Las crónicas de Narnia y la guerrera del bosque Oeste libro 2

capítulo 5

Los tres continuaron avanzando, el pelinegro se había quedado de pie analizando toda la nueva información que se le había entregado, ahora se daba cuenta de que no conocía absolutamente nada del mundo en el que vivía, todo era completamente nuevo para él. Tenia muchas cosas que digerir.

— ¿Qué me dicen de Aslan? -Apenas escucho esa pregunta la castaña se detuvo viéndole de reojo. Los dos mas bajos giraron sin entender como es que un simple humano tenia tantos conocimientos sobre ellos.

— ¿Cómo es que sabes tanto sobre nosotros? – Cuestiono Buscatrufas.

— Historias, tal como le dije a Elianne, solo por historias.

— Espera un momento. -Volvió a interrumpir el peludo. - ¿Tu padre te contaba historias sobre Narnia?

— Basta de preguntas. -Dijo Elianne al notar la incomodad del muchacho, a lo que este agradeció con un movimiento de cabeza. – Continuemos.

Ordeno la castaña, los tres no opusieron resistencia, estaban notando el ligero mal humor en la chica y eso no era una buena señal para nadie. Ellos sabían lo fiera que esta podría llegar a ser, después de todo era la protegida del gran León, esta poseía el carácter de uno. Era agresiva cuando estaba de mal humor y todos a su alrededor temblaban, aunque antes era una chica dulce y amable, pero con la llegada de los telmarinos ella se había vuelto fría y de mal carácter. No era para menos, tenía muchas razones para estar enojada.

— Huele a humano. -Dijo Buscatrufas.

— ¿Ellos? -El enano apunto a los dos humanos a su lado.

— No, ellos. – Apunto a un grupo de telmarinos que corrían hacia ellos.

— ¡Ahí están! -Grito uno de ellos mientras los demás se alistaban a disparar con sus ballestas.

— ¡Corran! -Grito el tejón.

Sin mas comenzaron a correr evitando las flechas que volaban hacia ellos, ahora nuevamente estaban en riesgo, después de tantos años de estar a salvo de ellos, ahora eran presas de esos salvajes. Elianne se detuvo al notar que Buscatrufas estaba herido, al intentar ayudarlo recibió una flecha en uno de sus brazos, aquella herida había provocado un fuerte dolor que recorrió todo su cuerpo. Caspian corrió hacia ellos, Elianne se puso de pie dispuesta a enfrentarlos.

— ¡Elianne!

— Llévatelo, no hay tiempo. -Dijo esta mientras dividía su espada y cortaba la garganta de uno de ellos. Estaba dispuesta a continuar, pero entre los arbustos un ayudante desconocido estaba acabando con los telmarinos, uno a uno estaba cayendo frente a ellos.

Ante la mirada atónita de Caspian quien se apresuraba a guardar el cuerno de Susan y cargar a Buscatrufas sobre su hombro, Elianne se quedó luchando con uno de los telmarinos, para darle la suficiente distancia a Caspian y sus amigos para poder huir, peleo hasta que el último de ellos había caído. Respiro profundo antes de quitarse la flecha incrustada en su brazo, apenas la quito el hilo de sangre comenzó a bajar por su piel. Ya habría tiempo de curar esa herida, comenzó a correr para alcanzar a los demás. Un par de telmarinos habían logrado avanzar, pero estaban cayendo frente a sus ojos.

— Llévatelo de aquí. -Pidió Caspian a Nikabrik bajando con cuidado al tejón. – Debo ayudar a Elianne.