Las crónicas de Narnia y la guerrera del bosque Oeste libro 2

Capítulo 10

Peter soltó al príncipe para salir del altozano al exterior del bosque. Estaba algo oscuro, pero aun así sería fácil encontrar a su chica. Recorrió el bosque hasta dar con ella, algunas luciérnagas revoloteaban a su alrededor, los animales del bosque sentía confianza plena en ella, pues su aura irradiaba confianza. Alzo la mirada encontrándose con Peter que quedo de rodillas frente a ella para poder sostener su mano, noto que el anillo permanecía en uno de sus dedos.

— Aun lo conservas.

— Si y encontré algo mientras estaba ahí dentro. -Del interior de su túnica saco el anillo de su amado para ponerlo en su mano. – Peter...

— ¿Qué sucede?

— ¿Por qué te fuiste? Te esperé todos los días hasta que supe que ustedes se habían marchado. -El rubio sostuvo el rostro de la joven, no imaginaba todo lo que ella había sufrido en su ausencia. Con sus dedos limpio las lágrimas que comenzaban a caer mientras contaba lo que había sucedido el día de su partida.

— Cuando llegamos, solo quería regresar. Ansiaba cada día poder volver a Narnia. Cuando vimos Cair Paravel destruido y nos dimos cuenta de que nuestros amigos habían muerto, no sabes cuando dolor sentí al pensar que tú tampoco estabas. Elianne, te amo. No he dejado de pensarte, mis hermanos están aburridos porque solo les hablaba de ti. -Elianne se aferro a el dejando pequeños besos en sus mejillas, cerro los ojos evitando que las lágrimas se escaparan de sus ojos. - ¿Recuerdas cuando nadamos en el rio bajo la luna llena?

— ¿Quieres hacer eso ahora? Peter estamos en una guerra...

— Lo sé, pero imagino que has pasado por mucho tu sola, quiero que por hoy tu mente se distraiga ¿Sí?

Esbozo una amplia sonrisa, los ojos azules de Peter brillaban con la luz de la luna, tan hermosos como ella recordaba. La vida volvía a darle motivos para continuar y el responsable de todo eso era su amado Rey. Llegaron hasta una zona del río, una pequeña cascada rodeada de naturaleza salvaje era el lugar ideal para tener una cita. Peter recordaba esa cascada, de hace muchos veranos. Aprovechando la intimidad de la noche comenzaron a desvestirse dejando la ropa de lado, de igual forma sus armas. Se abrazaron con fuerza sintiendo el calor de sus cuerpo, sus latidos y sus respiraciones mezclarse. Los labios de Peter se apoderaron de la boca de la joven robándole el aliento, Elianne no se quedaba atrás, pasaba sus manos por los anchos hombros de su amado, las manos de Peter en su cintura dejando sutiles caricias, subiendo lentamente por sus brazos hasta que sintió aquel vendaje, se aparto tan solo un poco para tocar ese lugar.

— ¿Qué te paso?

— Un telmarino, quise proteger a Buscatrufas y me dieron. Caspian cubrió la herida.

— El te salvo. Debería disculparme con él. -Ella lo vio con cierta duda. -No he sido el más amable con él. Es todo.

— Eres un rey sabio, pero a veces te olvidas de escuchar. -Beso su hombro varias veces, ahora en esa zona donde había una cicatriz, ya no había nada. Recargo su cabeza contra el pecho del mas alto, escuchando los latidos de su corazón.

— Extrañe esto, tu y yo así. -Sostuvo su rostro iniciando un nuevo beso, el agua cálida a su alrededor hacía de ese momento mas romántico. - ¿Has visto a Aslan?

— No, desde que ustedes se fueron no he sabido de él.

— ¿Crees que venga? -Cuestiono mientras pasaba sus dedos por su espalda bajando sus labios hacia su cuello.

— Eso espero. Mh Peter, la última vez que hiciste eso, tenías barba y una cabellera larga.

— En ese entonces era un adulto. Pero recuerdobien como hacerlo. Y -Hizo una pausa pasando el ápice de su lengua por susclavículas. – Y recuerdo bien lo que te gusta.