Capítulo 21

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Peter nuevamente tenia su espada en la mano, listo para la segunda ronda de esa pelea. Estaba agotado y cada parte de su cuerpo dolía. Avanzo con calma negándose a usar su casco, este solo le haría sentir incomodo, ya estaba lo suficientemente acalorado y el casco empeoraría eso. De igual forma Miraz se negó a usarlo, aunque solo para no ser menos frente al joven Rey. Ambos avanzaron con calma hacia el centro, sus espadas firmes y sus escudos. Peter nuevamente fue el primero en atacar, los golpes contra el no cesaban, el telmarino quería derramar la sangre del gran Rey, con su escudo golpeo con fuerza el pecho del mas joven, luego su rostro. Los ojos de Elianne veían con horror todos los golpes que este estaba recibiendo. Peter estaba tendido en el suelo luego de haber chocado con un pilar, nuevamente estaba tendido en el piso. Giro en el piso esquivando la espada de Miraz que iba directo a su pecho, no iba a dejar que este lo matará, uso sus piernas para derribar a su oponente. Ambos volvían a estar de pie viéndose fijamente a los ojos, el odio les brotaba por todos lados. El rubio logro arrebatarle la espada al mayor, ahora tenía una pequeña ventaja que uso para golpear su rostro con el mango, arrojo esta lejos para usar la propia y golpear su escudo con toda la ira que tenía acumulada. En un mal movimiento Peter perdió su espada, los golpes contra su rostro aumentaban, tanto con sus puños como con el escudo, Miraz no estaba teniendo compasión alguna. Antes de recibir otro golpe más, el rubio detuvo el escudo girando este lo suficiente para obligar a Miraz a quedar de espaldas y sus brazos doblados tras esta, un fuerte codazo en su nariz le obligo a apartarse, nuevamente Peter estaba en desventaja. Su amada y hermano, Caspian, Glemstorm y el oso veían como su Rey era golpeado una y otra vez. Caspian noto la debilidad en su amiga, busco su mano entrelazando sus dedos con la de esta. Peter uso sus brazos para bloquear la espada, un golpe en su rostro y otro en la herida que había hecho anteriormente, eso basto para desestabilizar al telmarino que ahora suplicaba por tiempo.

— Un... un respiro. -Suplico este al estar de rodillas. Ante los ojos de los narnianos este lucia patético y miserable.

— No es tiempo de ser un caballero Peter. -Le grito Edmund. Este bajo el puño con el que iba a golpearlo, con algo de duda acepto el descanso para poder volver a su lugar. Pero Miraz era un traidor y asesino despiadado, espero a que Peter le diera la espalda para coger su arma, sus intenciones estaban claras.

— ¡Cuidado! -Grito Elianne alertando a su amado quien reacciono con rapidez, no tardo mucho en volver a quitarle la espada usando esta para apuñalar al cerdo en el estómago. Miraz estaba acabado, su los minutos de su vida estaban disminuyendo. Este cayo de rodillas a espera de su muerte.

— ¿Qué te pasa muchacho? No te atreves a quitar una vida.

— Yo no voy a hacerlo. -Peter extendió la espada hacia Caspian, tenía ahora la posibilidad de su venganza, dudo por un momento antes de soltar a Elianne e ir a terminar lo que habían empezado. El rubio cogió su propia espada para ir con su chica dándole un apretado abrazo, cualquier dolor que sintiera en ese momento, a su lado no importaban. Tal como habían hablado en esa sala, sostuvo su rostro dejando un corto beso en sus labios, pero este se sintió eterno. Ambos voltearon para ver al príncipe que lentamente alzaba la espada para acabar con la vida que le había arrebatado su reino y a su padre, todo por su ambición.

— Tal vez me equivoque. Es posible que si seas un buen rey telmarino ahora. Después de todo. -Ambos se veían a los ojos, uno lleno de miedo y aceptando poco su destino y el otro con rabia y frustración. El telmarino traidor bajo la cabeza resignado. Un fuerte grito salió de la boca del pelinegro, mismo que le erizo la piel a todo el mundo mientras con furia clavaba la espada en el suelo.

— No seré igual que tú. -Sus ojos estaban llorosos y ante la mirada atónita de su tío este se reincorporo para hablar. – No morirás, pero devolveré el reino a los buenos narnianos. -Sin más que decir,Caspian lanzo una ultima mirada tanto a los nobles como a su tío. El regreso con los demás aliviado de que todo ya había acabado, o al menos eso es lo que ellos pensaban. Ahora Caspian se había ganado el respeto de todos los narnianos, incluidos a los hermanos Pevensie. 

 

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Las crónicas de Narnia y la guerrera del bosque Oeste libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora