Continuación del fan fic la guerrera del bosque Oeste libro 1.
Todos los personajes pertenecen a C.S Lewis, a Excepción de Elianne que es de mi creación.
No leer a menos que hayas leído la primera parte.
Pasaron la noche juntos, aferrados completamente el uno del otro. Ella buscaba el calor de su cuerpo, llevaba noches sin dormir en completa paz. Estar entre los fuertes brazos de su amado le daba seguridad. Regresaron al altozano casi al amanecer, en la entrada un minotauro hacia guardia para avisar la llegada de cualquier desconocido, el les informo que los demás estaban reunidos adentro debido a una pequeña emergencia. Caspian les informo que telmarinos habían estado rodeando la zona, los tenían vigilados en todo momento.
— Es solo cuestión de tiempo para que ellos nos ataquen. -Dijo el Rey. – Las maquinas de guerra de Miraz están en camino. Significa que sus hombres no protegen el castillo. -Hablaba con la mirada atenta de los presentes.
— ¿Y usted que propone que hagamos? Majestad. -Hablo Reepicheep.
— Necesitamos atacar /planear. -Hablaron Peter y Caspian al mismo tiempo, ambos se miraron, Caspian por su parte cerro la boca y Peter lo fulmino con la mirada. – Nuestra única esperanza es atacar primero.
— Que locura, nadie ha penetrado antes ese castillo. -Menciono Caspian.
— Siempre hay una primera vez. -Dijo con sarcasmo Peter, lo que molesto un poco a Elianne.
— Tenemos el elemento sorpresa. -Trumpkin apoyaba a Peter.
— Tenemos ventaja en este lugar.
— Caspian tiene razón. -Elianne se levanto para quedar a su lado. – Aquí bajo tierra yo creo que lograríamos detenerlos. – Aquel comentario hizo que el rubio se enojará con ella.
— En lo personal me siento mas seguro bajo tierra. -Buscatrufas avanzo un poco para ser escuchado.
— Oye, aprecio todo lo que has hecho. -Dijo Peter mientras avanzaba hacia Caspian. – Reunir este ejército, proteger a Elianne, pero esto no es una fortaleza, es una tumba.
— Si y los telmarinos nos mataran de hambre si sus tropas nos sitian. -Alzo la voz Edmund quien se había mantenido en silencio durante toda esa discusión.
— Yo traería nueces.
— Si y se las darías a los telmarinos. No hables. -Esa sin lugar a duda había sido la discusión mas tierna que Elianne había visto en su vida. – No tengo que decirle lo que pienso señor. – El silencio se apodero de esa habitación, todos se veían. Las opciones eran divididas, algunos deseaban ir al castillo de Miraz y atacar y otros quedarse en ese lugar y pelear hasta la muerte.
— Si filtro tropas ¿Te encargarías de los guardias?
— O intentando, moriré. -Dijo el Glemstorm.
— Peter, no. -Elianne alzo la voz ante la propuesta del Rey. – No mas muertes, no así... Por favor. -Los ojos de la castaña estaban llenos de súplica ante la decisión tomada por él.
— Eso es lo que me preocupa. -La voz de Lucy logro hacerla reaccionar.
— ¿Qué cosa?
— Solo están considerando dos opciones. -En ocasiones esta pensaba que la pequeña Lucy le leía la mente. – Morir aquí o morir allá. Elianne tiene razón, no más muertes.
— No parece que estes escuchando.
— No tu no estas escuchando. -Lo regaño la pequeña. - ¿Olvidaste quien venció a la Bruja Blanca?
— Creo que ya esperamos a Aslan lo suficiente.
El que se refiriera a Aslan de esa forma solo fue la gota que rebalso el vaso. Elianne por su parte salió de ese lugar, no podía seguir escuchando ese desquiciado plan que no traería nada bueno, amaba a ese chico y siempre se pondría de su lado, pero esa vez no le daría su apoyo. Salió subiendo a lo más alto del altozano lo más alejada. Peter al darse cuenta de la salida de Elianne salió tras ella para poder hablar no sin antes ordenarles que se alistaran para partir. Atacarían durante la noche, era un plan tonto al parecer de muchos, pero nadie podía negar las ordenes del gran Rey. Sus órdenes debían ser acatadas sin resistencia alguna. Peter busco a su chica, noto su presencia y subió donde esta, ella solo lo fulmino con la mirada después de secar sus lágrimas junto con un vete por parte de esta.
— Se lo que hago Elianne.
— No, solo quieres contradecir a Caspian, aunque no quieras reconocerlo, te molesta que tenga razón.
— ¿Te pones de su lado ahora? Se supone que estas conmigo.
— ¡No estoy del lado de nadie! -Alzo la voz, comenzaba a molestarse un poco por esa actitud. Apretó los puños ante lo molesta que estaba. – Pero no me pidas que vea morir de esa forma a mas de los míos. Tu no sabes por todo lo que tuve que pasar.
— Entonces cuéntame, porque no soy adivino.
— Mientras defendía tu castillo y deje desprotegido mi hogar. -Le golpeo el pecho con uno de sus dedos. – Los vi morir, por más que intenté salvarlos a todos no pude hacerlo. -La voz comenzaba a volverse temblorosa gracias al llanto. – Vi morir a Horus que peleo sin pausa hasta que lo acribillaron. Tumnus, el querido señor Tumnus a quien tu hermana apreciaba murió en mis brazos, los señores castores, todos mis amigos, todos quienes servían en tu castillo lo defendieron hasta el final ¿Sabes porque Pietro no está aquí? -El rubio negó de inmediato. - Porque se sacrificó para que yo lograra escapar de la muerte. mi mejor amigo, un ave fue más valiente. Mas valiente que el rey que se supone debía cuidarlos, el rey que los abandono a su suerte.
— Elianne... yo. Lo siento...
— Te estas comportando como un cobarde. - Lo interrumpió pues no quería escuchar esa disculpa. - te amo y no quiero perderte. Ya no quiero perder a nadie mas.
— También te amo y lamento todo el dolor que sientes. Quiero que Narnia este en paz de nuevo, desearía jamás haberme ido de aquí y evitar todas esas muertes.
— Peter. -Edmund estaba en paz, Elianne lo vio un momento notando lo pálido que estaba, era obvio que había escuchado todo lo que habían hablado. – Estamos listos.
— Bien ¿Vendrás? Necesito que estés a mi lado. – La castaña cerro los ojos antes de ponerse de pie para regresar al interior y tomar sus armas. No estaba convencida, eso era obvio, pero debía estar a su lado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Lamento no haber subido episodio el día jueves! Tuve algunas dificultades.