Los soles habían pasado tan rápido que había llegado el tan esperado y especial 14 de Febrero, Jisoo se encontraba dándose los últimos retoques de maquillaje aunque no eran tan llamativo y sexy.
Esa noche prefirió colocarse lentes de contactos, a sus anteojos los dejo sobre su cama y otra vez se miro al espejo.
Estaba tan insegura que no se sentía del todo bonita y esa inseguridad había crecido tanto por los comentarios de los alumnos del colegio.
Ahora sí se sentía insegura de ir a aquel lugar lleno de gente de diferentes edades. Sé encontraba sola en su habitación ya que su ángel le había dado privacidad para que pudiera vestirse.
—¿Todo en orden? —una voz suave se escuchó detrás de ella, Jisoo levantó su mirada y miro a través del reflejo del espejo y asintió —me alegro que estés bien, pero deberías decirle eso a tu cuerpo que parece una hoja seca a punto de caer.
Jisoo largo una pequeña sonrisa y frotó sus manos para calmar la ansiedad que tenía porque aquel ser que solo sus ojos podían ver tenía razón, ella percibió aquellos nervios que el cuerpo de la castaña largaba.
—¡No estoy segura si ir! —su voz tembló.
—¿Y eso por qué? —ella abrió bien sus ojos y camino hacia ella quedando a una corta distancia —¿Qué te hace sentir tan insegura?
Jisoo trago saliva fingiendo una sonrisa.
—Se van a reír de mí —contesto en voz baja —siempre ha sido así.
—Nadie se va a reír de ti hoy, ten más confianza en ti —sin pensarlo la rubia acaricio su suave cabello sabiendo que eso no podía hacer porque lo tenía prohibido; otra vez cometió el mismo error —estas muy muy muy hermosa hoy, esta es tu noche mi pequeña osita de caramelos.
Jisoo asintió y respiro profundo, se colocó perfume y luego su abrigo que le llegaba a sus rodillas.
—No quiero que estés presente en el lugar —pidió, su voz había sido muy calma —quiero que estes aquí en casa, por favor.
La rubia sonrió y le hizo caso a su pedido, ella tenía la intención de ir para cuidarla pero no quería desobedecer a su petición.
—Esta bien, me quedaré aquí esperando por ti —sonrió luego de asentir —cuidate mucho y si alguien viene y te invita de su trago no lo recibas porque puede tener algo, solo toma bebidas no muy fuertes y que estén cerradas.
—Lo haré —afirmó y tomo su teléfono y se marchó dejando sola en la habitación al ángel pero volvió y abrió la puerta nuevamente —puedes ver tele si es que lo deseas.
La rubia se puso contenta por el permiso y Jisoo sonrió por la felicidad de la mayor.
Jisoo caminaba para la puerta de entrada y sus padres solo saludaron a Jennie quien iba acompañada de Lisa y con dos muchachos más que no conocía Jisoo, pero ningunos de los mayores se dieron cuenta de la presencia de su hija menor.
No le importo para nada a Jisoo y salió de casa de lo más normal. Iba a una cuadra atrás de las conocidas, veía como sonreían entre ellos, ellos si se divertían. Algo que ella jamás había hecho casi.
Caminaba despacio, el sonido seco de las suelas de sus borcegos rechinaba en el suelo de pavimento. Cruzó sus brazos y miraba por todas partes por si veía aquella persona que la había invitado pero ¿Ella conocía a la persona que la invitó? Claro que no, porque desde los seis días aproximadamente que la había invitado nunca le dijo su nombre y apellido mucho menos le envío una foto de él.
Su música se había pausado y cuando vio su teléfono pudo ver qué era la persona desconocida que la estaba llamando.
—Hola.
—Hola Jisoo, espérame en la entrada del salón. Estoy un poco retrasado.
—De acuerdo, te espero ahí..
Ella iba a seguir hablando pero él le cortó la llamada.
Faltaba poco para llegar, había perdido de vista a Lisa y a su hermana, Jisoo siguió caminando pero antes paso por un local solo para comprar chicles y alguna pastilla de menta. Cuando salió del lugar escucho unos gritos que provenían de algún lugar desconocido.
Miro la hora en su celular, no era muy temprano pero tampoco tarde para llegar a la fiesta. Cuando iba a reproducir una canción que amaba otra vez escucho el mismo grito, se alarmó pensando que algo pasaba cerca pero luego al oír más claro se dio cuenta de que era una risa que nacía de una chica, pero, era una risa muy exagerada para algo gracioso.
Sin pensarlo ya se encontraba en el lugar y se apoyó sobre una pared que estaba limpia y ahí espero a la persona, veía como todos llegaban de la mano de su pareja, era ella la única alma que estaba en la entrada esperando por alguien que no conocía.
La noche estaba fresca.
Por otro lado
El muchacho que no iba en el colegio esperaba a Jisoo junto a sus amigos y compañeros de clases de la castaña. Algunos de ellos estaban fumando y tomando alcohol para pasar el frío.
Unos de ellos tomo una foto de Jisoo parada en la entrada esperando y con frío. La cual luego de unos minutos lo público en Instagram.
"La loca ha quedado plantada hahaha" Fue el título de la foto publicada.
Era obvio que Jisoo no iba a saber porque ella no utilizaba esa aplicación.
"Ve adentro, espérame ahí porque hace frío. Estoy a unos pasos de llegar"
Fue el mensaje que había recibido en su celular, ella hizo caso, estaba ilusionada por conocer a esa persona. Camino lento porque sus pies estaban congelados, se oía la música alta.
Hizo una mueca cuando las miradas se vinieron encima de ella como una un gran tornado. Siguió su camino hacia una puerta donde se entraba a la pista de baile, en ese momento Jisoo quería salir corriendo por la multitud de gente que había presente.
Todos se divertían bailando, otros bailaban con alguna bebida en su mano.
Sin previo aviso alguien la empujó con un poco de brusquedad y ella se encogió al sentir que alguien derramó líquido en su ropaz luego de unas risas burlonas.
—Creo que te dejaron plantada loquita —comentó la persona que había sido rechazado por ella —te tendieron una trampa. Hasta subieron una foto tuya en instagram.
Comentó y volvió a hablar:
—Mi primo se prestó en hacer esto conmigo de hacerte quedar mal en frente de todos —puso sus manos en los bolsillos, sonreía victorioso por lo que había hecho y detrás de este apareció un chico medio gordo —eso te paso por rechazarme a mí.
—Pero el grandote este me escribió antes —respondió pensativa —ahora entiendo, lo habías planeado desde el principio.
Meneó su cabeza y sus ojos se clavaron en el tipo aquel cuando comenzó a hablar.
—Mmm pensé que mí primo mentía y es verdad eres fea y gorda —comentó y Jisoo giro sus ojos y rió con ironía por lo que escucho.
—¡Gracias! —dijo ella —debo sentir halago por lo que me dijiste. ¿Te mandaron a pastar en esta fiesta? Me doy cuenta que tienes un espejo de madera en tu casa.
Añadió Jisoo haciendo enojar al desconocido.
—¿Quieres que te golpeé? —amenazó.
—Mira Porky Pig, no te tengo miedo. Y al idiota de tu primo menos —ella se paró firme —no se cómo carajo conseguiste mí número la cual me arrepiento de haberte respondido. Lo que me produce verte es asco ahora que lo pienso.
—Estúpida —hablo entre dientes y la tomo de su abrigo acercándola más a él lo que Jisoo hizo una mueca de asco —vas a pagar con lo que me has dicho.
El levantó su mano y extendió sus gruesos y dedos. Su mano pesada más que la mano de Jisoo que se mantenía firme ante esa disputa.
ESTÁS LEYENDO
Enamorándome de un ángel llamado Cúpido [Chaesoo] Finalizada
FanfictionUn flechazo mal disparado basto para que un ser humano se enamoré de alguien que no pertenecía a la tierra. Capítulos cortos. Todos los derechos reservados del autor. Prohibida su copia o adaptación.