había hecho el azabache, regresaron al mismo punto de llegada y por donde se veía la sala, subieron unas cuantas escaleras y encontraron una pequeña cocina, el comedor estaba en medio de la cocina era pequeño y las sillas estaban alrededor de un mesón con un hermoso acabado en la parte superior. Los gabinetes estaban empotrados en las paredes, pero resaltaban su hermoso color gracias a las paredes blancas.