Las crónicas de Narnia y la guerrera del bosque Oeste libro 2

Capítulo 14

En el exterior los narnianos continuaban esperando alguna señal para atacar, Elianne observaba a su alrededor, su corazón latía de forma irregular gracias al miedo que se estaba apoderando de ella. El temor de no poder hacer más se sentía incompetente. Edmund estaba en la torre más alta jugando con su linterna, misma que cayo de sus manos, un telmarino abrió la puerta viendo la linterna en el suelo, era la primera vez que veía un objeto de esa clase, tomo está encendiéndola para comenzar a alumbrar hacia el cielo, justo al momento en que las campanas comenzaron a sonar, las cosas estaban a punto de complicarse. Los narnianos que estaban esperando vieron confundidos las señales de la linterna sin saber que no se trataba de Edmund.

— ¿Qué se supone que significa eso? -Pregunto Nikabrik.

Edmund salto desde lo alto sobre el telmarino para arrebatarle la linterna. En el interior del castillos los soldados dormidos se despertaron alistándose para defender su hogar. El príncipe junto con los reyes corrían a toda prisa por entre los pasillos, no había que ser adivino para darse cuenta lo enojado que el gran rey Peter estaba, su expresión era aterradora.

— ¡Peter! -Grito su hermana haciéndole detener de golpe. –

— Nuestras tropas están afuera. -Grito este quien continuo su camino. - ¡Vamos!

Peter salió a toda prisa al patio blandiendo su espada para atacar a los que venían hacia el, no sin antes darle una orden a Edmund que con algo de dificultad estaba tratando de sacarse a un telmarino de encima. Peter peleaba contra dos de ellos, cortando sus vientre con el filo de su espada. Al derrotarlos volvió a correr, su hermano por otra parte continuaba teniendo dificultades para librarse de ese soldado, tomo su linterna usando esta para derribar finalmente a ese sujeto, se arrepintió al instante pues gracias al golpe que le había dado ahora esta había dejado de funcionar. Peter intentaba abrir la puerta por su cuenta, estaba cegado por la rabia.

— Peter es demasiado tarde, tenemos que detener el ataque.

— No, aun puedo lograrlo. -Los hombres de Miraz se ubicaban en lo alto y poco a poco los comenzaban a rodear. - ¡Ayúdenme!

La puerta finalmente se abrió y el puente bajo para que los soldados narnianos pudiesen entrar. Todos iban directo a una muerte segura. Elianne apuñalo a un par de telmarinos que se habían cruzado en su camino, ella corría hacia el punto de encuentro, era seguida por un grupo de soldados enemigos esquivando como podía las flechas que volaban hacia ella rozando su cabeza. Los soldados narnianos finalmente ingresaron al castillo comenzando una batalla, los muertos comenzaban a apilarse en la gran plaza. Las espadas chocaban sin parar. Elianne cayo de rodillas al sentir un fuerte golpe en el estómago, los superaban en número y poco los suyos comenzaban a caer, uso sus espadas cortando ambas piernas de su atacante y luego su garganta, de esa forma logro sacárselo de encima. Los suyos continuaban cayendo, uno a uno los narnianos estaban pereciendo. Caspian montado en un caballo, llevando consigo un par más, su profesor en uno de ellos. Estaban perdiendo y el ya estaba consiente de eso. Desde la alturas las ballestas apuntaban hacia abajo dispuesto a matarlos a todos. Miraz miraba la escena con una sonrisa en sus labios, el estaba disfrutando de esa masacre.

— ¿Qué esperas? Da la orden. -Dijo este a su capitán.

— Mis hombres aun están ahí.

— Vámonos. Retírense. -Grito Peter mientras corría entre los soldados. Peter subió a uno de los caballos llevados por Caspian, mientras corría a la salida vio a Elianne luchando con varios telmarinos, estaba rodeada y con dificultad se los quitaba de encima, Peter con una patada derribo a estos quitándoselos de encima y extendió su brazo para ayudarla a subir a su caballo, de mala gana la castaña subió. Ya no deseaba seguir en ese lugar y ahora se preguntaba si deseaba continuar con ese romance.

— ¡AHORA! -Grito Miraz mientras disparaba hacia un minotauro que sostenía con fuerza la reja evitando que esta se cerrara, recibió un disparo certero en una de las piernas.