Enamorándome de un ángel llamado Cúpido [Chaesoo] Finalizada

10

Al día siguiente, volvieron en búsqueda de lo mismo. El ángel iba más que ilusionado y así fueron casi por tres días seguidos.

Después del colegio Jisoo iba con el ángel en busca de algún paradero de la mayor pero nunca tenían respuesta. Además ella no sabía ni su nombre ni nada; recuerdos pocos claros tenía.

Jisoo se sentía aburrida de la joven porque siempre era lo mismo, hablaba sin parar, decía cosas sin sentidos. Ella demostraba ser una adolescente bastante madura.

Pero su concentración era en ese momento la persona misteriosa que le escribía por Whatsapp. Eso la hacia feliz y hasta la invitó a la fiesta de San Valentín.

La morena lo mantenía en secreto ni siquiera lo sabía su hermana. Pero por dentro seguía siendo la misma persona gruñona.

—¿Cómo les ha ido en la escuela? —preguntó la madre de ambas.

—¡Bien! —respondió Jennie, mientras que Jisoo estaba con su celular y los audífonos puestos.

—¿A ti Jisoo cómo te ha ido? —le preguntó pero la menor no oía.

—¿Qué haces estúpida? —gritó con enojo ya que Jennie le había arrancado los audífonos.

—Mamá te está hablando, idiota —dijo.

—Dejen de pelear —hablo con calma la mayor. Jisoo la miró con enojo a su hermana.

—Me fue igual de siempre, nada cambia en ese estúpido colegio —hablo con rabia Jisoo.

—¡No era tan difícil de responder! —volvió a hablar Jennie —ya nadie la molesta casi en la  escuela. Ya se sabe defender la loca.

—Diciendo eso no hará que me enoje —meneó su cabeza —ah por cierto, me invitaron al baile de San Valentín.

Los presentes quedaron perplejos al oír eso.

—Eso debe ser otras de tus mentiras —comentó con sarcasmo Jennie.

—¿En serio? —le preguntó su madre.

—Si mamá —asintió —por cierto Jennie debe estar esperando a que alguien la invite al baile ya que nadie lo ha hecho aún.

Largo una fuerte carcajada haciendo reír a sus padres.

—Jaja —musitó con soberbia —si me van a invitar al baile.

—¡Cómo digas! —rodeo los ojos —ah me olvidaba, Lisa irá al baile con su mejor amigo. Creo que te cambiaron Jennie.

—Eso es mentira —golpeo la mesa —ella irá conmigo.

Gritó.

—¡Si, claro! Tal vez en tus sueños —añadió.

—Por favor dejen de pelear —esta vez habló su padre —comamos en paz ¿Si?

Las dos chicas se fulminaron entre ellas con la mirada. Y así fue la hora de la comida, entre ellas se daban patadas por debajo de la mesa.

Jisoo no era de comer mucho, así que el poco arroz que le había quedado en su plato lo colocó solo uno en su mano y con su dedo lo golpeó estrellando aquel grano de arroz en el ojo de Jennie.

Antes de que dijera algo se levantó y se fue del comedor directo a su habitación.

Cuando abrió la puerta de su cuarto vio al ángel entretenido mirando una película.

Sin decir nada Jisoo apagó la tv haciendo que el querubín se desespere.

—¡Oye, se venía la mejor parte! —dijo con tristeza.