Continuación del fan fic la guerrera del bosque Oeste libro 1.
Todos los personajes pertenecen a C.S Lewis, a Excepción de Elianne que es de mi creación.
No leer a menos que hayas leído la primera parte.
Un ave fue la encargada de enviar el mensaje hacia el bosque Oeste. Los demás emprendieron camino hacia la mesa de piedra, ese lugar que ahora estaba cubierto de tierra, lo habían convertido en un refugio poco tiempo después de la llegada de los telmarinos. Caspian se fue junto con Reepicheep para conseguir armamento para sus tropas, robarían armas de las tropas de Miraz que ahora se ubicaban en la rivera del rio, en el paso de Beruna destruyendo todo a su paso, cientos de arboles estaban siendo derribados y asesinados, era una imagen devastadora. En la mesa de Piedra habían mas narnianos, mas de los que ella esperaba encontrar, saludo a todos los que se encontraban ahí, ella fue recibida con una reverencia. Ingreso al lugar comenzando a recorrer los túneles adornados con pinturas, todos los dibujos le eran familiares, en especial uno, acaricio el dibujo de Peter, observo hacia la tierra notando un pequeño brillo, bajo sus pies una pieza de oro que reconoció de inmediato. La apretó con fuerza en su mano antes de salir gracias al ruido que provenía del exterior, dejo su arco y espada a un lado cubriéndose lo mejor posible con su túnica.
— Mi lady son ellos. -Dijo la ardilla quien salió a toda prisa.
— Lo sé, espero que no sepan aún que estoy aquí, quiero sorprenderlos.
Desde el borde del bosque llegaban Caspian junto a los soldados que habían ido junto a el, además los que se les habían unido soldados del bosque Oeste y los reyes y reinas de antaño. Todos juntos avanzaron por el prado viendo ese lugar que ahora desconocían. Llegaron hasta el arco de piedra, los centauros tomaron su lugar para mostrar respeto a los recién llegados, Elianne se mantenía oculta bajo tierra esperando el momento apropiado para salir y sorprender a su Rey. El corazón le latía a mil por hora, sus manos sudaban y las piernas le temblaban, después de tanto volvería a encontrarse con el y esperaba que este tuviera el mismo sentimiento de anhelo hacia ella. Elianne comenzó a avanzar hacia afuera, las piernas continuaban temblándole debido a los nervios que se estaban apoderando de ella, sus pasos eran lentos y algo torpes, no era para menos, después de tantos años volvería a reencontrarse con quien amaba y a quien había estado esperando.
— ¿Quién es ella? -Pregunto Lucy pues el rostro de Elianne no estaba visible.
— ¿Quién? -Edmund alzo la mirada.
— ¿No la reconocen? -Cuestiono Caspian.
A mitad de camino Elianne se retiro finalmente la capucha que cubría su rostro para que ellos la vieran, sus ojos se encontraron de inmediato con los de Peter quien mostraba una clara expresión de sorpresa, pues para el ella estaba muerta al igual que todos los que había conocido. Los ojos de la castaña se humedecieron sin poder creer que finalmente lo tenía frente a él, Peter estaba tal cual, el mismo rostro inocente. No había cambiado en absoluto, estaba igual que la primera vez que lo vio.
— No puede ser, es...
— ¡Elianne! -Peter interrumpió las palabras de su hermana antes de correr hacia donde su amada esperaba, de igual forma la castaña corrió hacia el. Ambos se unieron en un apretado abrazo - ¿C...cómo es posible? Estas viva. -Sostuvo el rostro de la chica entre sus manos aún sin poder creer que ella estuviese frente a el, estaba tal cual la recordaba, su cabello castaño, sus ojos claros y sus labios. – Creí que habías fallecido.
— Te estaba esperando, como prometí. -Dijo esta con una sutil sonrisa sobre sus labios antes de besar al rubio, este correspondió a ese beso que habían estado esperando por tanto tiempo.
— Así que el es el dueño de su corazón. -Le susurro Caspian a Buscatrufas el que solo asintió.
— ¿Podrían darse amor luego? -Los interrumpió Edmund provocando que ambos se apartaran de inmediato. – Por cierto, él no fue el único que te extraño.
— También te extrañe Ed. Ven aquí. - Dijo la castaña abrazando al pelinegro. Enredo sus delgados dedos en los cabellos oscuros de aquel chico, que ahora estaba más alto de lo que recordaba, este correspondió al abrazo de su vieja amiga. Se acerco a Lucy y Susan abrazando a ambas. – Que bueno verlas de nuevo.
— Igual a ti. Peter no dejaba de hablar de ti. -Comenzó a reír Lucy, provocando un leve sonrojo en la castaña.
— Ni que lo digas, fue enfermizo. -Elianne giro al reconocer la voz de Trumpkin, no entendía como este no le había mencionado que los estaba esperando.
— Tu y yo hablaremos luego. -Amenazo al enano.
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