¡Sunflower!

035

(...)

Soltaste una risa cuando Tom fue derrumbado por los niños en la piscina de pelotas.

— No es divertido que te tiren, ¿Verdad?

Hablaste felizmente de ver a Tom molestó en la piscina de pelotas.

— no es justo, pensé que lian se lastimo.

La risa de los niños se escuchó en el lugar, habían echo como si lian se cayera para asustar a Tom y que perdiera el equilibrio, unos genios ya que se cayó casualmente cerca de la piscina, son muy inteligentes.

Probablemente suenes como una madre pero estás muy orgullosa de ellos.

De repente truenos y relámpagos se vieron y escucharon en el lugar resonando desde afuera y los niños soltaron un grito corriendo hacia donde estabas.

— está bien, está bien.

Había un corte de luz, como ya habían dejado en claro matt y Tom la guardería no es un lugar importante entre comillas así que los lugares de carga de los de la banda estaban con la energía que debía estar aquí, luego volvería ya que se está usando la energía de la guardería.

— señorita _____, ¿Volverá pronto la luz?

Asentiste levemente, te acabaste y quedaste a la altura de David.

— por supuesto, además que yo y Tom estamos aquí, no les pasará nada.

Hablaste calamndolo, este aaintio y luego la luz volvió, suspiraste aliviada.

— ¡Bien niños! Hora de seguir jugando.

Hablo matt contento intentando distraer a los más pequeños de la que estaba lloviendo, a algunos les daba miedo los truenos a otros simplemente no les gustaban los rayos así que era mejor no vieran las ventanas o se distragieran y no escucharán los truenos.

Ya había pasado algo de tiempo desde tu accidente de venir a la guardería, tu miedo de que Vanessa se enterará que te quedabas se fue rápido después de ese accidente.

Confiaba lo suficiente en tu como para dejarte estar en el lugar, solo le avisabas que te quedarías y no te diría nada.

Cuando las puertas se abrieron bruscamente miraste hacia donde estaba la puerta, viste a una señora que no habías visto antes dejar a algún niño.

Miraste a matt y le hiciste una seña de que tú te encargarias. Caminaste hacia la mujer que parecía buscar a alguien en el lugar.

— ¿Busca algo? Podemos ayudarla a registrar a su hijo si gusta.

Hablaste y está te miro, frunció el ceño.

— quiero a mi hijo.

Hablo inrritada, tu asentiste levemente.

— ¿Puede darme el nombre su nombre y a quien busca? Si no me da estos datos básicos no se lo podré dar.

Está todo los ojos y te vio agarrar la tableta que te daban para revisar estás cosas, era más fácil que matt lo hiciera así que casi no la usabas.

— me llamo Katty, busco a David probablemente se apellide Bernard, ese idiota ni debió ponerle mi apellido.

Ante la mension de David retrocediste un poco de la mujer.

— no sales y a David no lo pueden venir a buscar por nadie que no sea su padre.

Eso era cierto, el padre de David así lo había pedido. También dejo un código, en dado caso que el no pudiera venir por el se daría el código para saber que si lo mando David.

— ¿Crees que me importa? Ese bastardo me alejo de mi hijo, ¡Tiene el derecho de conocer a su madre!

Dió un paso frente de ti y solo pegaste la tableta hacia ti.

— lo siento pero no, no le puedo entregar al niño.

Está soltó una risa burlona.

— como si fuera a hacerle caso a una cualquiera.

Hablo y camino empujandote, perdiste un poco el equilibrio pero lo retomaste rápido, dejaste la tableta y caminaste rápido a la señora agarandole el brazo, está te miro con enojo y agarro tu brazo clavando sus uñas.

— ¿Quien crees que eres para tocarme?

Siseo y quitó tu mano de un arrebato. Contuviste las ganas de soltar un quejido de dolor, viste como ahora camino más rápido hacia los niños, matt se dió la vuelta y le sonrió a la señora.

— le tendré que pedir que se retire.

Hablo calmado y con una sonrisa, está solo lo ignoro completamente y corriste a dónde estaba la señora, iba a agarrar a David del brazo pero unos niños la empujaron cosa que no ayudo de mucho.

— ¡Estúpidos mocosos!

Antes que pudiera empujar a uno de los niños aparaste a uno que es el que iba a empujar estando frente de David.

Cargaste al niño sin mucho problema, todos eran muy pequeños.

— son todos unos mal educados, estúpidos niños, por eso los odio.

Hablo con rabia mientras agarro a David del brazo. Antes que dijieras algo una voz ronca pero extrañamente calmada hablo.

— ¡Tan grocera!

El niño que sostenías se aferró a ti por la nueva voz, se escondió en tu cuello e inconscientemente te aferraste a el.

— no puedes tocar a los niños, no, no, no. Le pediré de forma educada que lo suelte.

Está lo ignoro y tiro de David, antes que pudieras hacer algo el agarro el brazo de la señora, soltó un pequeño grito de dolor y soltó a David quien empezó llorar.

— ¿¡Quien crees que eres para tocarme?! ¡Te voy a demandar!

Grito y tú solo miraste como la levantó como si nada, este no era matt, tampoco era Tom. Sus colores cafés y naranjas, su voz, sus ojos naranjas, su pelo y color de pies totalmente diferentes.

— eclipse...

Susurraste y este te miro, vio al niño que tenías en tus manos y te sonrió.

— ¿Podrías dejar de tocar a ese niño? ¡No quiero hacerte daño!

Se que está historia no es la mejor y está muy revuelta pero juro que cuando la termine haré una mejor, sniffsniff.