—¡Oye! Ya no llores por lo que pasó hoy —dijo el ángel —fue un idiota, por eso te pregunté si querías que le tiré una flecha para que solo te mire a ti.
Jisoo permanecía boca, ella seguía llorando.
—Pequeña, no todo esta perdido. Cuando él se de cuenta de que existes será tarde pero no decaigas, así funciona el amor —ella trataba de calmar a Jisoo que estaba triste, en la mente de aquel ser pensaba que cosas hacer para compensar a la joven, haría cualquier cosa aunque muy bien sabía que su misión no era esa, otra vez rompería las reglas —¿Cómo puedo ayudarte?
Suspiró profundamente y se acostó a su lado esperando a que le respondiera, puso sus dos manos bajo de su nuca y miraba al techo y así estuvo un buen rato pero no tenía respuesta. Se giró hacia el costado izquierdo quedando frente a ella y puso su manos debajo de su mejilla mientras observaba aquel alma humana que seguía boca abajo.
Había algo que le encontraba lindo, el querubín libero su mano izquierda y comenzó a pasarla a una distancia considerada. Comenzó a pasarlo sobre su cabeza y pensaba ¿Como sería acariciar a Jisoo? ¿Qué sentiría ella al tocarla?
Pero sabía que cometería un crimen si lo hacía y recordó el último castigo que había recibido cuando toco a un humano.
Ella seguía haciendo el mismo acto, casi rozando a la castaña. Le parecía interesante estar cerca de ella.
De repente la puerta sonó del otro lado y el ángel de asustó al oír que alguien tocaba la puerta.
—¡No hay nadie! —gritó Jisoo sin despegar su rostro sobre la almohada, su voz era ronca. Alguien seguía tocando la puerta —¡Dije que no hay nadie!
Gritó con enojo y el querubín se asustó. La puerta se comenzó abrir.
—Sé que no quieres hablar con nadie, pero me preocupe por como estabas y...—iba a seguir hablando.
—Ya dije que no había nadie Jennie —Jisoo se había enojado —no necesito que estés fingiendo que te preocupó cuando no es así y buscas ser la mejor para quedar bien con todos.
El ángel estaba parado escuchando todo.
—No es eso Jisoo, practimente yo quiero...—otra vez había sido interrumpida.
—Quieres sacar provecho y quedar como la mejor persona y luego reírte de mí —musitó, su hermana solo la miró y estaba diferente —vete de mí habitación.
Jennie suspiró y miró a su costado hacia dónde estaba el ángel a lo que la susodicha se asustó y Jisoo también miro hacia la misma dirección que su hermana.
—¿Qué? ¿Qué pasa? —preguntó y volvió a mirar a Jennie.
—¡Nada! —dijo —creí ver qué la cortina se había movido.
Jisoo miro al ángel y está mostró sus dientes como sonrisa, ella estaba quieta como una estatua.
—En fin, te dejo esto acá —apoyo unos bocados de chocolate —ten una buena noche.
Ella se iba pero su mirada seguía pegada en la cortina que se había movido.
—¿Te vió? —preguntó haciendo una mueca.
—¿Me vió? —ella miro a Jisoo que tenía su ceja levantada.
—No lo creo —meneó la cabeza —en fin, creo que la única loca que te ve soy yo.
Ella se sentó en el borde de su cama y miraba sus dedos, ella estaba triste. El querubín se subió en su cama y se sentó a su lado.
—Es coincidencia de que me puedas ver —dijo —tampoco es algo grave y debes estar tranquila porque para verme a mí es algo genial, porque así no me siento ignorada y mí trabajo es aburrido en cambio tú... —suspiró y sonrió —tú me puedes ver y es menos aburrido mí trabajo.
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Enamorándome de un ángel llamado Cúpido [Chaesoo] Finalizada
FanfictionUn flechazo mal disparado basto para que un ser humano se enamoré de alguien que no pertenecía a la tierra. Capítulos cortos. Todos los derechos reservados del autor. Prohibida su copia o adaptación.