¡Sunflower!

025

Saimon se fue casi tan rápido como llego, en si solo reviso todo y cuando vio que todo estaba bien se fue.

— hey, ____. ¿Podrías ir al comedor? Megan y Rodrigo no me dejan de molestar.

Agarraste el walkie talkie y reíste antes de contestar.

— si, ya voy.

La guardería estaba vacía, se supone que ya te puedes ir a tu casa pero por matt no te has ido.

— ¿Te vas?

La voz de matt tras de ti te hizo voltear a verlo.

— eso parece. No te preocupes voy a volver, trato es un trato.

Este dudo pero asíntio.

— ten cuidado, sunflower.

— claro, no te preocupes.

(...)

— ¡Obviamente!

La voz de megan te guío a una mesa dónde estaban ambos hablado.

— hey, ¿Que pasa?

Estos te miraron y megan tiro de tu brazo para que te sentaras a su lado.

— bueno, sabemos que ya saliste de tu turno, hace un buen rato y no sabíamos que seguías en la guardería. ¡Pensamos que deberíamos salir!

Sabes que ambos deben estar más que cansados, estar toda la noche, luego ayudar casi toda la mañana y algo de la tarde, deberían estar apenas funcionando pero se ven...bueno Rodrigo si se ve cansado, megan no tanto.

— ¿No deberían ir a descansar?

— mañana es nuestro descanso así que podemos caer noquiados apenas lleguemos a casa, ¡Vamos, ____! Tu dependes de la guardería para trabajar y mañana no va a estar abierta hasta mañana a las nueve.

(...)

Frente a la puerta de madera, dudaste en entrar, probablemente matt te alcé apenas te vea cómo le gusta hacer o no, lo que te preocuparía pero entenderías por qué lo dejaste como ¿Cinco horas solo? No pensaste que megan y Rodrigo te llevarían a una plaza, ambos son super agradables...quitando el echo de que megan es como una niña pequeña y Rodrigo es quien la cuida, parece que se conocen y te quieren meter a su grupito.

— ¿Si vas a entrar?

Soltaste un chillido ante la voz de matt atrás de la puerta.

— ¿Cómo sabes?!

— te escuché saludar a Vanessa antes.

Oh, cierto tiene buen oído. Abriste la puerta y escuchaste como alguien se alejo de la puerta. Viste a matt mirándote, lo saludaste con tu mano y una sonrisa algo forzada.

— tardaste mucho...

— lo siento, salí con megan y Rodrigo, prácticamente soy fácil de convencer.

— no me agradan.

Fue lo único que dijo para empezar a adentrarse a la guardería, lo seguiste aunque casi corrías, sus pasos son horriblemente largos.

— ¿Por qué no? Megan es como una niña, te agradaría, Rodrigo es calamdo, no hace mucho.

Este se quedó quieto, se dejó de mover y te miro.