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No dijiste nada ante eso, te cuestionas que tan...peligroso sea Tom, también si de verdad lo es, a veces los rumores son solo eso...rumores.

— ¿En serio es tan malo...?

— puedes descubrirlo si quieres, quiero decir si no te da miedo.

Frunciste el ceño ante su sonrisa burlona, por eso odias a este tipo, se cree mejor que todo mundo.

Antes que pudieras decir algo sentiste unas manos en tus hombros, miraste de quién era y le sonreiste a matt.

— los niños quieren que vayas a cantar con ellos algunas canciones, ¿Te molesta ir?

Ladeaste la cabeza y luego negaste.

— me parece bien aunque realmente no me se muchas canciones infantiles.

Este soltó una risa y nego divertido.

— te tocará aprender.

— matt, ¿Cuáles son las reglas sobre el personal?

Sentiste que matt apretó levemente tus hombros, luego te soltó. miraste a Dilan, este tipo realmente ama molestar a todo mundo.

— no tocar al perosonal.

— ¿Y que estás haciendo?

— tocar al perosonal.

¿Eso era una regla? Realmente cuando leíste el contrato...bueno, no leíste el contrato así que no tienes ni idea de muchas cosas...tienes una copia así que deberías leerla.

— realmente no me molesta que me toqué, supongo que está bien, además Dilan, eres quien menos respeta las reglas.

Alzaste los hombros y empezaste a caminar a dónde estaban los niños esperando.

Cuando llegaste con los niños matt estaba a tu lado.

— ¿Listos para cantar?

Pregunto matt con emoción mientras juntaba sus manos haciendo que sonarán.

— ¡Si!

Gritaron al mismo tiempo todos y reíste por su emoción, siempre se ven tan emocionados los niños de la guardería.

— Bien, ¡Empecemos!

(...)

Suspiraste cuando dejaste la escoba a un lado y buscaste con la viste el recogedor.

Estaban cantando tranquilos pero no sabes cuándo un niño agarró un frasco de brillantina o si la trajo con el pero la abrió y se la tiró ensima de algunos niños, lo que te trae aquí, limpiando el piso mientras matt sacude lo más que puedo a los niños que se les callo brillantina.

— ¿Quieres que te ayude? Ya terminé.

Negaste y agradeciste levemente cuando matt te lo dió.

— no en realidad, esto me tocaba a mí.

Hubo un silencio pero una pregunta volvió a ti.

— ¿Realmente es parte de las reglas que no toques al perosonal?

Preguntaste en sin mirarlo, escuchaste unos ruidos tal vez de su caquinaria.

— si, aunque puede ser nula si es que así lo desea la perosna, pensé que lo sabías y pensé que no te molestaba que te tocará...

¡Sunflower!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora